Mi Rayo De Luz (Shinazugawa Sanemi)

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LA CASA SHINAZUGAWA

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Nozomi

Habían pasado algunos días desde que empezaron a llegar cazadores a casa, Nemi y yo compartimos el mismo espacio ya que nuestro entrenamiento era casi igual, así que yo entrenaba a un grupo y él a otro aunque su grupo resultaba más lastimado que el mío, estaba con mi grupo cuando escuche el grito de Zenitsu quien por su desgracia esta con el grupo de nemi. 

—¡YA NO PUEDO MÁS! ¡SOLO UN IDIOTA SEGUIRÍA AQUÍ! ¡CÓMO PUDISTE CASARTE CON UNA BESTIA SALVAJE, NOZOMI-ONEECHAN!?

—¡Cállate sigue con el entrenamiento! -dijo bastante molesto nemi.

—¡NO QUIERO! -como pudo saltó una valla, y desapareció.

—No se escapara ese bastardo -sin más se fue a buscarlo. 

—No puede ser -suspire- bien los demás tomen un descanso en lo que mi salvaje esposo regresa.

—Gracias Nozomi-sama -sonreí al ver sus rostros de alivio.

Observe como no muy lejos estaba Hiroki con una pequeña espada de madera que nemi le hizo hace un tiempo, me acerque a él. 

—Bebé que haces?  -me puse de cuclillas, para estar a su altura.

—Estoy entrenando mami, los ayudaré con los cazadores. 

—Gracias estoy segura que contigo entrenándolos, ellos se volverán fuertes -lo tomé en brazos- porque no tomas agua, necesitas estar bien hidratado.

—Si gracias mami -en eso apareció Tanjiro con Zenitsu a sus espaldas- Hola Tanjiro-kun

—¡Tanjiro-nii! ¡Vienes a entrenar!? 

—Si Hiroki-kun, ahora debo entrenar con tus padres -dejo a Zenitsu sentado debajo de un árbol.

—¡Yo te entrenare primero! -se bajó de mis brazos- vamos -Tanjiro me miro, le hice un gesto que fuera. 

—¡Gracias por tu ayuda Hiroki-kun! -ambos se fueron a donde estaba antes Hiroki.

—A dónde va ese bastardo, con mi hijo? 

—No le digas así, Hiroki dice que primero debe entrenar con él antes de pasar conmigo.

—¿Por qué contigo? 

—Porque estoy segura que ese pobre niño terminara en cama por meses si tu lo entrenas o peor aún muerto.

—No digas tonterías mujer -rodeo mi cintura con un brazo- no has recibido respuesta del viejo?

—No y eso me preocupa un poco.

—Tal vez se enteró de este entrenamiento y no quiere molestar

—Puede que tengas razón, pero aún así no me gusta no recibir noticias de él -sentí como beso mi cuello- ¡No hagas eso de repente! -me aleje un poco sintiendo mis mejillas calientes.

—Han pasado algunos años desde que nos casamos porque te pones así?

—Es-es que es diferente cuando nos ven a cuando no -dije sintiéndome nerviosa.

—Me estas insinuando algo -su agarre en mi cintura se hizo más fuerte- podemos tomarnos un descanso -en eso llego mi cuervo y me solté. 

—¡Qué sucede!?