HURTS LIKE HELL ┃ kookv

愛する; how do you get over it?

                El ambiente en la habitación se volvió asfixiante. Taehyung fue capaz de sentir el tacto caliente del mayor deslizarse fuera de su cuerpo, dejando un rastro frío ante la perdida de unión entre ambas pieles. Jungkook empezó a moverse, golpeándole con el collar en la cara cuando se estiró para encender la veladora que se encontraba sobre la mesa de luz.

Taehyung tembló en su lugar, estaba asustado. Quizás, actuar de aquella forma tan sincera había sido un error y notaba que no se trató de una buena idea en absoluto, así como tampoco lo fue hacerlo con la luz apagada, pues no fue capaz de registrar la primera impresión y, ahora, debía conformarse con la expresión seria que tenía en el rostro.

Jungkook se sentó en posición de loto y posó su mano en la pierna extendida del menor. Este último se mantuvo acostado, sin ánimos de moverse de su sitio; nervios carcomiéndole los pensamientos y amarrándole al colchón.

—No es una broma, ¿no?

Taehyung esbozó una pequeña sonrisa, negando con su cabeza. Aquel movimiento aturdió a Jungkook.

—No recuerdo que me lo hayas dicho, perdóname, por favor.

—Está bien, supongo que en el momento lo dije porque sabía que no lo recordarías.

Se sintió intimidado por la respuesta tan flemática que obtuvo, no ayudó a la idea de que realmente había arruinado las cosas y la preocupación llegó de pronto. Podía sentir golpes en su pecho, estos le provocaron cierta dificultad para respirar que fue acompañada por un fuerte picor en su nariz. Utilizó sus manos para cubrir su rostro e intentar eliminar aquella sensación desagradable de su cuerpo.

—Tae, ven, siéntate. —Jungkook apoyó su mano sobre su brazo, rodeándolo durante unos instantes para halar de él con la intención de ayudarlo a sentarse, pero Taehyung se negó, lo que arrancó un suspiro al contrario—. Tae, por favor.

—Perdón —dijo en un balbuceo. Su voz siendo ahogada por sus propias manos. Jungkook se disponía a preguntar el motivo por el que se disculpaba, mas el menor decidió adelantarse y explicarlo por cuenta propia—. No quería arruinar las cosas, no quiero hacerlo. Así como no quiero que dejes de ser mi amigo, te prometo que puedo controlarlo, yo siempre pude, me cuesta cada día más pero voy a poder. No tiene que cambiar, no te alejes, por favor.

Las palabras salieron apresuradas de su boca. Delató su ansiedad y lo compungido que le tenía la situación. Jungkook apretó sus labios en una mueca ligera; observaba como poco a poco las piezas de un enorme rompecabezas comenzaban a encajar y la imagen que le devolvía era el motivo por el cual Taehyung actuaba extraño. 

—No arruinaste nada, ven, siéntate. Vamos a hablar.

Obedeció con lentitud, descubriendo su rostro antes de sentarse en la misma posición que Jungkook, quien sonrió apenado al notar las lágrimas atiborradas en sus ojos.

—¿No estás molesto conmigo? —La pregunta fue realizada en voz baja, con algo de miedo.

—¿Cómo voy a molestarme contigo? —Incrédulo ante la pregunta, colocó una mano en su barbilla e hizo algo de presión para que la mirada contraria estuviera dirigida a él—. Estoy molesto conmigo, por no recordarlo o no detenerme a observar el cómo actuabas con detalle.

Silencio en la habitación. Taehyung sintió un ligero escalofrío recorrer su espina dorsal al notar la vista perdida de Jungkook.

—Oh, Dios, Taehyung, debe ser un infierno para ti, por favor, perdóname.

La expresión del mencionado cambió a una de sorpresa cuando los brazos ajenos le rodearon con fuerza, demasiada para tratarse de un abrazo común.

—Por favor, perdóname, te prometo que jamás lo noté, no era mi intención... Yo, demonios, debí haberlo notado para poder cuidarte mejor.