Parece que apenas ayer fue cuando nos conocimos. Aquel vecindario lindo y maravilloso, una niña de cinco años con rasgos latinos se encontraba corriendo detrás de su perro raza Golden.
Yo todo maravillado y curioso no dude en correr hacia donde se encontraban.
Aún recuerdo las primeras palabras que cruzamos. Aún no lo puedo creer...
- Buen, señor...esos son los papeles que tienen que firmar.- Luis, mi secretario me dio las carpetas.
- Si, en media hora llegará el co presidente con el que nos juntaremos para las inversiones mayores.- sonrió.
- Bien, gracias.- asintió y se retiró. Mientras que yo revisaba los contratos , mis recuerdos a tu lado no tardaron en llegar.
Fui un idiota.
Ese día comprendí eso de.... Nunca sabes lo que tienes hasta que lo pierdes.
-Flashback-
Te me declararte pero yo no sentía lo mismo por ti , yo amaba a Samantha...o al menos eso era lo que creía.
Decidiré volver a tus tierras cuando tuviste oportunidad, tú no eras de esas personas que huían de sus problemas , más bien los enfrentaba pero desgraciadamente ese no era el caso.
- ¡Por favor no te vayas!. ¡Eres mi mejor amiga!. ¡Te quiero!.- solloce en su hombro.
- Es que ese es el problema Aidan, solo me quieres como una amiga...es incómodo.- ______ se separó.
- Lo siento.- susurré con lágrimas en los ojos.
- Créeme, esto será mejor para los dos. Es tiempo de crecer Gallagher.-
Eso me quebró el corazón , solía llamarme así solo cuando la situación era seria.
- Entonces...¿Es un adiós?.- asintió con una sonrisa triste. - ¿Me abrazas?.- asintió y nos juntamos en un cálido abrazo. Iba a separarse pero la abrace más fuerte.
- Aidan, no lo hagas más difícil.- desgraciadamente la tuve que soltar.
Te vi partir al igual que las ganas de seguir viviendo, no estaba enamorado de ti pero esa estúpida ocasión tuvo que abrirme los ojos muy tarde.
→→→
- ¿Quién es el?.- señale el tipo con el que se besaba Samantha con la cuál estábamos intentando tener una relación.
- Agh, por favor Gallagher...no siempre iba a estar para ti. Me cansaste con tu tristeza hacia esa estúpida...
- ¡Cállate!!!!- se sobresaltaron.
- Yo me voy.- el tipo salió dejándonos solos.
- Tu no eres nadie para gritarme Aidan...
- Por mí...vete al diablo.- le susurré enojado y salí de ahí para dirigirme a mi casa frustrado.
Años y años tuvieron que pasar, a los 17 ya no lo pude ocultar más. Trate de localizarte pero no tuve suerte.
Pero las esperanzas son lo último que se pierde...¿no?.
-Actualidad-
He de decir que crecí como siempre lo quisiste, ayudo con la empresa de mi papá.
Desde Samantha, nunca he intentado algo con nadie más que no sea tú.
- Hora de la junta.- me dije para disponerme a caminar hacia la sala de reuniones.
- Señor Gallagher...- nos estrechamos las manos. - Buenos días.
- Buenos días igualmente. ¿Usted es el Co presidente?.- pregunté amablemente con una sonrisa.
- Ya quisiera.- sonrió. - Soy el secretario de...
- Del Co presidente.- negó divertido. ¿Tan mal se vio que lo interrumpiera?. - Perdón por interrumpirlo es solo que estoy emocionado, este sería mi primer cierre de negocios.- sonreí.
- Descuide señor y no, no soy secretario del co presidente...más bien es co presidenta.
- ¿Co presidenta?.- pregunté confundido. Se hizo a un lado para dejarme pasar.
- Señorita López...ya llegó el señor Gallagher.
Oh por Dios.
- Señor Gallagher, es un placer conocerlo.- me sonrió...la chica de mis sueños volvió.
- Ammm, ¿Señor?.- pasó su mano delante de mi a lo que reaccioné.
- Perdón.- me disculpé sonrojado.
- Bueno, yo me pasó a retirar. La espero señorita López.- le guiño el ojo y se fue dejándonos solos.
- Puedo preguntar ¿Por qué te guiñó el ojo?.- pregunté celoso.
- ¿Disculpe?.- me vio confundida.
- ¿Que por qué te guiñó?.
- Ammm, no quiero sonar grosera pero sinceramente eso no le incumbe.- bufó molesta.
- Mira...- nos sentamos. - Te lastime el corazón pero no tienes que hacerte la que no me conoce.- le tome las manos y negó alejándose.
- ¿Nos conocemos?.- me preguntó y ahora yo la vi confundida.
- Soy Aidan...Aidan Gallagher.
- Espera...ya recordé. Wow , cambiaste mucho.- me golpeó levemente el hombro.
- ¿Aún sigues enojada conmigo?.
- Tranquilo, pasado pisado. Además, no creo que debemos mezclar cosas personales con los laborales.- sonrió incómoda.
- Claro.- asentí y empezamos con el papeleo.
→→→
- Bien Thomás.- se despidieron con un beso en el cachete a lo que mordí el mío de la furia.
- Se llevan bien ¿No?.- asintió roja.
- Bien, fue un placer hacer tratos contigo.- nos estrechamos las manos y se retiró dejándome embobado.
Juro que lucharé para reconquistarla.
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