Capítulo 10- Una explicación por amistad.

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Las horas se habían arrastrado por el reloj conforme la ansiedad aumentaba, ni a Chad ni a Ryan se les habían pedido favores ni dado labores en sus respectivas residencias, sabiendo que ambos estaban más allá de la capacidad de responder favorablemente, sus vidas sumiéndose en la miseria absoluta.

La noche había sido lo peor, la menos durante el día habían podido distraerse con los sonidos que los rodeaban, Ryan había podido poner música hasta el límite del volumen máximo sin que nadie le dijera nada y Chad había permanecido sentado en las escaleras, llenándose del bullicio y desespero por tener todo listo para la boda, pero la pasividad calmada de la noche era más que asfixiante.

Sin poder siquiera soportarlo más, sintiendo inmensos deseos de llorar y sabiendo que se rompería en cualquier instante, Ryan marcó el número de Chad, deseando con todas sus fuerzas que solo por esa noche, no importasen todos sus errores y que Chad le consolase, tal vez él también podría consolar a Chad si resultaba estar igualmente devastado. Un timbre, dos timbres, tres timbres, las esperanzas de Ryan rompiéndose en pedazos, como la capa de hielo que cubre los lagos congelados cuando mucho peso se le para encima.

— Ry— contestó Chad en voz baja, Ryan sintió como si mil aguijones con corriente se clavasen en su piel, Chad le había contestado.

— Chad— respondió Ryan, en un vago intento por que su voz no se rompiera, susurrando en la penumbra de su habitación.

— ¿No puedes dormir?— preguntó Chad suavemente, reconociendo que necesitaba con desesperación esa llamada y que se había demorado en contestar porque el miedo lo había paralizado.

— No, ¿y tú?— respondió Ryan, su voz era un murmullo bajo que hacía sentir que ambos se encontraban nuevamente en su burbuja, esa de hacía 15 años atrás.

— No— admitió Chad, en el mismo tono de Ryan, y ambos permanecieron en silencio durante unos segundos más— ¿Ry?— llamó tentativamente, Ryan sintió su pulso acelerarse.

— Dime— susurró Ryan, apretando el celular más cerca de su rostro, como si con eso pudiera traer a Chad a su lado de inmediato.

— ¿Cantarías para mí?— pidió Chad, una súplica que hacía mucho no tenía que poner en palabras, pues Ryan siempre sabía cuánto relajaba a Chad escucharlo cantar. Fue audible para él la sonrisa seguida de un suspiro de alivio que Ryan dejó salir luego de escucharlo.

Suavemente, con la melodiosa voz que lo caracterizaba, impregnando en cada entonación todo el amor que profesaba por Chad, Ryan empezó a cantar I’ll cover you, del musical Rent, el primer musical que Chad y Ryan vieron juntos, acostados en el salón de cine de la mansión Evans y desde aquel día, el tono de llamada del contacto de Chad en el teléfono de Ryan había sido esa canción.

Mientras lo escuchaba cantar, Chad tarareaba por lo bajo, consciente de que su voz no era mala, pero que no tenía comparación con la angelical voz de Ryan y prefería dejarse llevar por sus notas antes que acompañarle. En algún punto al final de la canción, ambos decidieron que la calma finalmente les había alcanzado y sin decir palabra, colgaron, guardando cualquier otra conversación para el día siguiente.

                             👑

Ryan estaba nervioso, terriblemente nervioso, había llegado a cambiarse cuatro veces de ropa y doce de sobrero, y aunque estaba satisfecho con el resultado, no lograba contener la ansiedad.

El plan de Sharpay era simple, de cierta forma, unos dobles pagados por sus padres se harían pasar por ellos y saldrían en el helicóptero, mientras ellos aprovechaban la distracción para salir ocultos en el auto de sus padres, quienes todos sabían que tenían una conferencia en el otro lado de la ciudad a esa hora, por lo que nadie los seguiría, siendo interceptados por un auto más modesto cuando ya estuvieran lejos de la casa, que los llevarían hasta la boda de Gabriella y Troy. Sonaba difícil y complicado, por algún motivo sus padres habían estado de acuerdo y ahora todo en Ryan terminaba en lo mismo, si funcionaría o no.

Nuestro baile final.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora