El camino de vuelta a casa tuvo algún que otro desvío. Luego de abandonar a Yoongi tras aquella charla en la cafetería se sentía mejor, no de ánimos, pero sí podía decir que tenía algo de esperanzas respecto a sus planes a futuro. Por mucho que le disgustara, huir lejos era la opción correcta, sin importar que eso incluyera abandonarlo absolutamente todo.
Hacía unos dos días que no sabía nada de Jungkook, por lo que terminó usando aquello como motivación para encaminarse a ciertas instituciones en las que debía pedir información sobre el camino a seguir en cuanto a documentación refería. Aunque, teniendo a su madre con residencia en Reino Unido, no sería más que algunos certificados de buena conducta, su visado vigente y el pasaporte.
Se había alejado bastante del punto en el que vivía, por lo que, a la vuelta, decidió tomar el tren, hundiéndose en uno de los asientos en los que comenzaría a cuestionarse sus decisiones durante los veinte minutos que tenía de viaje.
Una melodía suave de saxofón y percusión distante ingresaba a su cabeza a través de audífonos, acompañada por la voz grave de algún cantante que en cierto momento le había fascinado. Se abrazó a sí mismo, manteniendo su vista al frente; demasiado consternado en sus propios pensamientos como para observar algo con atención.
¿Qué tan exagerada estaba siendo su manera de afrontar la situación? Demasiado, pensó. Al parecer ajeno no sería más que un dramático intentando llamar la atención; queriendo dar un ultimátum para conseguir el resultado deseado. Mas no era así, él lo sabía bien. Era preferible alejarse tanto como fuera posible que intentar mantener distancia estando en el mismo país, pues se conocía lo suficiente para saber que caería una y otra vez en buscar, mínimo, un encuentro casual.
Windsor era una alternativa agradable; estaría lejos de Jungkook, cerca de su madre. Podía darse un respiro, una oportunidad de empezar de cero. Tenía una muy buena base en sus estudios y, si bien no podría presentarse en instituciones formales como docente, intentaría jugar con ello y conseguir algo; además, no conocer a nadie más que a Sunah era positivo, supuso. Y es que no se sabría de su entorno, por lo que no preguntarían sobre personas que no deberían ser mencionadas.
Se frustró al bajar del tren en la estación que le correspondía. ¿No estaba cometiendo un error fatal? Quizás, podía pedirle a Jungkook que fuera él quien mantuviera distancia, de esa manera se aseguraba la lejanía entre ambos.
«Es ridículo, totalmente absurdo», pensó al cabo de unos veinte minutos, cuando ingresó a su apartamento. Rondaban las cuatro de la tarde y estaba algo molesto porque, a pesar de estar planificando su huida, seguía pendiente de su celular, en concreto, de la conversación con Jungkook. Hizo una pausa antes de quitarse su abrigo, tomó el móvil y le envió un rápido mensaje al mayor. Una foto vieja con una pregunta innecesaria; un burdo intento de llamar su atención.
—Hoy te fuiste temprano. —Bogum le recibió con aquella observación tan pronto ingresó a la cocina—. ¿Saliste con Jungkook?
Negó con su cabeza—. Fui a ver a Yoongi, quería que tuviéramos una conversación para ponernos al día uno con otro.
—¿Tuviste un buen día?
—Sí, ¿tú?
—Odio, detesto, aborrezco y vuelvo a odiar la mecánica de los fluidos. —Fingió gruñir tras decir aquello, bajando la pantalla de su portátil para abandonar lo que estudiaba.
—¿Mecánica de los fluidos? ¿Qué demonios es eso y por qué suena...?
—Se basa en... estudiar fluidos. —Hizo una mueca—. En conclusión, mi carrera ha hecho que sea un día terrible. Leí tres veces el mismo archivo y aún no lo entiendo.
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HURTS LIKE HELL ┃ kookv
FanfictionㅤTal vez, esperar que Jungkook se enamorara de él fue demasiado pretencioso de su parte. Tal vez, por eso, había sido condenado a la tristeza absoluta de verle ser feliz con alguien más. ۰ historia original ۰ angst, friends to lovers