Capituli 3: Acechamiento

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Bakugo Katsuki era un alumno destacado en su clase, ser fotógrafo le gustaba y poder estudiar la carrera que le agradaba le hacia sentir ¿feliz?

Su rutina diaria era la misma siempre, salir de su departamento en donde vivía a unas cuadras de la universidad, llegar a tomar sus primeras clases para después tomar su almuerzo y al finalizar su dia de clases pasar a estudiar a la biblioteca o pasear por algún lado y sacar fotos para su portafolio. Sencillo, o bueno algo así, siempre tenia detrás de el a sus únicos amigos.

Denki estudiaba Música muy cerca de su facultad de Fotografía, así que era el primero en alcanzarlo para almorzar, de ahí Mina la única chica del grupo quien estudiaba Diseño de Modas se les unía rápidamente, pasaban a recoger a Sero que estudiaba Botánica y por último visitaban la facultad mas alejada, la de Medicina donde Kirishima estudiaba. Todos juntos con su gruñón líder iban a la cafetería para tomar su almuerzo, ellos siempre estaban animados, charlando y riendo a su alrededor.

Antes los hubiera mandado a la mierda, aunque bueno si lo hizo varias veces pero ellos no se alejaron, aunque cuando era un niño detestaba el contacto físico por la suciedad que los demas podían tener ahora le era soportable, aunque aveces cuando se encontraba de no muy buen humor solía bañar a sus amigos en un spray especial para dejarlos "limpios". Los chicos estaban por demás acostumbrados a todas las manías de Bakugo, y además sabían de su condición y de lo que habia pasado en su niñez, y ellos se empeñaban en demostrarle su cariño y amistad.

Mas últimamente aquella rutina se había interrumpido, pese a que los chicos preguntaban constantemente a donde se escapaba su rubio amigo cada que tenia oportunidad no lo sabían.

Y allí se encontraba, observando al chico mas hermoso, según sus pensamientos, que había visto en toda su vida.

Todoroki Shoto
•Estudiante de primer año en la carrera de Diseño de Modas
•19 años
•Fecha de cumpleaños: 11 de enero
•Capricornio
•Le gustaban los gatos
•Comida favorita: Soba frío

Eso y muchas mas cosas estaban anotadas en la libreta que sostenía en sus manos, cosas simples que no parecía ser malo que supiera, hasta el echo de que sus pestañas eran albinas y rojas, cosa que se apreciaba solo con una muy buena vista. O que siempre daba vueltas en su silla después de acabar con una nueva prenda.

El rubio suspiro mientras le observaba desde una ventana en aquella habitación donde el chico solía ir a trabajar en sus proyectos.







[...]







Después de que las clases de la universidad acabaron, se quedó esperando pacientemente a la salida para verificar que el bicolor saliera temprano y que no se quedara trabajando hasta tarde, realmente le preocupaba que se sobreesforzará demasiado ¿y si enfermaba?¿y si le pasaba algo allí estando solo?

El rubio gruño ante esas ideas y su mirada rojiza se ilumino al ver al chico salir, mas fruncido un poco el ceño al notarlo acompañado de una chica alta de cabello negro atado en una coleta, ambos parecían llevarse muy bien.

—Maldita zorra...—

Apretó la caja de leche que tenia en su mano haciendo que se rompiera y todo el liquido se derramara hasta caer al suelo. Tomo aire antes de emprender su camino detrás de ese dúo. Ambos no tardaron en separar sus direcciones y el cenizo solo siguió al de ojos heterocromicos hasta donde vivía.

Una casa antigua, parecía muy vieja pero lujosa y excesivamente grande según el. Lo vio desaparecer tras la puerta y se quedó un par de minutos mas antes de poder estar seguro que podría irse, su adorado Shoto ya se encontraba a salvo en su casa así que podía irse totalmente tranquilo.

Tuvo que tomar un taxi para volver, cuando por fin estuvo en su departamento se apresuró a sacar la memoria de su camara para colocarla en su computadora y revisar las fotos de ese dia.

Pasaba una tras otra, tras otra con un gesto serio y una mirada brillante rebosante de amor, mandaba cada archivo a la impresora especial para sus fotografías que había sido regalo de su madre hacia unos años.

Se levantó de su silla yendo hasta donde estaban esas fotos tomándolas en sus manos camino a pasos apresurados hasta esa habitación especial suya, la abrió y tomo un par de prendedores para colgar las fotos en esa pared.

—De verdad eres encantador —

Paseo sus manos por todas esas fotos de su adorado Todoroki, fotos que había estado tomando desde la lejanía mientras vigilaba que su chico estuviera a salvo siempre

No dejaría de vigilarlo, por que si lo hacia y le ocurría algo ¿quien podría cuidarlo si no era el?

LimerenciaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora