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Habían pasado dos meses.

Hyunjin aún tenía malos sueños de ese día, en el que acompañó a Felix al aeropuerto, se despidieron con un profundo y doloroso beso para después verlo desaparecer con sus padres entre la gente.

A partir de ese día no había podido sentirse bien consigo mismo, seguía estando en LI4R, seguía saliendo con muchas chicas que pagaban cantidades obscenas de dinero por él, algunas requerían sexo otras no, honestamente le daba igual, ya todo le daba igual.

Se sentía vacío, Felix había sido un golpe muy duro para su corazón y ahora que ya no estaba se sentía terriblemente mal.

Incluso le había pedido a SuJin que por favor retirara que salía con chicos, porque no se sentía preparado para eso, ya no, después de Felix ya no podía hacerlo. No solo por no arriesgarse sino porque ya no lo sentía correcto, había quedado flechado por ese chico y salir con otro incluso si solo había sido de mentira y por el dinero ya no estaba en consideración.

Salir con chicas - pues ahora ya lo veía solo como trabajo- ya ni siquiera lo divertía como antes, ya no preguntaba la historia porque le encantara el chisme, ahora solo pedía un par de detalles para saber que hacer.

Habían sido dos meses horribles en los que en todo momento se sintió un infiel incluso si lo que pasó con Felix fue una "mentira" más por un contrato.

Aunque claro, no todo fue mentira, esa última confesión días antes de irse de regreso a Australia y las palabras que le dijo antes de subir al avión fueron reales, él sabía que habían sido reales:

"Me gustas mucho Jin, pero no podemos estar juntos, si en algún momento vas a Australia, búscame"

Seguido de eso le había dado la dirección de su casa en un papelito, la tenía guardada en su cartera y no se había atrevido a verla para evitarse tentaciones y dolores en el corazón.

Lo peor de todo es que-por muy increíble que sonara- no tenía el número de Felix, como en todo ese mes estuvieron literalmente pegados a la cadera, no tenían por qué llamarse.

Llegó a su casa luego de terminar el último día del último contrato que había tenido, diciéndole a SuJin que se tomaría un descanso, ya que desde que Felix se fue, había tomado tantos alquileres como pudo, sin permitirse descansar y tener tiempo para pensar -y sufrir- en Felix.

Ella obviamente le dijo que así, las ganancias gracias a ese chico habían subido muchísimo, obviamente no iba a dejar que se agotara, le dijo que podía tomarse una semana entera de descanso, y Hyunjin se lo agradeció.

—Hola Jin—le saludó su madre cuando el pelinegro entró a la casa.

—¿Descansas mamá? —preguntaba porque era poco común verla en la casa, el horario de la señora Hwang era muy variado, nunca tenía un día fijo de descanso.

—Si querido—sonrió desde el sillón sin llegarlo a mirar, estaba tejiendo.

Hyunjin entonces se encamino ahí, apoyándose en el hombro de su madre cuando se sentó a su lado, ella apoyó su cabeza en la de su hijo y continúo tejiendo.

—¿Estas muy cansado hijo?

—Un poco, estuve ocupado.

Se quedaron en un agradable silencio casi por 10 minutos mientras tejía.

—Jin... ¿puedo preguntarte algo?

—¿Qué pasa?

—¿De verdad no quieres volver a la escuela?

Y de nuevo el silencio.

Hyunjin lo pensó demasiado, extrañaba a sus amigos, extrañaba estar tranquilo e incluso extrañaba estar ocupado con tareas, ya estaba bastante cansado de salir con una chica diferente cada cuatro o siete días y follarlas solo porque sí, ya no había gusto en ello -y todo un poco era culpa de Felix también, Hyunjin se había vuelto adicto a su cuerpo-, pero al mismo tiempo, no quería seguir estudiando la carrera en la que estaba, en la que su madre destinó el dinero para ella.

NOVIO DE ALQUILERDonde viven las historias. Descúbrelo ahora