Capítulo 29: Feliz cumpleaños

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— ¡Te quiero!

Eso fue lo que escuchó Mikey justo al cambiarse la luz del semáforo.

Kata, con los ojos cerrados, respiró profundo. Los abrió poco a poco, sus puños se relajaron, soltando el agarre que tenía con la sudadera del pandillero.

En ese momento, vio la luz verde del semáforo, pero ellos no se movían. Los coches de alrededor se desplazaban, los de atrás de ellos pitaban impacientes.

La chica miró hacia el rubio. Este miraba hacia el frente. Estaba rígido. Fujimoto respiró fuerte, la había vuelto a cagar de nuevo.

Volteó hacia los coches traseros, estos estaban comenzando a impacientarse, pitando sin parar.

— Mikey...

De pronto, el chico se movió bruscamente y arrancó. Kata del susto se agarró como pudo a él. Estuvo a punto de caerse de la moto si no fuera por sus reflejos.

El chico comenzó a conducir muy rápido, mucho más de lo que solía hacer, y cada segundo que pasaba iba más y más.

— ¡Mikey!—intentó llamarlo Kata. Estaba asustada por tal velocidad, pero este parecía no haberla escuchado.

En un movimiento brusco, este giró hacia una dirección en la que la chica no tenía ni idea de a dónde iba. Pensaba que la iba a dejar en su casa, pero esa no era la dirección correcta.

— ¡Mikey para!—volvió a gritar sin éxito— ¡Para por favor!

Justo al llegar a un callejón, paró la moto en seco. Kata volvió a respirar. Tenía el corazón acelerado. Miró a Manjiro, que estaba mirando al frente.

— Dilo de nuevo.

— ¿Qué?

— Lo que has dicho antes, dilo de nuevo.

La adolescente tragó saliva.

— Te quiero. —dijo en voz baja— Te quiero...Mikey.

Este se bajó de la moto sin decir ni una sola palabra. Esta tan solo observaba lo que hacía. Se paró enfrente de Fujimoto, estaba completamente serio.

— Repítelo.

La chica miró los ojos negros de Manjiro. Estaba nerviosa, muy nerviosa.

— Te quiero...

Y sin previo aviso, Mikey se acercó a ella y la besó.

Fujimoto correspondió el beso al instante. Era un beso desesperado, con fuerza. A los pocos segundos se separaron.

— Llevo toda la semana queriendo hacer esto. —confesó el pandillero.

Kata, con los ojos cristalinos, sonrió con ese comentario. Luego volvieron a besarse, esta vez más dulcemente.

— Yo también...

12 de Noviembre de 2005

Era sábado por la mañana. Lo único que quería Kata en ese momento era dormir. Al final, la noche anterior llegó demasiado tarde a su casa. Por suerte, Aneko no se percató de nada, sino le hubiera caído un buen castigo.

En mitad de su plácido sueño, escuchó como alguien tocaba la puerta. Entró sin previo aviso, despertándola por completo.

— Onee-chan... ¿me haces un favor?

...

Y en eso se sentía como la persona más cutre del mundo. Había sido manipulada por un niño de 7 años. Al parecer, Hisoka sí se percató de su hora de llegada y le chantajeó para ir a comprar sus dulces favoritos. En caso de que no lo hiciera, se lo contaría a la mayor.

DEATH (Manjiro Sano/ Mikey)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora