Cuando el corazón manda...

Sinceramente al principio lo que sentía no era mas que una atracción solo física, pero con todo lo que pasó entre nosotros empezé a sentir algo un poco mas fuerte, algo que no estaba segura de lo que era, sabía que era mas fuerte que solo una atracción, pero no estaba segura de que mismo era.

Sabía que entre él y yo no podía pasar nada nunca, decepcionaría a mi familia y a la de él, sabía que la madre de Javier me consideraba como una hija para ella pues solo había tenido hijos varones, entre ellos Javier.

Si llegaba a pasar algo entre nosotros sería lo mas parecido al fin del mundo, mis padres y mis tíos confiaban en mí, y por mi bien tenía que deshacerme de ese sentimiento antes de que se hiciera mas fuerte.

Para empezar; Javier no era mi primo directo, el padre de él era mi primo directo, Javier llegaba a ser mi primo en segundo lugar y por eso no me sentía tan culpable, aunque tengo que admititr que a veces el sentimiento de culpabilidad me inundaba por dentro y la conciencia me mataba por dentro.

No podía decircelo a nadie, nadie debía entererse de lo que sentía por él y por eso lo guardaba en mí y de vez en cuando al recordar lo que sucedería si alguien se enterara de mis sentimientos.

Ese día mi vida se terminaría por completo, no solo por haberles fallado a mis tíos sino a mis padres y al resto de mi familia, tanto peso y culpabilidad no me dejaban en paz, pero como siempre mantenía una sonrisa en mi rostro.