Siempre y para siempre

CAP 24

Draco

Sentimientos. Lo peor que Draco ha tenido que enfrentar.

Como la tristeza y la angustia que sintió cuando se despertó solo y se dio cuenta de que Harry se había ido. La completa y total desesperación que plagó su alma cuando pensó que Harry estaba muerto.

Al principio estaba en shock, sentía que se ahogaba. No lo admitió, se concentró en la guerra, no se permitió pensar. Se derrumbó un par de veces entre toda la lucha, pero la ira es una herramienta poderosa.

Especialmente en la guerra.

Luego el alivio que sintió, cuando vio a Harry. Cuando se dio cuenta de que Harry estaba vivo. Cuando vio a Harry en el campo de batalla respiró aliviado. Se quedó clavado en el sitio, la guerra de repente no importaba, nada importaba.

Sólo Harry lo hacía.

Cuando Voldemort se fue, Harry lo miró.

Los pies de Draco se movieron solos, no estaba pensando, simplemente corrió y abrazó a Harry.

Abrazó a Harry y las lágrimas comenzaron solas.

Entonces, sintió rabia.

Se apartó y miró a Harry.

-Me has dejado- su voz sonaba tan desgarrada que Harry bajó la mirada avergonzado.

Antes de que Harry pudiera decir algo, Draco se levantó y empezó a marcharse.

-¡Draco, espera!- dijo Harry.

Pero Draco simplemente se alejó.

[...]

Habían pasado casi dos semanas desde la guerra.

Voldemort estaba muerto, todos los mortífagos estaban en Azkaban o huyendo y lo más importante, su padre había huido.

Esto debería haber preocupado a Draco, o haberle enfadado, o cualquier cosa en realidad, pero sobre todo sintió alivio por su ausencia.

Su madre fue indultada por el ministerio (ella es la razón por la que Harry sobrevivió y derrotó a Voldemort).

Después de las dos semanas las cosas empezaron a calmarse. Draco seguía teniendo un montón de pesadillas que sólo parecían empeorar. Apenas salía de su habitación. Su madre había intentado hablar con él, pero él no quería hablar.

Quería estar solo.

Hogwarts empezaba dentro de un mes. Todos podrían asistir a su último año.

Draco no estaba seguro de querer eso.

Estaba tumbado bajo las sábanas cuando llamaron a su puerta.

-Estoy ocupado- dijo pero la puerta solo se abrió. -Mamá, yo no...- dijo mientras se levantaba pero al ver la figura parada en su puerta dejó de hablar.

-Tú- uh- mamá déjame entrar- dijo Harry poniéndose rojo por alguna razón.

Draco sentía tantos sentimientos diferentes y lo odiaba.

-Bien, le pediré que te acompañe a la salida- la voz de Draco no estaba enojada por decir, pero su voz estaba tensa.

Draco se levantó, a punto de salir de su habitación.

-Draco, espera- dijo Harry mientras agarraba el brazo del rubio. -Por favor.

Draco miró a Harry y luego su mano. El contacto le hizo sentir cosas y por mucho que quisiera enfadarse, no pudo.

Draco suspiró. -Tienes cinco minutos.

Cerró su puerta y puso un hechizo silenciador.

Luego, Draco se apoyó en el marco de la puerta y se cruzó de brazos.