No sé cómo reaccionar ante todo esto que me está diciendo Alan, es lo que trataba de ignorar, pero al fin pasó.
Aquí estoy con Alan en un techo con cien y pico de personas debajo de nosotros y él declarándome el amor que siente por mí.Esto es horrible, ¿ahora qué le voy a decir? No quiero lastimarlo, pero tampoco quiero llenarlo de falsas esperanzas.
Él es una buena persona, pero lamentablemente no me transmite lo que Jacob me transmite, y tampoco me mueve cielo y tierra. En cambio, Jacob me mueve hasta el alma.
- Por favor, di algo... - él espera mi respuesta y cuando reacciono y estuve a punto de dar mi respuesta, él pega sus labios a los míos.
¡Mierda!
Él mueve sus labios fuertemente, pero yo no siento nada. Solo siento asco; ese beso fue horrible, nada en comparación con Jacob.
Quise quitármelo de encima, pero él me aprieta más, y yo sin poder mover mis labios de lo fuerte que está apretando. Empiezo a moverme más fuerte, pero ni así puedo quitármelo de encima.- A-alan, ya basta, suéltame...
- Dime que al menos sientes algo por mí y te dejaré.
- ¡SUELTAME!
- ALAN, ¡Sueltala! - escucho esa voz. Siento cómo tiran de Alan fuertemente, haciendo que él me deje.
- Por Dios, Andi, ¿estás bien? - pregunta Dess y me abraza.
- ¿Eres idiota o qué te pasa? - escucho a Jasper regañar a Alan.
Este lo tenía agarrado del cuello, y yo aún no puedo creer lo que acaba de pasar. Nunca imaginé a Alan explotar de esa manera. Es verdad que no hablaba mucho, pero nunca creí que fuera capaz de tratarme así. Si Jasper y Dess no hubieran llegado, no sé lo que hubiera hecho.
- Quiero irme. - digo con lágrimas en los ojos y en voz baja.
- Yo la sacaré de aquí, tú encárgate del imbécil este. - le dice Dess a Jasper, y este asiente.
Caminamos y los dejamos atrás. Dess me sostenía, y esta buscaba a Gadiel con los ojos.
- Por favor, Dess, no le digas nada. - suplico.
- No te preocupes, claro que no le diré nada. Es capaz de matar a Alan si se entera.
——
Escucho la maldita alarma sonar y lo último que quiero es levantarme. Este fin de semana fue demasiado traumático para mí. Hoy empezaba la nueva semana y, como es lunes, mis ganas de levantarme no aparecían.
Pero debía hacerlo, hoy era el examen de matemáticas y tenía que enfrentarlo.
Me levanto de la cama y me dirijo al baño, me pongo el uniforme que, por cierto, es una falda corta, medias largas, una camisa con una chaqueta negra, y siempre me pongo unas botas negras altas.Suelto mi pelo y me dirijo hacia abajo para desayunar. Era raro no ver a nadie despierto todavía, o quizás...
Busco mi teléfono lo más rápido y veo la hora... casi se me sale el corazón al pensar que era demasiado temprano y que me levanté en vano. Pero no, eran las 7 y entrábamos a las 7:30.
- Buenos días. - dice mi hermano ya cambiado. - ¿y este milagro, tú lista primero que yo?
- Es que hoy es el examen. - digo tomando un sorbo de mi jugo.
- Más te vale que lo pases.
- No te preocupes, Jacob me ayudó, ya tengo todo de memoria.
Él me da una última mirada y, luego de terminar de desayunar, nos dirigimos a la escuela. Jacob no fue a mi casa esta mañana y me limito a preguntarle a mi hermano, no quiero que se imagine cosas raras.

ESTÁS LEYENDO
Andromeda Ⓒ
RomantikaElla, una virgen con hormonas dislocadas y el, un mujeriego con ambición y ego de supremacía. Los recuerdos de su adolecía los harán madurar, pero el deseo entre Andrómeda y Jacob no desaparecerá. Para que entiendan mejor mi historia debemos viajar...