Jungkook empezó a pasar más días en el apartamento de Taehyung que en su propia casa. Declaró, sin decir absolutamente nada, aquel pequeño piso de dos habitaciones, un baño y una cocina integrada a la sala de estar como un lugar cómodo en el que vivir día a día y, de forma desvergonzada, se había instalado allí, sin pedir permiso y ayudando con la limpieza del hogar o lo que fuera necesario para el acondicionamiento del mismo; de esa manera, se salvaba de recibir el título de atrevido que ocupaba un paraje que no le correspondía.
—¿La tontería de que no se puede ver a la novia previo al día de la boda la empezaste a aplicar antes de siquiera tener la fecha o qué? —cuestionó Bogum al tercer día, con un tono de voz pasivo-agresivo que arrancó una carcajada a Taehyung, quien con un carboncillo manchando las yemas de sus dedos y una pequeña madera que funcionaba de apoyo, bocetaba un nuevo retrato.
—¿Te molesta que esté aquí, acaso?
—Hombre, no me molesta; además, eres un invitado de Taehyung y tiene todo derecho a tener a su gente aquí: Pero las facturas aumentan con el consumo, así que... —Llevó su mano hacia su nuca y rascó suavemente, formando una mueca con sus labios cuando los ojos de Jungkook le observaron con cierta intención que no supo identificar.
—Ahora, solo por eso, no te invitaré a mi boda. Que ¡eh!, ya tiene fecha. —Le guiñó un ojo, obteniendo otra sonrisa a modo de respuesta. ¿Al mayor le interesaba asistir al evento? No realmente, el único motivo que podía encontrar coherente para anhelar una invitación era acompañar a Taehyung en aquella travesía, pero nada más.
Taehyung se mantuvo en silencio absoluto. Concentrado en trazar las formas básicas que conformarían aquel nuevo rostro. Jungkook había llegado el lunes por la noche, mientras él cenaba un ramen instantáneo, diciendo que la boda sería en cuarenta y siete días. 47 días, poco más de un mes y medio. Él no supo cómo reaccionar a nada de lo que fue dicho luego de ello, así que se limitó a permanecer callado.
Fue informado con una sonrisa brillante, haciendo un rápido repaso de los preparativos que estaban pendientes. Una larga lista de aspectos fundamentales que aún faltaban por ser atendidos y en los que él parecía ser de gran ayuda no solo para Jungkook, sino también para Kyulkyung; que unos treinta minutos más tarde se presentó allí. Había llevado un pastel que compró previamente y lo mostró como un acompañamiento para realizar un pequeño festejo entre los presentes.
¿Motivo de la celebración improvisada? ¡El amor! La pareja arribó con la intención de festejar el romance que se respiraba en el aire, las nuevas etapas a las que se enfrentarían como un sólido matrimonio. Hacerlo en compañía de Taehyung era primordial para ambos, ¡si gracias a él todo resultó ser perfecto! La pelinegra de labios rojizos se lo había mencionado esa misma noche.
Se sintió absurdo al recibir un cálido agradecimiento en forma de abrazo. Se le atribuyó la perfección en cada detalle de la velada en la que Jungkook se arrodilló frente a ella e hizo énfasis en que algo tan delicado no podría haber sido obra auténtica de su prometido. Finalizó confesando que, incluso si hubiera sido un escenario deleznable, habría aceptado.
Cuando recordaba, el noventa por ciento del tiempo, que la boda era posible gracias a él, se sentía un completo idiota. Un corazón hecho añicos no pasa desapercibido en el día a día. Puntualmente a Taehyung, el dolor emocional se manifestaba en lo físico y la opresión en su tórax hacía doler su diafragma con cada bocanada de aire que daba; provocaba que sus costillas se clavaran en lo más profundo de su cuerpo. Dolía, sin más. Y solo empeoraba cuando mencionaban que se llevaba gran parte del mérito.
Comenzó a cuestionarse si alcanzar el punto máximo de aflicción mataría sus sentimientos, o si acabaría con él, directamente. Estaba satisfecho con cualquiera de las dos opciones. Acompañar y aconsejar cada propuesta de la pareja se había vuelto lo más parecido a un trabajo extra de medio tiempo. Ponía su mejor sonrisa para hacerlo y cuando tenía la oportunidad se convertía en la sombra de Jungkook, siguiéndolo a todo lados para intentar acostumbrarse al estrés que le generaba la situación.
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HURTS LIKE HELL ┃ kookv
FanfictionㅤTal vez, esperar que Jungkook se enamorara de él fue demasiado pretencioso de su parte. Tal vez, por eso, había sido condenado a la tristeza absoluta de verle ser feliz con alguien más. ۰ historia original ۰ angst, friends to lovers