Siempre y para siempre

CAP 21

Harry

Harry Potter y la gran tragedia que es su vida. Sinceramente, si tuviera que describir su vida con una sola frase, sería esa. Encontró y perdió a Draco ¡en el mismo maldito día!

Cuando finalmente salieron todos de una pieza, Harry apenas dijo nada. No dijo nada los dos días siguientes, incluso cuando se quedaron con el hermano de Ron, Bill, reconoció ligeramente y se fue a una habitación separada.

Habían pasado tres días desde que escaparon de la Mansión Malfoy, el mundo de los magos, como ellos sabían, todavía necesitaba ser salvado, pero no se atrevía a salir de la habitación.

Oyó que llamaban a la puerta.

-Estoy ocupado- habló. Oyó que la puerta se abría con un chirrido.

-Por Dios, Hermione, estoy...- se detuvo al ver a Luna asomarse.

-Hola.

-Oh, hola, no me había dado cuenta... no sabía que era... pensé que eras Hermione.

-No pasa nada- ella entró y se sentó a su lado.

-Nunca te di las gracias por ayudarme a escapar- dijo después de unos momentos de silencio.

-No es a mí a quien deberías agradecer- contestó Harry.

Un poco más de silencio.

-Sabes, él habló de ti.

-¿Qué?

-Draco, habló mucho de ti en realidad.

Eso hizo que Harry se sintiera cálido por dentro pero no quería centrarse en eso

-¿Qué dijo de mí?

-Cosas buenas, sobre cómo le hiciste sentir menos solo en Hogwarts, cómo has sido su único amigo de verdad, oh y ese horrible aftershave tuyo.

Harry se rió a su pesar.

-Estoy preocupado por él- Harry finalmente dijo lo que lo había estado persiguiendo desde que salieron de la Mansión.

-Yo también, pero es inteligente. Puede cuidar de sí mismo.

-Y yo...- Harry se detuvo, siempre era difícil hablar de sus sentimientos, especialmente cuando se trataba de Draco. -Y le echo de menos- Harry no añadió cómo le había echado de menos todos los días, cómo escuchaba las noticias todos los días, sólo para poder oír algo sobre Draco, cómo casi se derrumba en la Mansión porque la idea de dejar a Draco de nuevo era insoportable.

-Lo volverás a ver.

Harry suspiró.

-No puedo hasta que Voldemort se vaya, ¿verdad?- miró a Luna, ella no encontró sus ojos.-

-¿Dónde están Ron y Hermione?- preguntó.

-Abajo, esperándote en realidad.

Eso tenía sentido, Harry se dio cuenta de que probablemente enviaron a Luna para que se fuera. Todavía tenían horrocruxes que encontrar. La angustia de Harry podía esperar.

-Ve a reunirte con ellos, bajaré en un minuto.

Luna se levantó, a punto de irse pero se detuvo en la puerta.

-Sabes, él también te echa de menos.

A Harry se le cortó la respiración.

-¿Cómo lo sabes?- preguntó, casi con delicadeza.

-Me lo ha dicho.

Con eso ella se fue, dejando a Harry con su anhelo intensificado.

[...]

Conseguir la copa de Helga Hufflepuff había sido más difícil de lo que Harry podía imaginar, pero al final, la habían conseguido y habían escapado de Gringotts .

Aunque Harry sentía una cierta sensación de victoria, que no había sentido desde que quizás vio a Draco, no pudo evitar preguntarse cómo iba a destruir los horrocruxes.

Conseguirlos ya era bastante difícil, pero sin la espada de Gryffindor, no tenían medios para destruirlos.

-Tenemos que encontrar una forma de destruirlos- dice Hermione sin aliento mientras se escurre el agua del pelo.

-Hogwarts- respondió Harry casi al instante. -Tenemos que ir a Hogwarts.

-Sí, pero hay un problema amigo, Snape es el director ahora- interviene Ron. -Todo el infierno se desatará si entramos por la puerta principal.

-Tendremos que ir a Hogsmeade, a Honeydukes- Harry trata de mantener la emoción fuera de su voz. Sin embargo, ninguno de sus amigos se da cuenta, debido a su ya exasperada respiración.

-Podemos usar el sótano secreto para llegar a Hogwarts. Para encontrar la espada- termina Harry.

Y para encontrar a Draco, piensa pero no se atreve a verbalizar este pensamiento.

-¿Y los otros Horrocruxes? Todavía quedan tres- señala Hermione.

-Uno está en Hogwarts, estoy seguro.

Ron suspira. -Vamos a asistir a nuestro séptimo año en Hogwarts entonces, supongo.

[...]

Poner un pie dentro de Hogwarts le parece a Harry surrealista, se siente como volver a un barrio del que te has ido hace poco, sin creer realmente que te hayas ido, sin creer realmente que ahora hayas vuelto.

Se encontraron con Neville en la entrada del sótano, al oírle explicar cómo había sido Hogwarts, sólo ver su cara cubierta de todas las cicatrices y moratones hizo que a Harry se le retorcieran las tripas.

Siguieron hasta la sala de requerimientos, donde ya estaban reunidos algunos alumnos y entraban más por segundos. Todos parecían heridos o magullados de alguna manera.

Estaba preocupado por todos sus amigos sí, pero si así estaban todos los demás, no quería ni pensar en cómo.

-¿Dónde está Draco?- preguntó antes de que sus pensamientos pudieran entrar en espiral.

-Harry- dijo una débil voz detrás de él.

Harry supo quién era incluso antes de darse la vuelta.

Cuando Harry se giró, casi se derritió, el alivio que lo inundó hizo que sus piernas se tambalearan y no estaba seguro de cómo se las arreglaba para seguir de pie.

-Draco- dijo, sobre todo para sí mismo, y luego corrió a abrazarlo.