辞任; the beginning

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            El dolor que se puede sentir al experimentar la unilateralidad del amor era, en opinión de Taehyung, el peor existente. Un suplicio que debía ser erradicado del mundo entero para que ningún ser humano tuviera que atravesar la desdicha de tener que experimentarlo.

Sentando junto a un hombre dos años mayor que él, con el cabello teñido de un tono grisáceo que buscaba imitar un matiz plateado, que se esforzaba en recordar lo feliz que se encontraba, volvía a reafirmarlo. Su expresión flemática podía tranquilamente aniquilar el ambiente tan jocundo que había en la sala y aunque procuraba con todas sus fuerzas sonreír y acompañar al resto de sus amigos en cada broma que soltaban, fallaba. Para su suerte, el estado de ánimo desalentador con el que vivía pasaba desapercibido y su existencia parecía irrelevante. Tres personas se encontraban en esa misma habitación, se reían y elevaban la voz de más, sin notar que él se ahogaba en la esquina del sofá, intentando rescatar algo de información en caso de que le hablaran de imprevisto.

Les observó con reconcomio. Procuraba entender el tono molesto con el que intentaban desviar la atención de anécdotas vergonzosas del pasado que eran traídas al presente con claras intenciones de fastidiar a los protagonistas de ellas; se atacaban entre sí, con carcajadas estridentes explotando desde sus pechos y el propósito de rebuscar en lo profundo de sus memorias más escenas con las que seguir mofándose, haciéndose notar en sus maneras de hablar algo trabadas. 

Su vista se paseaba entre cada uno de ellos y una sonrisa forzada se mostraba en sus labios, intentando llevarse a sí mismo a estallar en risas. No sucedía y Jungkook, sentado a su izquierda en el sofá, lo notó. Colocó una de sus manos sobre su rodilla y le zarandeó de un lado a otro en espera de algún tipo de reacción, mas Taehyung no quería dirigirle la palabra, por lo que decidió ponerse en pie y tomar los recipientes que minutos atrás se encontraban repletos de snacks, para llevárselos a la cocina con la excusa de reponerlos. Pretexto perfecto para huir de aquel centro social por el que tanto rechazo sentía, aunque fuese por unos pocos segundos.

—¿Cómo lo llevas? —Apenas cruzó el umbral que separaba la cocina de la sala de estar, oyó la voz de Bogum.

Con un sonido producido con labios sellados dio a entender que no había entendido lo que le fue dicho y Bogum repitió la pregunta, bajando la pantalla del portátil que utilizaba para leer algunos archivos PDF. Mostró sus ojos grandes y lo revoltoso que se encontraba su cabello. Taehyung le sonrió escasamente.

—No entiendo nada de lo que hablan. Claro que puedo entender qué dicen pero por mucha atención que les dé, las palabras simplemente entran a mi cabeza y se desvanecen. Me parece que hablaban de la vez que una bicicleta casi atropella a Yoongi.

—¿No crees que permitir esta reunión en casa fue un poco masoquista? Quiero decir, si se reunían en el apartamento de alguno de ellos, podrías haber huido de la situación con cualquier excusa.

Taehyung se encogió de hombros, tomando el paquete de papas para rellenar el recipiente de plástico que segundos atrás había colocado sobre la mesada—. Jungkook quería hacerlo aquí, supongo que está bien; de cualquier forma, él no me habría dejado no asistir al gran anuncio de su boda.

—Eso es absurdo, te arrastra a todos lados esperando que siempre estés allí para apoyarle. Creo que mereces darte un descanso, me parece suficiente que le hayas planeado la propuesta de matrimonio tú solo como para que ahora tengas que tragar esto. 

—Eso dolió, hyung. —Sonrió.

—Lo siento, pero es la verdad y no me gusta que sea así.

Taehyung sabía que las intenciones de Bogum eran honestas. Había sido la única persona —sin contar su madre— que siempre supo de aquello que sentía por su amigo y, con total lealtad, le acompañó en cada pequeño cambio de la relación, obligándole a contarle qué ocurría y cómo se encontraba para asegurarse que, de alguna u otra forma, se desahogaba y no se quedaba con las preocupaciones para sí solo. 

HURTS LIKE HELL ┃ kookvDonde viven las historias. Descúbrelo ahora