NOVIO DE ALQUILER

16

La señora Lee estaba que echaba fuego por la boca.

Las fotos del día anterior le habían hecho ver que su hijo de verdad estaba enserio con ese guapo chico que había traído a arruinar sus planes.

Para colmo, el investigador aún no había podido conseguirle la dirección del muchacho donde suponía que su hijo se estaba quedando, los había perdido cuando ambos chicos tomaron el metro para "volver a casa", aunque todo había sido un despiste ya que ni siquiera necesitaban el metro, un viaje en bus y podrían regresar al departamento de Hyunjin.

—Querida... ¿no sería mejor dejar al chico en paz? —sugirió su marido ganándose una mirada asesina.

—¿Por qué dices eso?

—Bueno, Lixie se ve feliz, más feliz de lo que lo he llegado a ver prácticamente nunca, jamás había visto a mi hijo tan feliz, y creo que no es justo para él quitarle a alguien que, al parecer, es el único motivo por el que sonríe solo por capricho tuyo.

—¿¡MIO?!

—Yo nunca estuve a favor el compromiso, eso es algo que tú querías, yo simplemente no dije nada.

—¿Entonces ahora soy yo la mala? —gruñó molesta y sentándose de nuevo en el sofá.

—Yo no dije eso, es solo que incluso hasta los Han ya están considerando rendirse con esto porque su hijo está desaparecido a causa de que él tampoco quiere casarse...

—¿Entonces que sugieres?

—¿Hacer un convenio con los Han sin matrimonio de por medio?

—¿Y cómo se va a sustentar ese convenio? Sabes que un contrato no basta, no es tan seguro y no podemos sacar un beneficio de ello.

—Lo sé, pero creo que es mejor eso a sacrificar la felicidad de mi hijo solo por un capricho tuyo—dijo tranquilo, si se exaltaba ella lo haría y terminarían en una discusión—Que nuestro matrimonio haya sido arreglado no quiere decir que tengamos que arreglar uno para nuestro hijo ¿sabes?

Ella solo lo miró mal y se quedó callada.

Diferente a Felix que no le paraba la boca porque Hyunjin lo había visto un poco mal esa mañana-en el sentido de que estaba extremadamente callado y con el ceño fruncido y un puchero involuntario- así que le había preguntado que sucedía.

Hyunjin le estaba dando la oportunidad de desahogar toda la mierda que tenía retenida desde que lo intentaron prometer por primera vez a los 15, oportunidades así no se daban siempre así que empezó a decir todo además de que no es como que Hyunjin fuera a decirle algo al respecto, después de todo, apenas se terminara el mes ellos no se volverían a ver por lo que era otra ventaja de la que Felix se podía aprovechar.

Todos esos sentimientos, frustraciones y miedos que retuvo por largos años por fin estaban saliendo.

Y Hyunjin lo escuchó con paciencia y comprensión, incluso lo terminó abrazando, dejando que llorara en su pecho, que se aferrara a él e incluso se golpeara la frente contra su clavícula porque Felix de verdad estaba dejándolo salir todo.

Fueron casi dos horas de estar escuchando -y descifrando palabras porque cuando Felix se puso a llorar seguía hablando y casi no entendía-todo lo que Felix tuvo que decir hasta que simplemente se quedó quieto contra su pecho, respirando dificultosamente, aferrado a su ropa con tanta fuerza que sus nudillos se estaban poniendo incluso blancos.

Le dolía ver a Felix sufrir así, por lo que ahora su misión era intentar consolarlo de la mejor manera posible.

—¿Ya estás mejor bebé? —preguntó con voz suave contra su sien, pues el menor aún estaba escondido en su pecho.

—Si...—aunque había sonado más como un "Di" por culpa de la congestión.

—¿Quieres que te prepare un té? ¿Te doy una pastilla? ¿No te duele la cabeza después de llorar tanto? —habló mientras lo apegaba más a su cuerpo, apretando el abrazo que tenía en su cintura con un brazo mientras que con su mano libre le acariciaba el cabello con cariño y cuidado.

—No...—aunque se escuchó más como un "Do", Felix restregó su rostro contra el cuello del alto, como si quisiera esconderse más de lo que ya estaba.

Hyunjin entonces lo cargó bien y recostó a ambos en la cama-pues estaban sentados en la orilla de esta- subiendo su pierna sobre la cadera de Felix, como si fuera un koala abrazando un árbol, solo para mantenerlo escondido en su cuerpo.

El menor jadeó bajito, como queriendo iniciar el llanto otra vez, pero simplemente se escondió más aprovechando la protección que Hyunjin le estaba dando con su cuerpo e intentó dormir, Hyunjin tenía razón, después de tanto llorar le dolía la cabeza así que lo mejor era intentar relajarse y dormir un poco para aliviarlo.

Así que ese día se quedarían en casa, Hyunjin se quedó despierto, acariciando su cabello en lo que él dormía y se recuperaba, ver el rostro rojito y los ojos llorosos del menor habían golpeado su corazón de una forma horrible, y sabía que no debía de permitirse sentir de más, Felix era un cliente, no era su novio enserio, pero le dolía mucho verlo sufrir.

La suave respiración de Felix contra su cuello le producía cosquillas y un agradable cosquilleo en el vientre, ese que le decía que tenía que tener sexo pronto si no quería un dolor de testículos, pero Felix no había solicitado ningún paquete sexual, y como estaba alquilado tendría que esperar a que el mes terminara.

Para eso todavía faltaban bastantes días y no podía llamar a nadie para follar sin parecer infiel, además de que estaba prohibido porque no podía tener contacto con su vida real cuando estaba siendo alquilado.

Tampoco se sentía con la suficiente confianza de pedírselo a Felix, el chico tampoco se veía con ganas de querer hacer algo tan intimo con él, por lo que tampoco podía sugerirlo, además de que Felix tendría que pagarle -o en su caso él exigir un pago- si se llegaba a dar la oportunidad...

O bueno, él incluso estaba dispuesto a hacerlo sin cobrar porque debía de admitir que Felix le gustaba demasiado, pero, de nuevo, no podía porque Felix no se veía con las intenciones ni ganas de querer hacerlo con él.

Hasta ahora solo habían sido novios de primera base y ahora confidentes debido a los temas de sus vidas personales-muy personales- que habían hablado entre ellos por voluntad.

El sexo estaba fuera de los límites.

Pasaron cerca de dos horas hasta que Felix despertó, Hyunjin solo había mantenido los ojos cerrados por lo que apenas sintió las pestañas de Felix moverse por el parpadeo contra su piel se movió para separarse un poco y mirarlo.

—¿Cómo te sientes pequeño? —preguntó acariciando su rostro con suavidad, aún estaba ligeramente hinchado por llorar tanto y ahora la siesta, pero seguía viéndose precioso.

—Mejor...

—¿Tienes hambre príncipe? —preguntó sin dejar de acariciar su carita preciosa y Felix sonrió por eso y por el lindo apodo.

—Si tengo un poco de hambre...

—Pediré pollo frito, así no salimos y te sigo dando comida que tu madre no aprobaría para hacerte feliz.

Y con eso el menor se rió.

—Está bien, gracias...

Hyunjin dejó un beso en su bonita y respingada nariz para separarse de él e ir por su teléfono a la sala, dejando a Felix sonriendo por los cumplidos y con la cara ligeramente roja porque no entendía porque su corazón estaba latiendo tan rápido.