Cuando el corazón manda...

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Una vez que llegaron todos los amigos de Javier comenzaron a buscar un buen lugar a donde entrar, yo los saludé a todos pero a ningun momento me solté del lado de él, ibamos cogidos del brazo a todos lados, naturalmente porque no conocía a nadie mas que él.

Una vez que se habían decidido por un lugar, entraron todos y Javier y yo nos quedamos afuera un momento, todos ellos ya tenían de 18 años en adelante, yo aún no y eso era un problema, hablamos un momento con el dueño del local y despues de un par de advertencias me dejó entrar.

Los amigos de Javier habían pedido un par de cervezas que bebían de vez en cuando mientras bailaban, ellos habían ido con la idea de encontrar alguna amiga o conocer otras chicas, por otro lado Javier y yo nos fuimos a bailar en un rincón un poco mas apartado de los demas amigos.

De rato en rato llegaba alguno de los amigos con un vaso de cerveza en la mano ofreciéndosela a Javier, él aceptaba y se la tomaba, luego regresaban a ofrecerme a mí, pero él no les dejaba, me cuidaba mucho y decía que yo no debía tomar nada de eso, y despues les mandó a comprar un agua para mí.

"Tan lindo que es, me cuida como si aun fuera una niñita muy pequeñita, me hace sentir tan protegida, confío mucho en él y se que a su lado estaré bien, despues de todo prometió que no me dejaría sola para que nada me pase"- pensaba mientras bailabamos al ritmo de una salsa bastante movida.

La verdad es que ni él ni yo bailábamos muy bien así que eso era lo de menos, no nos decíamos casi nada, solo nos mirábamos todo el tiempo y de vez en cuando sonreíamos.

Entre tropezones, risas y uno que otro pizotón nos cansamos y nos dirigimos a sentarnos en una de las mesas que estaban mas apartadas de la pista de baile donde estaban los amigos de Javier con un par de chicas que habían encontrado ahí.

Conversamos unos minutos y luego se levantó, dijo que debía ir al baño y lo perdí de vista un momento. Un chico se me acercó y se sentó junto a mí, me invitó a bailar pero lo rechazé, me preguntó tambien si el chico con el que estaba era mi novio, tenía tantas ganas de decir que sí, pero lo pensé bien y le dije que no, pasado esto me dijo que Javier era muy celoso, se levantó y se fue.

No dije nada mas porque apenas se marchó llegó Javier, se sentó y me preguntó quién era el chico que estaba hablando conmigo.

- Él? No, no era nadie- dije- solo me estaba preguntando un par de cosas pero nada mas.

En ese momento me miró, sonrió y me tomó por el brazo sacandome a la pista de baile, estaba sonando una canción algo lenta y me abrazó,- vamos a bailar un poquito mas- me dijo sonriente.

Se apegó a mí y pude sentir su perfume, a pesar de todo olía bastante bien, su perfume era suave pero a la vez muy masculino, era un aroma embriagante e hipnotizante, nos quedamos asi durante toda la canción, luego nos separamos y seguimos bailando, a ratos me daba un par de vueltas y terminaba muy muy cerca de él.

Uufff!! me tenía loca de verdad, con cada movimiento que hacíamos me sentía mas y mas enamorada? mmm, creo que si estaba enamorada de mi primo, que desgracia! Había estado tratando de no llegar al punto de enamorarme de él, pero ya estaba, ya era muy tarde. Uno no decide sobre los sentimientos, o mas claro; uno no manda sobre su corazón.

Estubimos un largo rato hablando y jugando al son de la música, eran ya casi las cuatro, y tenía que salir de ahí pronto o no llegaría a casa a tiempo. Salí y Javier me acompaño, pero a penas puse un pie fuera del local, mi celular sonó; era mi mami así que contesté pronto para no levantar ninguna sospecha.

-"Hola mami, qué pasó, ya estaba yendo a la casa, acabo de salir"

-"Tranquila, demorate nomas un poco mas, nosotros estamos donde tu tía Elena, en una hora mas o menos ya estamos en la casa"

No me dio tiempo ni a responderle nada, pues colgó enseguida, me volteé para ver a Javier quien estaba viendo un letrero (se veía tan lindo cuando estaba distraído), toqué su hombro para avisarle que tenía tiempo de una hora mas ya que mis padres estaban donde los padres de Javier. Qué tan bueno o malo sería eso?

Bueno, entramos de nuevo al local y sus amigos estaban sentados, Javier y yo los acompañamos un momento en la mesa y luego salimos a bailar hasta que fueran las cinco, miré mi teléfono y ya faltaban quince minutos, tenía que disfrutarlos al máximo y más aun estando con él.

Bailamos un par de canciones mas y me fui a despedir de los amigos de Javier, ya eran exactamente las cinco de la tarde y debía llegar puntual a mi casa, solo que no contaba con un pequeño detalle, era un día feriado y si en días normales era dificil conseguir bus mucho peor en feriado. Salimos un momento, Javier dijo que se quedaría conmigo hasta que encuentre el bus que iba a mi casa, tendríamos mucho tiempo hasta que eso pase.

Caminamos juntos a la parada y ahí estubimos diez, quince, ya eran veinte minutos y aun nada, estaba empezando a cansarme pero por lo que pude ver a Javier no le molestaba en lo mas absoluto, ambos disfrutabamos estar un momento solos los dos, la parada estaba totalmente vacía así que podíamos hablar con tranquilidad y como estaba lejos del local nadie nos molestaría en un buen tiempo.

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