BUCKY
Eufórica. Ese es el adjetivo correcto que describe a Wanda en estos momentos. Todos la esperábamos fuera del auditorio y cuando salió comenzó a asentir con la cabeza, entonces toda su familia dió un grito y se lanzaron a abrazarla. Quisiera haberme emocionado como debería, como ella lo hizo cuando estuvo en mi concierto, pero no lo hice. Mi mente está más concentrada en lo que sucederá de ahora en adelante. Ella habla y habla sin parar sobre las ofertas, de lo lindo que sería vivir en Australia o su sueño de siempre sobre estar en el SIT.
Ni siquiera recordaba que su sueño de toda la vida fue trabajar en el Instituto de Tecnología de Solem.
Ella se acerca a mí y corro a ella para abrazarla y hacerla girar en los aires. Tratando de compensar lo que siento. Wanda comienza a reírse y me contagia, su entusiasmo es tan grande que emana de ella como los ríos de nieve durante el invierno.
—¿Qué les parece celebrar en el Resort? — pregunta su padre y Wanda abre la boca emocionada.
—¡Si!— dice feliz mientras Lorna vuelve a abrazarla. Su padre la mira con tanto orgullo, desearía que mi padre me mirará de la misma manera. Sube al auto con sus padres y yo subo al mío en compañía de la banda, todos hablan sobre lo feliz que está pero yo, aún trato de asimilar que es posible que nos separemos.
Conduzco tras el auto de los Maximoff y cuando llegamos al restaurante ordenamos una de las mesas gigantes. Nos sirven vino y champagne, escuchamos música apacible y somos iluminados por tenues luces— ¿Y? ¿A dónde piensas ir? — pregunta Lorna. Wanda saca de su bolso todos los folletos de las ofertas, muchas universidades importantes la quieren.
—Cuando estuvimos en Milán, una mujer llamada Adelaide me recomendó al Instituto Militar de Ciencias Biológicas de Milán... — dijo extendiendo el folleto que muestra el instituto— Pero siempre ha sido mi sueño el SIT y también Australia. Es una decisión que debo pensar muy bien.
—Sea dónde decidas ir— comenzó su padre— nosotros te apoyaremos— murmuró abrazándola por los hombros.
Se supone que debería apoyar eso... ¿Pero cómo lo hago?
—Gracias papá, a todos de hecho— dice dirigiendo la vista y saltando de uno en uno hasta llegar a mi— Sin su apoyo, creo que no habría podido lograrlo.
—Vamos Wan, tú tienes el potencial... — le interrumpe el moreno.
—Si pero no me refiero a eso— Sam alza una ceja— Sin el apoyo emocional que todos me dieron, estoy segura de que tal vez habría renunciado. Su amistad y cariño de todos ustedes me trajo hasta aquí.
Lorna sonríe y estoy seguro que está pronto a llorar de nuevo. Sam alza su copa— Brindo por eso.
Todos la alzamos de acuerdo con sus palabras. La cena continúa con sus padres hablando de sus años de universidad y con Wanda relatando que cuando era más joven no imaginaba las capacidades que tendría. Mark me pide intercambiar lugar y aceptó porque quedó a lado de la ojo verde. Cruzó mi brazo por su espalda recargándolo en el borde del respaldo de la silla cuando me encuentro con la mirada de Erik. Si quiere que recuerde nuestra plática puedo asegurarle que la tengo muy presente.
De verdad trato de mantener mi atención y humor en la velada, me río con suavidad y abrazo a Wanda de vez en cuando y le robó besos. Pero ella nota mi tensión y acaricia mi mejilla. Sus suaves dedos hacen que me relaje y piense solo en el momento. Es aquí cuando mi filosofía si funciona. Wanda se inclina y me señala a Lorna que deja su copa de lado y solo bebe agua— ¿Estás bien?— le pregunta en un susurro y yo estoy en medio de ellas escuchando la plática.
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La Ciencia del Rock
Teen FictionWanda y James son dos personas totalmente opuestas, cada uno proveniente de dos mundos totalmente diferentes, mientras ella trata de salvar al mundo con la ciencia, él quiere moverlo con su musica. Sin embargo, los polos opuestos siempre se atraen...