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"Una y ya".
Cinco Hargreeves.
Edad: 17 años física y 58 mental.

- _____ -

- ¿Que quieres hacer primero?. ¿Bailar?. ¿Bailar desnudos?.- pregunté emocionada hacia Cinco, estando ebria.

-  Ammm, yo creo que deberías dormir primero.- me acarició el cabello.

- Oh vamos chico lindo. Necesito que te unas a mi. Hemos vencido a muchos apocalipsis y...y...ya se me olvidó lo que iba a decir.- empecé a reír.

- Bueno, yo no creo que sea buena idea que tome, uno de nosotros debe estar sobrio para que ambos lleguemos al cuarto sanos y salvos.- negué con una sonrisa, me acerque nuevamente al bar de la academia para buscar otra botella.

- Oh, ya me acordé.- me senté en su regazo ocasionando un fuerte sonrojo por parte de el.- Debes de desestresarte junto conmigo, ambos estuvimos atareados cuidando de nuestros estúpidos hermanos.- coloqué dos copas y empecé a llenar las con el alcohol.

- Bien, creo que tienes razón.- titubeó colocando ambas manos sobre la barra.- Debo de disfrutar la noche con mi chica linda. Pero, solo una y ya.- asentí dejándole un beso en la comisura de sus labios.

- Hora de ambientar aquí.- dió su primer trago y me sonrió.

°°°
Varias horas después »

-

Y yo le dije, ¡¿Que me ves?!. Lo golpeé y salí corriendo de ahí, fue así que papá me regañó.- ambos reímos, el alcohol ya empezaba a hacer efecto en nuestro sistema, no hemos de mentirle pero se sentía tan....bien.

- Adoro ese día. Vomité al probar por primera vez el alcohol.- recordé quitándole la corbata al ver que no podía de lo tomado que estaba.

- Oye, escuché que hay diferentes maneras de hacer el amor.- explicó cerca de mis labios a lo que me sonrojé.

- ¿Ah...si?.

- Si.- asintió lentamente mientras se me acercaba, rápidamente me levanté de mi asiento y caminé hacia el bar.

- ¿No crees que hay que dejarlo hasta aquí?. Los chicos se asustaran si nos ven aquí a tantas horas de la madrugada.- señalé mi reloj con una sonrisa nerviosa.

- Oh mi pequeña _______.- negó divertido acercándose nuevamente a lo que retrocedi.- Empezaste esto...- bajó la mirada.- Es mi deber terminarlo.- alzó la mirada dejando ver su mirada de orbes verdes penetrantes.

- Ammm...- tragué saliva y me acomodé la corbata.- Creo...creo que...que ya tengo sueño.- titubee.

Mierda, no no podía utilizar mis poderes por los efectos de la bebida.

-  Necesito más alcohol para tomar valor.- asintió con una sonrisa tomando una bandeja y varias botellas a la vez, la colocó sobre la barra soltando unas pequeñas risitas.- ¡Te amo ______!.- gritó a los cuatro vientos así que rápido le tapé la boca.

- Honey, silencio.- le susurré a lo que negó.
Me quitó la mano de encima y siguió haciendo las diferentes bebidas en la bandeja.

- Honey, te quiero hacer mía.- me volvió a sonrojar, a lo que esté volvió a reír.- Solo bromeó, me encanta ponerte así.- me susurró con una voz ronca inimaginable.

- Jajajaja.- reí nerviosa.- Pero oye, creo que debes de dejar eso.

- Shhhh pequeña.- bajó su mirada a lo que traté de tapar mi cuerpo con mis manos.- Bromita.- rió dando brinquitos.- Pero si quieres no es broma.

- En que me he metido.- susurré sentandome en una silla.

Para este punto, el alcohol había desaparecido en mi. Ahora solo tenía que cuidar a Cinco...Cinco.

- Amor mío, ¿Habías visto esto?.- empezó a hacer figuras con sus manos con la poca luz que sobresalía en una parte de oscuridad.- Me amo - negó con una pequeña sonrisa.- Tengo que cantar una canción de Luis Mi. Si, lo haré.- mostró su hoyuelo.

No puede ser.
































































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→ He de pedir perdón por esto, no quiero que se lo tomen personal y mejor se los dejaré a su imaginación. Cada cabeza es un mundo diferente así que dejémoslo hasta ahí. Bye.🧿.

ᴼᴺᴱ ˢᴴᴼᵀˢ // ᴬᴵᴰᴬᴺ ᴳ. ⁻ ᶠᴵⱽᴱ ᴴ.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora