ᴼᴺᴱ ˢᴴᴼᵀˢ // ᴬᴵᴰᴬᴺ ᴳ. ⁻ ᶠᴵⱽᴱ ᴴ.

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" Rojo ".
Cinco Hargreeves.
Edad: 25 años.

- Cinco -

- Agh.- cansado del trabajo me metí a la regadera para empezar a darme una ducha. Está era relajante pero terminó al escuchar el sonido de mi celular. Frustrado salí de la ducha y contesté.

- La niña va a nacer , Cinco.- asombrado por las palabras de Allison, colgué y rápidamente me empecé a cambiar.

°°°

- ¿Lo puedes creer?. ¡Voy a ser papá!.- comenté emocionado a mi compañero de trabajo mientras manejaba y hablaba por el celular.

- Eso es maravilloso amigo, te alcanzo allá. Por cierto, ¿Que va a ser?.- rió.

- Una niña...- cuando menos lo sentí, choque contra auto perdiendo la conciencia.

°°°

Caminaba hacia la entrada del hospital, preparado para ver a mi pequeña, conforme más crecía mi felicidad, más aumentaba los pasos.

La gente me ignoraba pero era lo que menos me importaba al igual que el resto de sangre alrededor de mi cara.

A quién le mientes si en tu soledad
Quieres verme otra vez
Por ti respondo lo que tú me das
Lo que nadie sabe

Mientras más pasaban los minutos, mi desesperación aumentaba al no encontrar a mi mujer e hija.

Me decido por ti, te decides por mí
A la misma hora
Me dan ganas de ti, te dan ganas de mí
A la misma hora

- ¡______, amor!.- les grité a través del cristal mientras la veía pujar, llegué a tiempo.

Te quiero sentir aquí
Me dan ganas de ti, te dan ganas de mí
A la misma hora

- Nuestra hija es hermosa.- le dije a mi esposa mientras veía como la besaba.

- Mamá, ¿Donde está Cinco?.- le preguntó a mamá Grace.

- ¿Como que donde estoy?. A tu lado cariño.- le toque la mejilla pero mi mano la traspaso, no.

- Lo siento cariño, cuando venía hacia acá chocó con otro automóvil y no...no sobrevivió.

- Mamá no, mamá no...¡Cinco!, ¡Cinco!, ¡Amor no!. ¡No!.- volteé aguantandome las ganas de llorar. Acabo de morir.

Tres y cuatro de la mañana
Ven, mata estas ganas
Vamos a llegarle a mi cama
Que todo lo he ignorado por ti
Todo ha sido por ti
Mi cuerpo, sin saber, te llama

Caminaba por los pasillos con lágrimas en los ojos, moría, dejé a las mujeres que amo, las abandoné.

4 años después »

Y estas no son horas de llamar
Pero es que el deseo siempre puede más
Podemos pelearnos y hasta alejarnos
Pero cuando llega la hora