El Juego de las Marionetas
Los hombres son tan simples y se sujetan a la necesidad en tanto grado, que el que engaña con arte halla siempre gente que se deja engañar.
Nicolás Maquiavélico
NARRADOR OMNISCIENTE
Por ahí dicen que un simple desliz de la reina es capaz de poner en riesgo todo el juego de ajedrez. Y también susurran que nuestros peores enemigos se disfrazan de aliados, como sombras en la penumbra. Este juego es más que una partida; es un intrincado laberinto de secretos que los Fairchild, la familia más temida y venerada del pueblo, navegan con pasos calculados.
Mientras algunos se preparan para venganzas silenciosas, como Rose Bush, que es el vivo ejemplo de cómo el sufrimiento es capaz de transformar a una oveja en un lobo feroz, otros se encuentran al borde de la muerte, atrapados en una telaraña de engaños y traiciones. Caleth Fairchild reúne a su familia en la opulenta mansión familiar, un lugar que debería ser un refugio, pero que se siente cada vez más como una trampa.
—Debemos poner todo en orden —dicta Caleth, su voz resonando con la autoridad fría de un general frente a su pelotón—. No quiero a ningún maldito cazador de monstruos detrás de nosotros. No hay lugar para deslices ni para problemas. El pueblo debe creer en nosotros, debemos seguir siendo la maldita familia perfecta que todos veneran.
Kenya, la esposa, que ha irrumpido en sus vidas como un soplo de aire fresco y a la vez como un presagio de tormenta, sonríe mientras acaricia el brazo de Caleth. Su mirada escudriña a cada uno de los presentes, pero evita la zona donde debería estar Crono, un miembro cuyo silencio grita más que las palabras.
—Las cosas afuera son más complicadas de lo que parecen —explica, su voz suave pero firme, casi como si estuviera advirtiéndoles de un peligro invisible—. La llegada de Hannibal Stalin es una señal de que estamos al borde del colapso. Si la gente despierta, perderemos todo lo que hemos construido.
La tensión en la sala crece. No se necesita mencionar el peligro que representa Hannibal para cada uno de ellos; todos lo saben. Cada mirada se convierte en un arma cargada, cada silencio, un eco de incertidumbre. La atmósfera se espesa, un juego con muchas piezas moviéndose, pero la verdad, como un veneno oculto, está a punto de salir a la luz.
—¿Qué recomiendas, madre? —pregunta Consus, la inquietud brillando en sus ojos. La culpa de haber dejado a Lucy sola en la clínica lo consume mientras ve a su padre, el titán que sostiene su mundo, tambalearse un poco más ante la presión de mantener el control.
Es un momento crucial. Caleth siente que la cuerda que sostiene a su familia está a punto de romperse. Sus secretos tienen vida propia, y aunque él es el patriarca, hay fuerzas que escapan de su control. La última vez que se permitió dudar, las repercusiones fueron mortales para su familia.
—Debemos hacer lo que mejor sabemos hacer —responde Kenya, su voz resonando con la autoridad de alguien que conoce el oscuro arte de la manipulación colateralmente—. Las sombras no tienen límites de tiempo.
La mirada de Kenya penetra en cada uno de ellos, llenándolos de un terror helado mientras cada uno comprende el trasfondo de sus palabras. El silencio es pesado, pero el miedo, como una serpiente enredada, se hace presente en cada rincón de la habitación.
—Las personas no pueden despertar. —La afirmación de Sophia resuena como un mantra, y su mirada desafiante busca la aprobación de todos—. Debemos mantener el orden, seguir haciéndoles creer que sus teorías sobre nosotros son solo eso, teorías.
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Los Secretos de La Élite® [Bloody#2]
Mystery / ThrillerLibro 2: Los monstruos acechan en Hiverdele, todos se sienten amenazados y nadie confía en nadie. El Ángel de la muerte ha renacido de las cenizas, pero no es el único peligro que hay en el pueblo. Secretos, mentiras y sangre, que hará el juego muc...