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El ruido de un teléfono fue el que despertó a Felix.

Estaba acostado bocabajo con Hyunjin a su lado, casi encima de él ya que un brazo estaba atrapándolo contra su cuerpo. Se movió poquito, lo que pudo en realidad, debido al peso de Hyunjin sobre él, quien seguía dormido incluso con el ruido debido a su sueño pesado y estar sexualmente satisfecho.

Con esfuerzo logró alcanzar su teléfono todavía sonando, tensándose al momento de ver que era su padre.

Algo bastante extraño ya que, por lo general, la que le llamaba siempre era su madre y con un poquito de histeria además, pero esta era la primera llamada que recibía en el día, a un horario medianamente decente y sin mil mensajes anteriores...

¿Debería contestarle?

La relación con su padre no era particularmente mala, pero no es como que fueran los mejores amigos; decidiendo que tal vez no había tanto riesgo tomó la llamada.

—¿Hola?

—Lixie, gracias a dios... me estaba empezando a asustar hijo—se escuchaba genuinamente preocupado, al que extrañó bastante a Felix.

—¿Qué ocurre?

—Estábamos preocupados por ti Lixie ¿no se me permite estar preocupado por mi hijo?

—Bueno, tampoco es como que siempre les haya preocupado algo de mi—dijo mordaz, con esa mascara de fuerza e indiferencia de nuevo puesta, una que se iba cuando estaba con Hyunjin porque no le gustaba ver esa carita tan preciosa siendo seria cuando le quedaba mejor una sonrisa.

—¿Por qué dices eso?

—Planearme un matrimonio desde los 13 no es preocuparse por mí, es decidir por mi sin importarles ni un poquito lo que pienso—como pudo se separó de Hyunjin logrando sentarse en la cama, sus músculos palpitaron ligeramente debido al desgaste por lo de hace unas horas—No quieras hacerme ver que son santos papá.

—Lo siento Lixie...

—Se que para ustedes eso significa cuidar de mí, pero le verdad es que difiero de ello...—suspiró masajeando sus paspados, la cabeza comenzaba a dolerle—voy a colgar.

—No Lix espera, yo quería hablar contigo.

—Yo ya terminé de hablar—dijo separándose el teléfono de la oreja para colgar.

—Cancelaremos el compromiso—dijo rápido y antes de que Felix pudiera presionar el icono de colgar.

—¿Qué? —regresó el aparato a su oreja—¿Qué dijiste?

—Cancelamos el compromiso con los Han, ya puedes volver Lixie, nadie te va a obligar a hacer algo que no quieres y que es obviamente innecesario.

—¿De verdad?

—De verdad.

—Si esto es una jugada sucia para secuestrarme dentro de la mansión de los Han...

—No es nada de eso Lixie, tu madre y yo hablamos, o bueno, yo hablé y ella me gritó, pero la hice entender que esto es innecesario, si queremos un convenio con los Han no es necesaria una boda para eso.

—No puedo creerte...—y lo decía enserio, nadie había logrado hacer razonar a la loca de su mamá.

—Se que no se escucha creíble, pero es verdad, vuelve Lixie, estamos preocupados por ti...

El menor se quedó en silencio aun sin poder creer lo que estaba diciéndole su padre.

—Necesito pensar.

—Sabes dónde está la mansión ¿okey?

—Okey—colgó soltando un suspiro frustrado.

Luego sintió las cálidas y grandes manos de Hyunjin contra su espalda baja, paseándose por su cintura y jalándolo de regreso a acostarse, sonrió al sentir los besos en su hombro y nuca, las manos bajando por su vientre y piernas.

—Buenos días—ronroneó contra la oreja del menor con voz ronca.

—Buenos días Jin...—dijo girándose para poder besar sus labios con suavidad, solo un pequeño pico que hizo a Hyunjin sonreír.

—¿Cómo te sientes? —preguntó acariciando su cabello con cariño, cepillando sus mechones lilas hacia atrás, dejando ver su lindo rostro.

