La Ciencia del Rock

Extra | Se mi chica

James la mira fijamente, se ve deslumbrante ante su vestido de lentejuelas blanco, brillante con las luces de los reflectores y sus guantes de satén cubriendo sus brazos. Hay una sonrisa en su rostro qué brilla más que cualquier luz del auditorio. Sus manos sostienen con satisfacción su premio de la Academia de Ciencias de Milán después de ser la impulsora de una nueva familia de elementos químicos. No entendía ni un poco a pesar de todas las veces que ella se lo explico, aún así, él estaría a su lado recibiendo cada uno de los reconocimientos qué se merecía.

Ella encontró su mirada entre la multitud. Él se puso de pie y comenzó a aplaudir, haciendo que el resto del auditorio también comenzará a levantarse, la mirada de Wanda se llenó de asombro mirando a todo el auditorio qué reconocía su duro trabajo. Semanas de experimentos, de redacción y noches de frustración. Sus ojos brillan cuando lo encuentran otra vez y le da la sonrisa más orgullosa qué tiene.

-... Siempre soñé con tener este premio entre mis manos, desde que era adolescente, Ahora que lo tengo, aquí- dice acariciando el cristal del premio- solo quiero agradecer a todos los que me apoyaron para lograrlo. Mis padres, mi hermana, mis amigos y mi gran amor- James siente su corazón latir en su pecho, acelerándose con la fuerza de un tren bala- Sin ustedes, su apoyo y su fe en mí, jamás lo hubiera logrado. Es un honor estar hoy aquí.

La gente aplaude con fuerza mientras Wanda vuelve a tomar su lugar entre los premiados y honrados de la noche. Las personas la felicitan y la miran con ojos llenos de admiración. James también admira a esta mujer, su dedicación, su inteligencia y su convicción. Es una mujer tan inspiradora qué es muy probable que escriba otra canción para ella, o quizá un álbum completo.

Mientras continúa la noche, James solo medita en lo sorprendente de la situación: jamás se imaginó estar en una ceremonia de premiación tan importante, tampoco imaginó estar entre tantos intelectuales y mucho menos, que una de las mentes más brillantes de la generación estuviera enamorado de él. No estaba entre sus planes, siempre se imaginó en premiaciones musicales rodeado de chicas hermosas y ovaciones. Sin embargo, no cambiaría la imagen de Wanda brillando por nada. Mirar a la mujer que ama lograr sus metas lo llenó de satisfacción.

Es aquí donde su mente vuelve al pasado, seis años atrás cuando estaban en la universidad, apunto de graduarse y de separarse. Cuando piensa en aquella noche en que le propuso matrimonio, se arrepiente enormemente, reconociendo qué solo fue un impulso. Wanda se merecía más que esa simple propuesta, y aún se lo merece. Quizá hace seis años no era el momento correcto, ahora tal vez lo sea.

James decide que quiere hacer las cosas bien mientras la mira sonreír. Esta vez las hará bien.

♥️

Su teléfono suena estruendosamente en el silencio de su tranquila habitación, el sol aún no comienza a salir y su habitación está llena de oscuridad. Despierta con el corazón latiendo a una velocidad extraordinaria pero no abre los ojos, así que buscando a tientas toma su móvil y contesta la llamada.

-¿Uhm?- responde y escucha una risa al fondo qué inmediatamente identifica como Bucky.

-Olvide qué no es la misma hora aquí qué en California.

-Espero que llames por una buena razón- responde Clint mientras se deja volver a caer en las almohadas y sábanas aún sin abrir los ojos. El ojo azul al otro lado de la línea se ríe,

-No te preocupes, es por una muy buena razón- Clint no dice nada solo asiente con la cabeza con el sueño casi por vencerlo- Necesito que reúnas a la banda, nos veremos en Cartagena.