No quiero ser tu hermano «Jeff The Killer x Homicidal Liu»

🔻Quédate conmigo🔺

Liu estuvo fuera dos noches.

Jeff simplemente estaba algo enojado, no sabía que hacer, normalmente no hace nada en específico. Pero esta vez le estaba abrumando el estar solo en espera de Liu y necesitaba hacer algo, algo que lo distrajera de todo.

Poco tiempo después, el chico estaba en la habitación recostado en la cama mirando hacia arriba mientras escuchaba música Rock con audífonos. (La canción de "The Technicolors- Neon Roses es mi preferida hasta ahora -u-)

Su momento fue interrumpido a causa de que sintió una presencia cerca. Abrió sus ojos y se recargó sobre sus hombros levantando parte de su torso, ahí pudo ver a Liu en la entrada de la habitación.

Este le sonrió de lado al ver qué Jeff se levantó para verlo. El azabache se quitó los audífonos, seguido, miró de pies a cabeza al que estaba en la puerta.

– No preguntaré donde estabas, no preguntaré nada – Mencionó Jeff con cierto enfado mientras se levantaba de la cama.

– yo... Solo no pensé que estaría fuera tanto tiempo... Lo siento – Respondió el de cicatrices haciéndose a un lado para dejar a Jeff pasar.

Jeff no respondió ya que siguió con su camino hacia la cocina para comer algo.

La razón de la molestia de Jeff es que, después de regresar y estar con él unas horas, ni se molestó en continuar con la explicación que dejó a medias, tampoco daba señales de querer hablar con él.

Y algo que incrementó su enojo fue que notó una marca en el cuello de Liu, no era una cicatriz, tampoco una herida. Una marca semi redonda de tono moradito.

El de ojos azules apretó los puños para luego tomar camino hacia la puerta principal para salir.

– ¿A dónde vas, Jeff? – preguntó Liu extrañado.

– ¡Vuelvo luego! – El aludido gritó después de cerrar la puerta.

Se dirigió al lugar más cercano donde hay personas para tomar al primero que se le cruce y arrebatarle la vida como lo había hecho con múltiples personas desde hace tiempo. Se desquitó y desahogó cruelmente con cinco personas a las que les desfiguró la cara por completo.

Unas horas más tarde, Jeff aparece de nuevo en la pequeña casa con Liu.

Este chico estaba manchado de sangre en sus manos, sus zapatos, parte de su pantalón y la bolsa de enfrente de su suéter estaba salpicada también.

Liu vió a Jeff entrar de esa manera a la casa, tenía la cabeza agachada con un poco de su cabello azabache cubriendo su cara.

– Solo espero que hayas tenido cuidado de que no te vieran – Mencionó Liu sentándose en un sillón.

– Hm... Cómo sea – Respondió de manera muy seca, avanzando para ir al baño y lavarse la sangre.

Ambos muchachos no se hablaron mucho todo ese día.
Cuando cayó la noche, Jeff esperó a que Liu estuviese dormido para irse a descansar en el sillón con tal de no estar con él en la misma cama.

Al día siguiente, Liu se iría nuevamente dejando a Jeff solo.

Los días siguientes había hecho lo mismo, se iba por un tiempo a quien sabe dónde. Jeff ya intuía con quién iba, ya que hubo solo dos ocasiones en las que regresaba con marcas en el cuello, lo vió cuando Liu se había descuidado y no tenía su bufanda para esconder su cuello.

Por esto, no intentó seguirlo a ningún lado, ni llamarlo. Él solo le avisaba que iba a salir, y es todo lo que le decía a Jeff.
Aún que a veces Liu salía por encargos de Jason, pero las otras veces era por Jane.

Siguió así por una semana y media. De vez en cuando Jeff aprovechaba su soledad y bebía lo que más le gustaba: El vodka.

Su leve adicción al alcohol seguía presente. Y como era de costumbre, al estar ebrio se ponía depresivo recordando todo lo que hizo, causando que sintiera un peso enorme por sus acciones.

En fin, uno de esos días por la tarde, Liu estaba con Jeff.

El de cicatrices se encontraba sentado en un sillón con una caja con balas en la mesita en frente suyo, recargó su arma con dichas balas, al terminar, se puso de pie y se dirigió a los gabinetes de la cocina para guardar la caja con balas.

En esto, Jeff aparece atrás de él que iba por un poco de agua.

– Jeff... Voy a salir, traje más comida por si tienes hambre – Avisó el mayor y le acarició la cabeza al chico.

Estaban frente a frente, Jeff sin expresión en su rostro miró al más alto. No quiere que se vaya. Lo quiere ahí con él aún que sea ese día.

Jeff tragó saliva y miró hacia abajo.

Liu se dirigió a la puerta dispuesto a salir.

– Liu... – Llamó el menor.

– ¿Hm? – detuvo su camino el aludido con la mano en el pomo de la puerta.

El de ojos azules se dió la vuelta y se acercó al mayor para quedar frente a él.

– N-no te vayas – Pidió Jeff.

El más bajo estiró sus brazos para rodear el cuello del mayor, empujó su cabeza con sus manos para acercarse y besarlo.

Liu no se negó y siguió con el beso.

Esta vez Jeff puso más acción en lo que hacían, pegó su cuerpo contra el de Liu. Bajó sus manos acariciando desde los hombros del mayor hasta su cintura, donde comenzó a buscar por dónde meter sus manos para tocar por debajo de sus ropas.

El de ojos verdes tomó al menor por su cadera mientras ambos hacian más intenso el beso al mismo tiempo, la temperatura en sus cuerpos iba incrementando.

Jeff logró tocar la piel del otro muchacho, llevó sus manos hacia el abdomen ajeno, pudo sentir pequeños relieves que indicaban que había músculos levemente marcados. Ahora, intentó desvestir al mayor comenzando por su chaqueta.

Liu entendió y se la quitó, al igual que su bufanda, este mismo, cargó a Jeff haciendo que enrede sus piernas al rededor de su cintura.

Continuaron con el beso un momento más, para luego entrar a la habitación donde el mayor dejó a Jeff en la cama cuidadosamente. Lo dejó acostado observándolo mientras se quitaba la camiseta negra que vestía quedándose únicamente con el pantalón.

Un tono rosado apareció en las mejillas del menor. Liu se colocó encima del muchacho acorralandolo, se inclinó siguiendo con el beso.

Una de las manos de ambos se entrelazaron mientras se besaban.

Después de unos segundos, ambos se separaron para respirar un poco, en esto, Jeff nota una marca en un costado del cuello del mayor.

– Quédate conmigo hoy – Susurró Jeff mirando a los ojos verdes frente suyo.

El de piel blanca se acerca si dudarlo y besa el mismo lugar de la marca en el cuello ajeno, de ahí comenzó a besar y lamer ese lugar. Pudo sentir la respiración excitada de Liu en su hombro mientras este intentaba quitarle el suéter blanco que tiene puesto.

Será una tarde larga.

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