Capítulo 14: Un día en la playa

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21 de Agosto de 2005

El silencio inundaba la habitación, la luz del día entraba por la ventana, iluminando todo.

Kata se acomodó algo mejor. Quería seguir durmiendo un poco más y los rayos del sol no la dejaban descansar en paz. Al ver que no había manera, comenzó a abrir los ojos molesta con intenciones de correr la cortina.

Paró en seco al notar como unos brazos la rodeaban. Lo primero que vio al abrir los ojos fue el torso de alguien más, su mirada subió hasta encontrarse con el rostro de Mikey completamente dormido.

Imágenes de anoche aparecieron en su cabeza. Parece ser que sin darse cuenta ambos se quedaron dormidos. Ahora estaba la chica apoyada en el pecho del chico, mientras este la abrazaba como un pequeño koala.

Sus mejillas se sonrojaron. ¿Habrían pasado así toda la noche? Podía oler hasta el perfume del chico con esa cercanía.

Con bastante cuidado de no despertarlo, giró para salir de la cama, el rubio no movió ni un solo músculo, incluso hizo más fuerte su agarre. Pero al conseguir girarse, la presencia de alguien más le dio un susto de muerte.

— Onee-chan ha llamado. —comunicó el pequeño como si nada, al ver a su hermana despierta.

— ¿Cuánto tiempo llevas aquí?—dijo la chica completamente asustada.

— Diez minutos. —dijo el niño natural.

En ese momento Kata se percató de la situación. Le había pillado durmiendo con Mikey.

— Esto...

— No diré nada a cambio de una caja de dulces. —la chica asintió y cruzaron sus dedos meñiques en forma de promesa—Onee-chan vendrá en media hora. —avisó.

Con bastante dificultad pudo salirse del amarre, ya que aunque pudo girarse, el pandillero no la soltó en ningún momento. Comenzó a darle pequeños golpes para despertarlo, pero no funcionaba.

— Vamos despierta...—estaba comenzando a impacientarse. El pandillero debía salir de casa antes de que Aneko llegase.

Este solo hacía pequeños gruñidos y se reacomodaba para seguir durmiendo.

— Déjame a mí. —Hisoka se acercó y le tapó la nariz al chico. Al cabo de unos segundos Mikey se despertó por la falta de aire y el pequeño lo soltó. Kata solo miraba curiosa la técnica.

El líder parecía enfadado, no parecía una persona que despertara de muy buen humor. Parecía querer golpear a alguien, pero antes de que una desgracia sucediera, la chica agarró el rostro del pandillero con ambas manos.

— Buenos días. —dijo esta con una sonrisa. Mikey solo la miraba molesto, definitivamente tenía mal despertar— No quiero molestar, pero mi hermana viene de camino a casa y no te puede ver aquí.

Le soltó las mejillas y agarró su teléfono, estaba sin batería. Esta se levantó con prisas, ambos chicos solamente observaban cada movimiento que hacía la adolescente.

— Puedes bajar a la cocina si tienes hambre. —salió con prisas de la habitación, dejando a los dos chicos solos.

La habitación se quedó en un completo silencio. Mikey comenzó a sentarse en la cama mientras se sobaba los ojos, quería seguir durmiendo.

— ¿Sois novios?—preguntó de pronto Hisoka. El líder lo miró curioso, a los pocos segundos negó con la cabeza, aún estaba medio dormido— ¿Y cuándo le vas a decir que te gusta?

El niño parecía completamente tranquilo.

— ¿Hah?

— Tendré 7 años, pero no soy tonto. —dijo el pequeño algo ofendido—Parece que eres un cobarde...

DEATH (Manjiro Sano/ Mikey)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora