Cntouando el corazón manda...

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Un día mientras estaba revisando mi correo me enteré de que Javier estaba saliendo con una chica de la ciudad donde se encontraba estudiando, obviamente la noticia si me bajoneó porque noté como él había dejado de llamar tan seguido como antes y la verdad yo tambien me descuidé por atender mis estudios, estaba recibiendo materia muy dificil y exigente y debía prestar mi máxima atención a eso.

Luego de unos meses supe que oficialmente eran enamorados, pero Javier nunca me lo dijo, debía seguir con mi vida y también salía con un chico, luego de varios meses y citas y demas las cosas se pusieron mas serias y fue mi enamorado, pero Javier tampoco lo sabía. Había perdido contacto casi total con él, lo veía cada dos o tres meses que regresaba y cuando estaba aquí eran muy pocas veces que lo veía, ya no hablábamos tanto como antes. Tristemente todo era diferente.

A veces veía que se separaba de su novia, pero al tiempo regresaban como si nada, lo peor es que cada que lo veía aun me movía el piso por completo, parecía como si entre ambos nunca hubiera pasado nada malo, como el día del primer beso, me miraba de la misma manera como antes de irse, me hablaba con la misma dulzura como siempre y me cuidaba tanto como cuando saliamos a escondidas solo los dos. En esos momento yo me preguntaba si de verdad quería a su novia o si estaba jugando conmigo o que mismo pasaba.

Bueno, un año entero en ese vaivén tanto emocional como fisicamente obviamente cansa, él estubo en mi casa en Navidad, esta vez todo tan cambiado, lo que nunca cambiaba era su peculiar forma de saludarme, antes de comer se levantó y dijo algunas palabras para hacer el brindis, poco despes comimos y al terminar mis papis y mis tíos se fueron a conversar en la sala, y me quedé solo con mis primos en el comedor.

Estubimos hablando de todo un poco y Andrés se fue, despues llamaron a Sebas y solo quedábamos Javier y yo, un momento de silencio invadió el comedor y luego habló él primero. Una hora despues conversábamos muy a gusto, me contó un poco acerca de esa chica, dijo que estaban separados por el momento y no sabía que pasaría despues.

Estaba tan conento que incluso accedió a tomarse una foto conmigo, y vale recalcar que no le gusta tomarse fotos, guardé muy bien esa foto, sería un recuerdo de un momento especial, se fueron casi a la medianoche y los acompañé hasta el auto, Javier se subió al último y se despidió de mí con uno de sus abrazos inconfundibles y un beso muy cerca de la boca.

Cada vez me confundía mas! Ya no sabía que hacer con estos sentimientos, sabía muy de sobra que cuando él estaba conmigo se olvidaba de todo y que posiblemente ese cariño que me tenía aun estaba ahí, yo me sentía muy a gusto con él y aun tenía ese sentimiento tan especial, sin duda aun no se había perdido esa conexión. De hecho estando con él hasta me olvidaba de mi novio, y para ser sincera las cosas con él no iban muy bien, no duramos mucho, poco tiempo despues ya estaba sola de nuevo.

Fin de año y habìa salido a dar una vuelta con mi mami, mi hermana, Johanna y su hermana tambien, como era costumbre mía cada 31 de Diciembre me disfrazaba, aunque sea solo por un momento. Me sentía algo mejor despues de todo, de todos modos ya se terminaba el año y debía comenzar con actitud nueva.

Para la noche solo estaba con mi hermana, Johanna y mi madre, ibamos a la casa de mi tía porque estaban haciendo una parrillada y nos invitaron, lo que no sabía era que los padres de Javier tambien estarían allí, como en total estabamos 10 personas no entraríamos en un solo auto y nos dividimos, los adultos irían en un auto y los chicos en otro. Media hora de camino y ya estabamos ahí.

Comimos y mi prima me invitó a dar una vuelta antes de que fuera medianoche, yo llamé a Johanna y conmigo vino Javier, con ella vino Sebas y estaba mi otro primo. Los seis estubimos recorriendo todo el barrio, había música y bailes por todos lados sin mencionar los ríos de gente, todos ibamos en parejas conversando y para pasar por una calle había que formarnos uno tras otro. Javier y y nos quedamos al último, él me tomó por la cintura para pasar y se apegó a mi quedando abrazados, en ese momento sentí miles de cosas en mi estómago, luego de pasar eso me tomó de la mano y continuamos así.

Regresamos faltando diez minutos para medianoche, hicieron el conteo regresivo y nosotros seguíamos en parejas, Javier me abrazó muy fuerte en ese momento e incluso me levantó del suelo, nos soltamos y corrí a abrazar a mi madre y mi hermana, luego continué con el resto de la familia. Despues de un rato comenzó el baile y todos estábamos en la calle bailando en parejas, debo decir que me divertí mucho durante toda la noche, nos fuimos casi a las 5 de la mañana, pero primero debíamos sacar los autos del parqueadero.

Sebas, Johanna, Javier y yo nos adelantamos a abrir las puertas, Sebas entró a sacar un auto y Johanna con mi mami y mi hermana entraron a sacar el otro, en la puerta quedamos solo los dos, increiblemente era la primera vez en la noche que estábamos solos, a pesar de haber pasado todo el tiempo juntos.

En ese momento se acercó a mí y sorpresivamente me dio un beso, claro corriendo el riesgo de que nos vieran. Que delicia de labios que tenía, aun recuerdo la suavidad, el olor, la sensación y todo lo que me hizo sentir en ese momento con tan solo cerrar los ojos. Una vez que salió mi mami con el auto nos despedimos como si nada.

Creo que se había hecho costumbre comenzar el año con un beso. Llegué a casa casi a las seis de la mañana, cansadas y con frío, esa noche me dormí enseguida, y dormí tan placenteramente como hace tanto tiempo no lo hacía.

Cuando el corazón manda...Donde viven las historias. Descúbrelo ahora