10

1.7K 282 30
                                        

Ambos chicos estaban en el sillón del bonito departamento que ahora sería la vivienda de Hyunjin por un mes entero, agradecía que su madre no preguntara mucho sobre su trabajo eso ponía más fácil el hecho de desaparecer tanto tiempo.

—Bueno... ¿Cuál es la situación? —preguntó el pelinegro apoyado en el respaldo del sillón.

—Mis padres me sacaron de Australia para llevarme a conocer a mi prometido en dos días incluso si les dije que tengo un novio aquí en Corea, ahí es donde entras tú—empezó el menor quitándose los lentes para masajear sus parpados, estaba cansado—Nos conocimos hace 3 años en un campamento de verano, puedes usar tu nombre si quieres, eso me da lo mismo, no te van a mandar a investigar no te preocupes.

—Okey...—trató de no ver las similitudes con lo que estaba pasando con Jisung, sería completamente irónico-aunque conveniente- que este fuera el chico que conocería dentro de 2 días y se iba a prometer con su amigo a final de mes.

—Nos enamoramos ahí y pasamos lo que duró el campamento juntos, pero yo me fui, aun así, conservamos nuestro noviazgo a distancia que funciono de maravilla y de vez en cuando te venía a visitar, tranquilo, solía escaparme con regularidad en mis visitas a Corea solo para estar solo y alejado de mis padres—Hyunjin solo asintió—si decidí hablar de ti hasta ahora es porque me quieren comprometer con un chico que no conozco ¿de acuerdo?

—De acuerdo... ahora... dime todo lo que tenga que saber para que nos crean que llevamos 3 años siendo novios a distancia, empieza por tu nombre por favor—dijo sonriendo suave con un poco de burla, el pelimorado sabía su nombre por la solicitud, pero él no sabía el suyo y se sentía un poco perdido.

—Felix... Lee Felix—se apoyó en el respaldo del sillón cerrando los ojos un momento, recordar toda la situación le traía migraña—Mi nombre coreano es YongBok te lo dije después de un mes de novios porque me diste confianza, tengo 19 años, nací el 15 de septiembre del 2000, te enteraste porque querías darme un regalo el día de mi cumpleaños de sorpresa, mi tipo de sangre es AB y te enteraste porque tuvimos un accidente donde me tuvieron que donar sangre, tengo una hermana mayor llamada Rachael y una menor llamada Olivia, no las conoces pero yo te he hablado de ellas por todas las fotos en mi teléfono, me gusta bailar y cuando estábamos juntos siempre nos escapábamos a discotecas o Random Play Dance que encontrábamos por ahí, me gusta el taekwondo, lo sabes porque me acompañaste a un par de competencias y notaste que era cinta negra en ello, adoro la música, las compras y todo lo que tenga que ver con la moda porque me gusta vestirme bien y siempre me has acompañado a comprarme ropa y discos de mi grupo favorito que es Twice ¿vamos bien?

—Vamos bien—y lo decía en serio, agradecía mucho a su padre por tener tan buena memoria, aunque no siempre la utilizaba.

—Soy católico y te enteraste de ello porque te hable sobre mis deseos de casarme contigo, la boda sería en la catedral de San Andrés porque quería que fuera en un lugar cercano a mi casa en Australia y porque me gusta lo neogótico de su estructura.

—Okey... ¿algo más?

—He tenido el cabello de todos los colores posibles... platinado, rubio, castaño, negro, azul, rosa, rojo y ahora morado, no intento el verde porque me da miedo de que no se quite por completo de mi cabello además de que casi no me gusta ese color ¿okey?

—Entonces ¿cuál es tu color favorito?

—El amarillo.

—¿Bebida favorita?

—Chocolate caliente o en su defecto té helado, no me gusta el café, me altera demasiado.

—¿Algún postre?

—Brownies y galletas.

—¿Algo más que necesite saber?

—Me gusta que me abracen y acurruquen...—dijo con un poco de vergüenza, lo cual hizo sonreír al pelinegro, ya que había mostrado una faceta tan seria y fría, y ahora era un chico tierno y sonrojado con vergüenza.

—¿Te molestan los besos?

—No realmente, puedes darme los que creas que son necesarios, más si están mis padres presentes, recuerda que no nos hemos visto en mucho tiempo—dijo regresando a esa cara seria.

Una dualidad bien controlada que sin duda le daba ternura.

—¿Pediste el bono sexual? —preguntó sin rodeos, ahora que lo había visto estaba bastante convencido de que sería un buen amante sumiso en la cama.

—No lo vi necesario, pero si en algún momento se llega a necesitar un encuentro, pagare por ello también no te preocupes...—suspiró y se enderezó de nuevo, colocando sus lentes de regreso en su rostro—Se supone que llevamos siendo novios ya 3 años, nuestra primera vez ya pasó y en la mayoría de mis escapadas con las pocas visitas que tuvimos pasábamos más tiempo haciendo cosas que pensando en sexo, pero eso también sería poco creíble para mis padres así que supongo que al menos unas dos veces podrían pasar pero no es necesario ahora...

—¿Qué rol tomas? —preguntó algo inquieto, no tenía mucha preferencia en ser pasivo, aunque si era este chico no tendría problemas en serlo, podría verse tierno y encantador, pero esa voz lo había hecho temblar y estaba bastante seguro de que tenía un cuerpo increíble debajo de ese suéter negro holgado y pantalones de mezclilla apretados.

—Suelo tomar el rol pasivo, no me gusta mucho dominar ¿sabes? Es cansado, aunque también he sido activo—confesó con un poco de vergüenza.

—Genial—estaba muy agradecido con ello, sin duda sería realmente interesante estar con él—Creo que eso es todo lo que necesito saber ¿te quieres quedarte aquí hoy?

—Si, no quiero volver a casa ahora...

Aún era temprano como para dormir así que tendrían que encontrar que hacer para no aburrirse...

A Hyunjin le venía una sola cosa a la mente, pero no quería abusar, probablemente -y como con sus anteriores clientas- querría que cuando fueran sus encuentros sexuales, alguien los escuchara como para demostrar que ellos ya tenían intimidad.

—¿Quieres hacer algo en específico?

—Me está doliendo un poco la cabeza, me gustaría dormir.

—Claro—sonrió y se levantó, tendiéndole la mano para ayudarlo a levantar.

Felix la tomó y juntos fueron hasta la habitación donde el menor se quitó los lentes y se acurrucó en la cama junto con Hyunjin, el pelinegro lo acercó a su cuerpo, permitiéndole esconderse en su pecho por lo que así tenía mejor acceso a acariciar su cabello, algo que relajó visiblemente la más bajo.

—Descansa un poco, al rato cenamos algo ¿bien?

Felix solo asintió, siempre necesitaba abrazar algo para dormir, y ahora tenía un alto cuerpo tibio a su disposición para hacerlo, lo que le ayudaría mucho a dormir más rápido.

Y gratamente tendría un mes para ello.

NOVIO DE ALQUILERDonde viven las historias. Descúbrelo ahora