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CAPÍTULO 5

- ¿Listo?

El Butler estaba atestado de gente, todo tipo de tribus urbanas de Marssa se habían reunido dentro mucho antes de que Vry y Oliver decidieran despedirse de Luke y Marv. Parecía que hiciera siglos que la joven no entraba allí, y lo cierto era que no se sentía en su ambiente y el lugar había sido reformado. No reconoció a nadie: ni a las camareras, ni a los dos tipos que agitaban los cócteles, tampoco a los cantantes que se desgañitaban en el minúsculo escenario. La música estaba altísima, tanto que nada más entrar, los zapatos de Vry vibraron al contacto con las láminas de madera que hacían las veces de suelo. Tomó la mano de Oliver y le inmiscuyó entre la gente que saltaba y sudaba en mitad de la pista de baile, hacia la barra.

Era la primera vez que salía de juerga con un humanoide, no sabía si aquellos seres eran capaces de beber alcohol, por lo que fue a lo seguro. Pidió un par de vasos de whisky. El tipo calvo de la barra, con tatuajes por el cuello y un chaleco a rayas, no hubiera servido jamás para cirujano; su pulso era horrible, quizá porque estaba atento al grupo de chicas de la otra punta de la sala, dejando su trato al cliente en segundo plano. En otro ambiente, Vry hubiera intentado sacarle de su ensimismamiento tosiendo con disimulo, pero allí sería imposible usar esa artimaña. Oliver ayudó al hombre a apuntar sujetándole el brazo que llenaba los vasos, y éste se lo agradeció levantando el dedo pulgar y poniendo una sombrillita roja en la bebida de la joven. Oliver se encogió de hombros cuando Vry quitó la sombrilla y la puso en su copa. Gracias a Dios, se había acordado de echarles hielo.

- ¿Puedes? ¿O me tomo las dos?

-Trae aquí. -Sorbió un poco del vaso y luego se lo echó de golpe a la boca.

-Espero que no te emborraches, no quiero cargar contigo hasta casa.

-El alcohol no causa estragos en mi sistema. Es apenas una pequeña descarga de energía.

Ella dio un corto trago a su bebida, mirando en dirección opuesta a Oliver.

-Detrás de aquella puerta se hacían las timbas ilegales, ahora supongo que ese portero gordinflón está marcando la zona VIP. ¿Crees que nos dejará ingresar en el club?

-Es como yo.

- ¿Un humanoide?

-Puedo verlo a través de mis medidores de temperatura: su calor no emana de dentro a fuera, sino que se queda en la superficie de su cuerpo. -Vry no sabía de qué estaba hablando-. Es incapaz de sudar.

- ¿Sabe que eres como él?

-No, es un humanoide normal y corriente. Mi NP tiene todas las ventajas de haber trabajado en los Límites: en conclusión, muchos accesorios integrados. Mi trabajo principal era animar, pero existían otras obligaciones.

Oliver detuvo la conversación al ver a un par de hombres pararse frente al gorila; éste les dio paso tras una breve conversación. Sin duda, allí estaba sucediendo algo.

-Vamos. -Tiró de ella hacia el grandullón, salvándola de recibir unos cuantos empujones de los bailarines aficionados mientras terminaba su trago.

- ¿Qué hay?

El humanoide miró a Vry con cara de pocos amigos. No estaba acostumbrado a que le hablaran con tanta confianza; por lo general, era posar la mirada en él y el respeto afloraba de inmediato.

- ¿Qué has leído esta semana, Blancanieves?

-Los ecosistemas marinos en la antigüedad. Ha sido mi libro de cabecera para dormir mejor.

Por un segundo, no se quitó de en medio como había hecho con los otros dos. Su NP estaba registrando la cara de aquellos dos personajes; normas de la directiva con los socios nuevos. Después del primer chequeo, y haber pasado la prueba de fuego, se echó a un lado y les indicó con el brazo que podían entrar. Unas chicas detrás de Vry saltaron hacia la puerta.