𝗜.𝗪.𝗔.𝗕.𝗬

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Resumen del cap anterior por si no se acuerdan: Rodrigo e Iván van a donde supuestamente está Tomás con Sofía. Al llegar, Iván obliga a Rodrigo a quedarse en el auto y luego entra por un túnel hasta toparse con la habitación. Ahí, es en donde ve a una Sofía sonriente y a un Tomás dormido. Por obligación debe quedarse.

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“ —Mi Barry—Dijo, después de unos segundos, y se volvió a caer en la cama, echando unas risitas.

—¿Barry te hace feliz?

Giré la cabeza para verlo, me sonreía como un pibe de 3 años. Me hizo feliz verlo sonreír.

—Oooobvio—Imitó una voz femenina, riéndose, y se acercó a mí, acariciándome el pelo.

Me reí, —¿Qué hacés?—Se encogió de hombros, y se apartó un poco—Bueno, a ver.. Definí mundo en una sola palabra.

Le dije, pensando en que obviamente diría Streamear, o alguna chica que conocía y quería. Después de todo, estábamos borrachos.

Su sonrisa disminuyó, sólo me miraba, raro. Una ola de nervios invadió mi cuerpo cuando ví como me recorría con la mirada.

—Vos. ”

Tragué saliva. Tuve el impulso de querer llorar. Sabía que no lograría salir con vida con ella acá. Estaba loca. Le faltaban tornillos, jugadores, estaba.. ella estaba muy loca.

De la nada empezó a llorar.

—Es que.. —Se rió. Yo sólo la miré, confuso—Mataste a mis papás.

Sabía que esto iba a pasar. Su confusión quedó desde que se enteró de eso. Ella creía que había matado a sus papás, y llevarle la contraria no iba a cambiar nada. Empecé a negar, como si eso funcionaría en algo.

Hizo un puchero que me pareció de todo menos tierno, y aspiró algo sobre la mesa.

—Me sacaste a lo.. a lo que más amaba en mi vida—Siguió, refregándose la nariz—¡Víctor!

Antes de mirar hacia atrás, me sonrió, y luego entró Víctor. Pero no entró solo.

Tenía a Rodrigo.

¿Cómo había llegado hasta acá? Todo me decía que él me podía haber desobedecido, conociéndolo. Pero Víctor, él podía estar vigilando el auto desde que nos estacionamos.

—¿Y los papeles?—Víctor le preguntó y Sofía le señaló el maletín sobre la mesita, antes de dispararle en la frente. Toda la sangre cayó en Rodrigo, que había quedado quieto, mirándome.

—Ese idiota no sabe hacer las cosas por sí solo—. La chica frente a mí se acercó a Rodrigo y pasó uno de sus brazos por los hombros de él.

Carrera tenía las manos atadas con un presinto, igual que yo, y con una tela en la boca.

—Amor.

Hice el intento de romper el presinto cuando la empecé a escuchar.

—Los estuve vigilando estos días—. Me señaló a mí y a Rodrigo, que no dejaba de mirarme—Bueno, este.. —Carraspeó para luego reírse—No creí que fueras un maricón de mierda.

—¿Qué?—Frené los movimientos de mi mano al escucharla.

—¿Desde cuándo te gustan los hombres, eh? O, ¡ya sé! ¿Con cuántos estuviste? ¿Estabas con uno desde que empezamos a salir, también?—Yo la miraba, confuso. Quería escupirle toda la mierda, me estaba aguantando insultarla desde que había llegado.

—Él fue el primero, y nunca estuve con nadie más que vos cuando salíamos.

“—¿Qué?—Nos habíamos quedado callados, él más que nada. Fue la primera vez que había visto en su rostro algo semejante al sonrojo.

Se rió, y supuse que fue para romper un poco la tensión.

—Mi mundo.. qué cursi—Hizo una pausa, tomando otro sorbo de la botella, sin atreverse a mirarme por completo”

Un momento de silencio invadió la habitación, supe que esto no iba a terminar nada bien cuando se asomó una sonrisa en su boca.

—Claro—. La ironía era algo obvia en su tono de voz—Vamos a jugar a algo.

A estas alturas mi fe de sobrevivir ya estaba bien en el piso.

Me rindo. Desconocía a la chica que estaba frente a mí. Ella me dió a conocer, en un principio, una personalidad completamente diferente a esta. La de ahora era una loca, con la mente volada. La de antes parecía ser alguien con al menos sentidos despiertos.

Y eso hizo que piense en una cosa más: Conocerla siempre fue una palabra sobrante.

—Mataste a mis papás.. eso me hizo muy mal, ¿sabías?—se acercó, acariciándome el pelo, no pude evitar aguantar la respiración por el olor a la sangre—A lo que más quería en mi vida, porque después llegaste vos.

Me sonrió, y pasó otro presinto para enganchar el de mi muñeca con el caño de metal en la pared.

Rodrigo se cayó en el intento de caminar hacia atrás, y miraba a Tomás, que había despertado.

—Hubiesemos sido felices, muy felices.

En una relación de nosotros dos, la felicidad sería lo último en encontrar.

Negué: —Nunca fui feliz con vos.

Su expresión cambió por completo. Dejó de sonreír, dejó por igual de llorar. Me miraba, seria, y por un momento me arrepentí de haber hablado.

“—Enserio, ¿qué?—Había quedado mirándolo, le repetí lo mismo que antes, él se limitó a sonreírme.

—Es joda, no te lo tomés tan enserio, sabés cómo soy”

Me paralicé al ver como ella apuntó a Tomás con el arma. Él seguía forcejeando con las manos.

—Entre todas las cosas que pudiste haberme dicho, me dijiste eso—. Sentía como cada palabra las despedía de su boca con dolor. Un dolor que nunca creí que ella tendría. Menos por mí.

—No lo hagas, por favor.

Estaba llorando. Rodrigo tenía razón. En cualquier momento él estaría involucrado, incluso Tomás. Todo a mi al rededor entraría en su juego hasta llegar a donde quería.

—Ella tampoco me escuchó cuando le imploré no ir a rehabilitación. Es un lugar de locos—Su sonrisa ensanchó, yo sólo pude sentir miedo—Estar tanto tiempo con ellos, me terminó haciendo parte. Ahora sólo le quiero dar las gracias.

Y cuando creí que no habrían esperanzas de nada, Tomás había logrado romper del presinto.

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Lo vengo diciendo desde hace una banda, pero..

¡Cuenta regresiva para el final del FF!

Dicen que el día de San Valentín se concidera también como el día de la amistad para quienes no tienen pareja..

Feliz día de la amistad, jeje.