" Un problema más ". Aidan Gallagher. Edad: 19 años.
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Se que son desconocidos pero no tengo a alguien mas para desahogarme...tengo un enorme problema llamado: Aidan Gallagher y su estúpida moto.
Dirán, ¿Que con eso?. No tengo tiempo para explicar ya que voy a comer pero el caso es que me empezó a molestar más desde que dejó por "error" sus llaves en mi mochila (cuando claramente lo hizo para volverme a molestar) . Todo empezó pagandole como broma al no entregarlas pero estoy tan cansada de que se haya vuelto en mi sombra así que decidí que se las daría cuando terminara el receso.
- Vamos a sentarnos juntas.- comentó una de mis compañeras mientras dejaba su charola con comida a mi lado.
- Muévete.- le ordenó el fastidioso.
Mi gran problema.
- Perdón.- se disculpó con una sonrisita sentandose a mi lado y mandando a la chica al otro lado de el.
- Aidan, ¿Es encerio?.- bufó molesta.
- Aidan, si vienes a molestar a _____ lo mejor será que te largues a otra mesa.- dejó su cuchara de lado y miró al ojiverde quien tenía su brazo sobre la mesa recargando su cabeza sobre su mano.
- Solo voy a escucharla.- sus amigos empezaron a hacer ruidos burlones.
Cuenta hasta 10 _____, cuenta hasta 10.
- ¡Solo voy a escucharla!.- lo invitaron con burla.
- ¿Estás bromeando, idiota?.- bufé cansada y lo empecé a ignorar para seguir comiendo.
- Ah, no te gusta esto...¿Verdad?.- señaló los Nuggets de pollo, tomó uno y se lo empezó a comer con una sonrisa.
- Ese es mi acompañamiento favorito.- lo miré indignada.- ¡Lo deje para el final!.
- ¿Porque?.- preguntó con la boca llena, suspiré y entrecerre un rato los ojos para no perder la paciencia.
- ¿Que te importan mis hábitos alimenticios?.- solté entre dientes.
- Ok. Debo escucharte...¡Hey chicos, traiganlo!.- les ordenó a sus acompañantes mientras daba un aplauso.- Nuggets.
- ¡Nuggets!.- colocaron varias charolas con muchos Nuggets de pollo.- ¡Ta da!.
- ¿Quieren...que me coma todo eso?.- titubee nerviosa.
- Si.- respondió Aidan descaradamente.
- ¿Eso es coquetear o bromear?.- preguntó mi compañera.
- No hay repuesta.- admitió mi amiga.
- Tienes que comer mucho para que crezcas.- sugirió el ojiverde.
- Uh...- agaché mi cabeza.
- Hey hey hey...- acomodó mi pelo.- No te comas tu cabello.- bromeó al ver que esté casi entraba en el tazón con sopa.
- ¡Uhhhh!.- empezaron hacer todos en el comedor.- Miren eso.- escuché un flash...mierda, nos fotografiaron...esto afectará a mi reputación...aún no la he empezado pero tendrá problemas al futuro.
Enojada saqué las llaves y las coloqué sobre la mesa.
- Toma tus llaves y vete.- este las tomó victorioso.- No las pongas en mi bolsillo en secreto.
- ¿Cual es el punto de devolverme mi llave, eh?. Mi moto está estacionada frente a tu casa.- se recargó nuevamente viéndome sonriente.
Asombrada escupí el arroz sobre su cara, haciéndome sonrojar de la vergüenza...no sabía que iba a llegar a este punto...no me arrepiento de nada.
- Oh, asqueroso. Mira su cara.- el ojiverde aún mantenía sus ojos cerrados con una mueca. Algunos estaban asombrados y otros se aguantaban las risas.
- Está bien.- comentó tomando una servilleta.
°°°
Salí de ahí sin mirar atrás.
- ______...- voltee cansada al escuchar la voz de Aidan.- Que cola tan larga tienes.- bajé la mirada al igual que el para ver qué atrás tenía colgando una imitación falsa de cola con papel higiénico.
Rápidamente empecé a levantar el papel hasta llegar donde esté ya que tenía un pie sobre el resto.
- Mono cola blanca.
- No te burles de mi.- la miré enojada.
- Ok, te escucharé.- algunos chicos estaban corriendo hasta que uno de ellos me arrempujo siendo sostenida por Aidan a tiempo.
- Ou.
- Awwwww.
- Que lindos.- escuché los abucheos de todos, nerviosa lo golpeé en la cara con mi cabeza para después levantarme.
- ¡Hey!.- se acarició la frente adolorido.
- ¿Porque me sostuviste?.
- ¡Te ayude!.
- ¡Pues no lo hagas!.- grité al borde de un sollozo.- Y por favor, escúchame...- me acerque para susurrarle.- Toma tus llaves y ¡alejate de mi!. ¿Entendido?.
- Uh.- me empecé a alejar.
- Realmente quiero venir un día tranquila a la escuela.- susurré para mí sin dejar de caminar enojada para después ser detenida por un brazo rodearme el mío.
- ¿Estás bien?.- me preguntó mi amigo.
- Si.- respondí para no ponerlo intranquilo, este chico de alguna u otra manera siente la necesidad de protegerme al igual que Aidan...si seguía así, iba a ser un problema más.
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