-La gente ha perdido la cabeza.
En la pantalla holográfica, una nueva imagen; decenas de Nerus se congregaban en los alrededores de la casa de Siches, y aunque la seguridad no dejaba que se acercaran demasiado, las voces cortaban en ocasiones el monólogo de la reportera. Ésta, con una sonrisa estoica, aguantaba el tipo cuanto podía, deseando devolver la conexión a plató. Algunas botellas de agua y otros enseres variados -rollos de papel higiénico, encendedores de todos los tamaños, inclusive el viejo aliado del indignado: la comida podrida- sobrevolaron el espacio visual sobre la cabeza de la pobre muchacha.
La situación de Siches era desesperada: tenía a una multitud en el centro de Clots, donde se encontraba su mansión, exigiéndole que los de los Límites encontraran al Candidus y que se volvieran a abrir los vuelos, abaratándose el precio de los mismos para que todo el que quisiera fuera evacuado de la ciudad. El miedo se olía en el ambiente. Iban a terminar matándole si no cedía ante las presiones de los ciudadanos, y no tenían pinta de irse del lugar, dejándole espacio para que pasara al aeropuerto, al sureste de la ciudad. La desesperación era una de las armas más peligrosas en tiempos de revueltas.
En todo ese tiempo, Oliver se había entretenido en contar los proyectiles, aparte de calcular aproximadamente el número de personas que pretendía escalar, sin aparente éxito, las verjas que delimitaban los jardines del edificio. Vry, agotada por el día de trabajo, sólo deseaba dormir; le pesaba la cabeza, como si la tuviera hinchada, y un dolor continuo en las cervicales la estaba matando. Resolvió tomar algo para el dolor y después se acercó hacia la pantalla holográfica, apagándola. Oliver le lanzó una mirada reprobatoria.
-Lo estaba viendo.
-Y yo, pero ya no quiero seguir escuchando gritos e insultos. No van a conseguir nada con esa actitud. Podrían buscar a Derek en lugar de a ese idiota.
-Nos están incomunicando, ¿sabes? –Por la forma de abrir los ojos al escucharle, supo que ella no sabía a lo que se refería-. En la red se comenta que han cortado los vuelos definitivamente, que no hay entradas ni salidas comerciales, además de que, en breve, cuando puedan contener a toda la marabunta de gente que hay con Siches, cortarán las redes. Adiós a las llamadas y las interacciones holográficas.
Vry había visto las colas interminables de gente dirigiéndose al centro mientras regresaba del trabajo esa misma tarde, pero no se había molestado en preguntar qué sucedía. Se había quedado sin metro por las revueltas callejeras, por lo que le había tocado andar hacia casa: seis kilómetros de calles e intersecciones que sus pies no iban a olvidar en un tiempo.
-Por favor, Oliver, no te dejes engatusar por la prensa sensacionalista. -Pensó, mientras se escuchaba decirlo, que tal vez sí fueran capaces de someter a Clots a un encierro autoimpuesto, de modo que rectificó en parte su alegato-. En el caso de que eso te preocupe, chico de la información, sólo diré que no creo que en la SDC nos quedemos incomunicados.
-Debimos quedarnos donde estábamos.
- ¿Y por qué no te quedaste con mis padres? -Se cruzó de brazos, confundida y enfadada a la vez por el modo en que se lo había reprochado-. ¿Te obligué acaso a volver?
-No quería decir eso. -Se levantó del asiento y se dirigió a ella-. No te dejaré sola, y menos ahora. Además, ya no puedo salir de la ciudad.
Ella sonrió por la pequeña broma que acababa de hacer y todo fue jovial hasta que vio las manos de él moviéndose con cierta experiencia hacia sus brazos lánguidos. Ella quería apartarlos del inminente contacto, pero cuando él rozó con la yema de sus dedos la camisa de manga larga que llevaba puesta, deseó que no insistiera buscando tocar su piel directamente. Sin pensárselo dos veces, Oliver hizo que la temperatura de sus dedos se elevara varios grados, para que ella pudiera sentirle, mientras intentaba contenerse y no mirarla a los ojos. Eso podría ponerla nerviosa y haría que se alejara, así que se contentó con repasar las caderas de la joven, tan deliciosas como el aroma que manaba de entre sus pechos. Oliver era un experto en esas lides, si ella se dejara hacer, podría...
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Ficção Científica❤️NOVELA GANADORA DEL SEGUNDO PUESTO EN GOLDEN MOON AWARDS 2022 ❤️ "- Si un hombre ha sido malo, un ser malvado por completo... imagina cualquier tipo de atrocidad: ese hombre la ha cometido... y finalmente es apresado y declarado, con sumo gusto, c...