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Luego de haberse matado por 6 meses en la escuela de artes-y disfrutando cada momento- por fin tenía sus calificaciones en la mano.

Se sentía feliz ya que ahora podía solicitar la beca para la universidad de Sídney, literalmente salió corriendo de la oficina de coordinación para subir hasta el área de administración de becas, afortunadamente no había nadie así que pasó directo con la señorita encargada.

—Hola Hyunjin ¿Qué te trae por aquí? —claro que lo conocía y al pelinegro no se le hizo extraño, en esos 6 meses se había forjado una impecable reputación, unos lo admiraban otros lo envidiaban, pero todos en la escuela conocían que era el mejor de su clase y que tenía como objetivo ser el mejor.

—Vengo a solicitar la beca para la universidad de Sídney—dijo confiado y sin titubear, la chica entonces despegó los ojos de la computadora para mirarlo a él.

—¿Estás seguro?

—Por supuesto, elegí esta escuela porque era la más rápida en poderme dar la oportunidad de irme del país, siempre quise estudiar en esa universidad, además...—se sonrojó ligeramente—alguien me está esperando allá...

Ella solo asintió y llamó al director de carrera y su jefe, el trámite sería bastante largo, tenían que contactar a muchas personas, y coordinar un montón de cosas, pero teniendo en cuenta el desempeño del chico no podían negársela.

Lo único que faltaba era la firma de los padres pues Hyunjin a pesar de que recientemente había cumplido los 20 años, seguía siendo menor de edad... y para viajar al extranjero se requería la autorización del tutor.

Algo que sin dudas desanimo bastante a Hyunjin...

No había estado en contacto con su madre desde hace medio año, había estado yendo a la casa solo para ir sacando sus cosas poco a poco, siempre que llegaba estaba vacía, pero encontraba ciertas señas de que su mamá estaba ahí, había trastes lavados diferentes cada día, y las cosas cambiaban de lugar constantemente, en una ocasión la llegó a encontrar cuando estaba en casa-pues escuchaba ruido en el baño debido a que su mamá adoraba bañarse con música de fondo- pero debido a eso no la vio y pudo llevarse sus últimas cosas en paz.

No sabía si ella entró a su cuarto en algún momento, pero de ser así no le importo verlo vacío porque nunca llamó.

A pesar de eso, él tomó la hoja para el permiso, prometiéndoles que la traería mañana a pesar de que sus vacaciones habían iniciado ya, solo eran un par de semanas, pero podía descansar bastante bien.

Llegó a su departamento solo para comer algo, darse una ducha, comer algo otra vez por los nervios y prepararse mentalmente para confrontar a su mamá.

Le sacó varias copias al permiso-por si su mamá se alocaba y lo rompía- la metió a una carpeta y lo guardó en su mochila junto con su cartera, revisó que SuJin no le hubiera mandado otra alerta de trabajo-pues ahora se manejaban así debido a que por sus clases Hyunjin ya no podía estar en el local- diciéndole que una chica ya iba para allá, afortunadamente no había ninguna así que solo avisó que no estaría en casa durante un par de horas y se fue luego de recibir la confirmación.

Tomó un taxi hacia la casa de su mamá y esperó 40 tortuosos minutos donde un montón de malos escenarios llegaron a su mente hasta que llegó.

Pagó y bajó con paso algo tembloroso, no estaba preparado para el griterío que su madre podría decirle, pero él tenía que conseguir esa firma sí o sí.

Abrió con su código y entró, en la cocina se estaba calentando algo así que su madre si o si estaba en la casa, así que subió las escaleras encontrándola en su habitación revisando algo en su teléfono.

—Mamá...—habló firme y eso sorprendió a la señora Hwang, tanto que dio un saltito de susto para luego mirar a su hijo con ojos grandes y brillantes.

—Jinnie...—se levantó rápido para abrazarlo, el pelinegro se tensó al principio, pero después correspondió el abrazo, ninguno había dado el primer paso para hablarse por lo que habían pasado medio año sin saber el uno del otro.

—Hola mamá...

—¿Cómo has estado hijo? —preguntó separándose del abrazo solo para guiarlo hasta el comedor en la cocina con ella.

—Bien—respondió simplemente.

—¿Quieres comer? Estaba a punto de hacerlo.

—Comí antes de venir mamá, pero gracias—se aclaró la garganta—la verdad es que he venido por... otra cosa.

—¿Qué pasa?

—Sigo siendo menor de edad... por lo que necesito que firmes un permiso.

—¿Un permiso para qué?

—Es algo de la escuela.

—¡¿Escuela?!

—Si, volví a la escuela...

—Oh dios Jinnie ¿Por qué no me dijiste? —se veía demasiado emocionada.

—Tú tampoco preguntaste...

Silencio.

Ella asintió un poco incomoda, pero se sirvió de comer y Hyunjin la acompañó.

—Me hubieras dicho, así yo hubiera pagado de nuevo lo necesario.

—No... no era necesario—sí, había vuelto a la escuela, pero no a la que ella creía y ahí estaba el problema, si se le ocurría decir que era la escuela de artes probablemente lo sacaría a patadas de la casa.

Ella no dijo nada solo asintió y comió un poco.

—¿De qué es el permiso?

—Tengo que salir del país... algo así como una excursión—se inventó de la nada y gracias al cielo ella tampoco le pregunto nada.

—Dame el papel—pidió y Hyunjin lo sacó de su mochila junto con una pluma, afortunadamente el documento solo pedía el permiso explicito para salir del país, si bien tenía el nombre de la escuela y el destino, no decía que era para la beca-eso venía en otros papeles- esto solo era un permiso formado del tutor para sacar a su hijo del país por un periodo de tiempo "indefinido"-aunque la verdad es que Hyunjin había tapado eso con un papelito y cinta adhesiva delicada que no dañara el documento.

Ella firmó sin dudarlo, tal vez porque de cierto modo sentía que se lo debía a su hijo luego de todo lo que había pasado, también sacó una copia de la identificación de su madre para corroborar, y luego de acompañarla toda la tarde él se fue, dejando a su madre contenta por la ilusión falsa de que su hijo estaba haciendo lo que ella quería.

Hyunjin literalmente salió corriendo de ahí rumbo al departamento, para empezar a preparar todo para irse directo a la mansión de los Han, SuJin no estaría contenta de que le dijera que probablemente- y si todo salía bien- en un mes se iba directo a Australia durante los próximos 3 años y medio.

Así que empezó a empacar toda su ropa y pertenencias en un par de maletas que había comprado la semana pasada, lo suficientemente grandes para llevarse todo, cuando toda la ropa estuvo lista -luego de 4 horas de estar batallando en meter todo- llamó a Han pues le tenía que ayudar a llevarse sus cuadros y materiales de ahí.

Quería dejar el departamento limpio de sus cosas de una vez porque apenas le dijeran que tenía todo para que se fuera él lo haría sin perder más tiempo.

Solo había dejado unas cuantas mudas de ropa-que después se llevaría en una mochila- para aguantar pues obviamente en todo ese mes tendría que seguir trabajando antes de presentar su renuncia.

Cuando su mejor amigo llegó-junto con su novio obviamente- le ayudaron a bajar todo y guardarlo en una de las habitaciones de la mansión de los Han, se despidieron con un abrazo y Hyunjin quedó solo en el departamento.

Cenó algo y sin más se fue a dormir.

Mañana-si todo salía bien- sería el principio del fin, y dentro de un mes el comienzo de su nuevo inicio.

NOVIO DE ALQUILERDonde viven las historias. Descúbrelo ahora