NOVIO DE ALQUILER

13

Felix se sorprendió de que apenas a la mañana siguiente Hyunjin lo recibiera con un chocolate caliente y donas-obviamente todo comprando- se había levantado temprano para ir a comprar las cosas.

—¿Cómo te sientes hoy? —preguntó acariciando su cabello solo para acomodarlo, estaba un poco alborotado.

—Mejor—dijo aun con los ojos cerrados por el sueño, pero bebiendo sorbos pequeños de su chocolate.

—¿Ya no duele la cabeza? —se acercó un poco más para empezar a masajeas sus sienes con los pulgares logrando sacarle un pequeño gemido de satisfacción.

—No, ya no, pero sigue haciendo eso...—pidió acercándose más a su toque.

Hyunjin solo sonrió y continuó acariciándolo un rato más hasta que Felix le pidió que parara, los dos se comieron las donas y de ahí Felix se cambió de ropa para poder salir.

Cuando ambos estuvieron listos salieron del departamento tomados del brazo, Hyunjin iba guiando ya que Felix de nuevo había encendido su teléfono y estaba viendo las mil llamadas perdidas de sus padres junto con cientos de mensajes de ambos adultos exigiéndole que volviera para hablar -o más bien pelear- sobre lo de su compromiso.

Suspiró cansado y guardó el teléfono luego de volverlo a apagar.

—¿Todo bien?

—Si, solo muchos mensajes diciéndome que vuelva a la mansión de los Han.

—Bueno, ten por seguro que no vamos para allá—sonrió.

—¿A dónde vamos?

—Ya lo veras—dijo sonriendo y caminando con más entusiasmo, Felix simplemente se dejó llevar.

Caminaron un rato hasta la estación de taxis, atrayendo bastantes miradas pues ver a dos chicos guapos tomados del brazo era algo que llamaba mucho la atención, tanto buena como mala debido a los prejuicios en Corea por las relaciones homosexuales, pero tampoco es como que alguien les fuera a decir algo.

Subieron cuando uno se detuvo y Hyunjin dio una ubicación que evidentemente no conocía, así que solo se apoyó en el hombro del pelinegro y cerró los ojos, el alto sonrió y se apoyó en su cabeza.

—¿Puedo preguntarte algo? —habló el pelimorado en voz baja.

—Si es de nuevo a donde vamos es un no—sonrió.

—No, es otra cosa.

—¿Qué pasa?

—¿Por qué haces esto?

—¿A qué te refieres?

—Tu trabajo...

—Ah, eso—sonrió y tomó la mano del menor—Pues mi madre me sacó de la escuela porque nunca pude concentrarme lo suficiente así que era básicamente un desperdicio de dinero, así que busqué un empleo y pues encontré este.

—Ya veo...

—Digo, me están pagando por salir con gente así que no le veo lo malo, soy bueno siendo un novio así que básicamente es el empleo perfecto para mí.

—Supongo que si... ¿tuviste pareja antes?

—En secundaria, muchas novias y dos novios, no duraban mucho porque se peleaban por mí, así que después de la 5ta deje de tenerlas, en preparatoria tuve una novia más, pero la dejé porque había un chico que me gustaba mucho y ella solo me usaba para presumir que había conquistado al gran Hwang Hyunjin.

—¿Y cómo es que aceptaste salir con ella?

—Sexo, era un joven bastante hormonal y ella tenía un cuerpo genial.