—Estoy bien... ¿te desperté?

—Un poco, me dio frio, ya no tenía a quien abrazar.

Felix sonrió de esa forma tan encantadora que solo hizo suspirar con una suave sonrisa a Hyunjin.

Le gustaba demasiado ese chico.

Y eso era malo porque lo tenía rotundamente prohibido.

—Sobre anoche...—empezó el menor—¿Cuánto te debo? —preguntó avergonzado.

—Nada—dijo bastante seguro apegando a Felix contra su pecho para besarle la cabeza, dios, se sentía tan flechado por ese chico que ni siquiera le estaba importando las consecuencias, solo lo necesitaba con él.

—¿Qué?

—Me acosté contigo porque me gustas y porque quise, no por que quisiera sacarte dinero—confesó ya sin importarle nada, en 9 días dejarían de verse de todas formas...

—Pero—...-Hyunjin lo interrumpió.

—Se que está prohibido por el contrato, pero de verdad me gustas Felix, desde el momento que te conocí quede flechado, todo fue genuino, no estaba actuando como con las clientas, de verdad te cuidaba tanto porque estaba preocupado por ti—el hecho de decirlo sin que tuviera que verlo lo hacía más fácil.

El menor no dijo nada, simplemente se abrazó al denudo cuerpo de Hyunjin-siendo consciente de que seguía desnudo también- y se acurrucó contra su cuello, dejando un beso sobre la sensible piel de este.

—Hay que dormir otro poco entonces—respondió sin más y trató de conciliar el sueño de nuevo.

Hyunjin no estuvo sorprendido ni herido de que el menor no dijera nada sobre su confesión, pero su comportamiento suave lo dejó tranquilo, no lo estaba aceptando, pero tampoco lo estaba rechazando, podía vivir con ello.

Al menos por ahora.

Más en la tarde luego de una larga ducha-donde lo hicieron otra vez- y comer algo, Felix habló con Hyunjin sobre la llamada de su padre y lo acompañó hasta la mansión de los Han. El pelinegro sabía que Jisung no estaba ahí, se mantenía comunicado con su amigo por medio de mensajes de un teléfono desechable para evitar problemas, ellos seguían en Jeju y seguirían ahí hasta que el compromiso no se cancelara.

Lo que pasaría hoy -si es que el padre de Felix les había dicho la verdad-.

El menor estaba nervioso, incluso estaba temblando, así que Hyunjin tomó su mano, entrelazando sus dedos, dándole confianza, Felix lo miró un poco mortificado, pero después solo se apoyó en él y tocó el timbre, un sirviente los recibió y les permitió la entrada.

Llegaron a la sala donde los padres de Felix estaban con semblante intranquilo, el menor sin ser consciente se escondió un poco detrás de Hyunjin cuando su madre y padre lo vieron y se levantaron rápido de su lugar.

Felix se veía tan pequeño y tímido, vulnerable por culpa de ese muchacho quien los miraba como si quisiera arrancarles las cabezas por dañar a su novio.

—Lixie...

—Ven hijo.

Felix los miró aun con desconfianza apretándose más contra Hyunjin, el alto les dio la espalda a los señores solo para tomar el rostro del menor y dejar unos cuantos besos y palabras de aliento, diciéndole que todo estaría bien porque estaban juntos, lo había dicho en voz baja pero ambos padres pudieron escucharlo perfectamente y más aún fueron testigos de cómo su hijo se aferró a Hyunjin como si su vida dependiera de ello, intentando creerle que de verdad todo estaría bien.

Algo que les hizo sentir una cuchillada de culpa en el corazón.

Ambos jóvenes se acercaron, sentados en el sillón de dos plazas, lejos de los padres.

Y para sorpresa de ambos, los padres de Han se unieron a la conversación teniendo la sospecha de que Hyunjin sabía algo con respecto a su hijo.

Tenían que detener este berrinche de una vez por todas.

Y de ambas partes.

NOVIO DE ALQUILERDonde viven las historias. Descúbrelo ahora