ᴼᴺᴱ ˢᴴᴼᵀˢ // ᴬᴵᴰᴬᴺ ᴳ. ⁻ ᶠᴵⱽᴱ ᴴ.

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" Nada debe, nada teme ".
Cinco Hargreeves.
Edad: 27 años.

- Cinco -

- Por Dios Cinco Hargreeves, ¿Que acabas de hacer?.- me dije a mi mismo mientras me escondía detrás del sofá.

- Los pollitos dicen pío... Papá, ¿Que haces aquí?.- me preguntó Frank mientras me miraba escondido a lo que sonreí nervioso.

- Ah hola Frank, ¿Cómo estás?.- pregunté nervioso.

- ¿Estás jugando a las escondidas?.- preguntó curioso.

- Ammm, no no, Frank, nunca te cases.- admití nervioso.

- ¿No, porque?.- preguntó confundido.

- Es como matarse a uno mismo.- asentí.

- Pero yo quiero ser como tú cuando me comprometa. - lo voltee a ver sorprendido.

- ¿Encerio tú quieres ser como yo?. Me admiras tanto que quieres ser como yo.- pregunté orgulloso a lo que asintió con una sonrisa.

- Si, y ser como mami, y obligar a hacer lo que yo quiera.- asintió con una sonrisa a lo que se me olvidó la felicidad.

- Si fueras como yo, me daría lastima la persona que te encuentres.- hice una mueca de frustración.

- ¿Papi, estás jugando a las escondidas con mami?.- se levantó del suelo y se acercó dónde estaba yo.

- Oh no, es solo que...mami encontró el teléfono de papi desbloqueado....- admití con miedo, digo, el que nada debe nada teme. No oculto nada pero aún no le temo.

- Oh, se va a enojar mucho contigo.

- Ah, ¿Porque dices eso?.- me estaba asustando de más.

- A mami no le gusta que hables con amiguitas.- negó con la cabeza.

- Frank, papi no habla con amiguitas...pero, las amiguitas si le hablan a papi.- admití nervioso.
- Y sabes que mami se molesta con todo y con todos...claro, menos contigo.

- Mmmm, ¿Me dejas tu herencia?.- sonrió a lo que negué.

- Frank, no me voy a morir.- negué nuevamente.

- Mami te va a matar.- asintió.

- ¿De dónde aprendes todo eso?.- pregunté confundido.

- Cinco...- escuché a mi esposa a lo que brinque del susto.

- Shhh.- le hice una señal a Frank de que no dijera nada.
- No digas nada.- le susurré.

- Cinco, ¿Dónde estás?.- me preguntó.
- Hola mi amor, ¿Que pasó?.- acarició la mejilla de Frank.

- Mami, ¿Vas a matar a papi?.- preguntó.

Encerio, amo a mi hijo pero ahora solo lo quisiera con cinta en la boca.

- No, claro que no amor. ¿De dónde sacas eso?.

- Ah, porque está escondido ahí.- me señaló detrás del sillón.

- Frank traicionero.- salí de mi escondite.

- ¿Que hacías metido ahí?.- señaló mi antiguo escondite.

- Hola mi amor.- ignore su pregunta.
- ¿Cómo estás?. Aquí, Ammm, es... ¿Quieren meterse conmigo?.- sonreí nervioso.

- Ammm, no, toma tu teléfono.- me lo dió.

- Gracias...¿No estás enojada?.- pregunté confundido.

- ¿Debería?.- alzó una ceja a lo que negué.

- Ammm, no no mi amor, no te oculto nada en el teléfono.- comenté.

- Está bien, iré a la cocina.- empezó a caminar confundida.

- Papi, de la que te salvaste.- susurró Frank.

- Ya no confío en ti, Frank.- admití y seguí a mi esposa.

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→ CC: (cuyo nombre no sé).