Dulce Inocencia #¹

Capitulo 1: Vidas Distintas

Todoroki Shoto se encontraba comodamente durmiendo en su futon, unos suaves toques en la puerta le hicieron abrir los ojos su sueño era muy muy ligero así que cualquier mínimo ruido echo a su alrededor le despertaba.

Su mirada se paseo por la habitación hasta ver fijamente el reloj, fruncio levemente sus cejas al ver la hora marcada

6:28 am

Tan solo ver la hora le hizo sentir inquietud, esa no era su hora de despertar, odiaba despertar si no era a las 6:30 am , tenia una estricta rutina que seguir dia con dia y que esta fuera cambiada aunque fuera mínimamente le causaba inquietud y cierto malhumor.

Espero dentro del futon hasta que el reloj marco las 6:30 en este y se levanto colocando sus pantuflas de color blanco simple, fue hasta afuera de su habitación donde fue recibido por su hermana que le miraba apenada

—Lo siento Shoto, me desperté antes y vine en cuanto desperté —

La voz suave de su hermana le gustaba, le relajaba, el de cabellos rojos y blancos asintió con la cabeza manteniendo aquel gesto neutro en su rostro. Fue con su hermana al baño para comenzar con su rutina de las mañanas.

[...]

Bakugo Katsuki sentía un terrible dolor de cabeza que se intensificaba con el sonido de su alarma sonando por todo su pequeño departamento, maldijo por lo bajo al idiota de Denki por haber llevado aquellas botellas de cerveza. Aunque mas idiota fue el al dejarse llevar por las provocaciones de sus amigos para beber.

Ahora se encontraba levantándose de mala gana de su cama, se miro unos segundos en el espejo en su habitación haciendo una mueca leve con sus labios. Llevaba la ropa del dia anterior, sentía el olor a vomito en su playera favorita, recordaba vagamente que Mina le había pedido bailar y que entre tanto movimiento había acabado vomitando encima de el.

Se estiro un poco viendose una última vez en el espejo yendo a darse una ducha rápida para poder despertarse, era una suerte que sus clases de la universidad empezaran mas tarde, realmente se arrepentía de dejarse arrastrar por su amigo pelirrojo a casa de Sero para festejar el inicio de su último año en la universidad.

Su rutina de mañana era sencilla, pero ese dia un tanto diferente gracias a la cruda que estaba teniendo por sus acciones de la noche anterior.

[...]

—¿Como te has sentido estos días Shoto?—

El mencionado solo se había encogido de hombros, se encontraba sentado encima del tapete de la oficina de su doctora mientras leía un libro, hizo una mueca cuando el celular de esta sonó llevando su mano a su oreja.

—Lo siento, lo siento, olvide dejarlo en silencio—

La mujer de cabellos negros se apresuro a disculparse, miraba atentamente al chico de cabellos bicolor que volvió a enfrascarse en su lectura. Era demasiado tranquilo tanto que no parecia padecer nada.

El bicolor miraba la hora en su reloj de color blanco en su muñeca esperando a que dieran las 3:30 pm para poder irse de allí, los colores brillantes que tenia la oficina de su doctora no le agradaban aunque ya estaba "acostumbrado" a ellos.

Pronto la puerta se abrió y su hermana Fuyumi entro, eso fue suficiente para que el se levantara y saliera de allí con la cabeza gacha hasta el auto que lo llevaría de vuelta a casa.

Miraba el recorrido por la ventana en silencio total, estaba acostumbrado a todo eso, su vida tenia una estricta rutina que se cumplía sin faltas y a el le agradaba eso, tener algo nuevo en sus días le estresaba.

[...]

Bakugo iba dormitando en el tren donde iba mientras se sujetaba firmemente para no caerse, cuando escucho que su parada estaba próxima se despertó a si mismo para poder bajar del tren.

Miro la hora con una mueca en sus labios, probablemente su profesor no le regañaria pero no le gustaba llegar tarde. Camino a pasos apresurados hacia la universidad pero antes de ello paro en un minimarket para comprar un café y mantenerse despierto en sus clases.

Tardo un par de minutos en llegar al enorme edificio donde estudiaba, al ver que se había pasado por unos minutos de su hora de clases se apresuro aun mas hasta llegar a su salón el cual tocó con fuerza esperando recibir una afirmativa de que pudiera pasar.

Fue a su asiento y se dejo caer sobre el pupitre agotado, escuchaba a lo lejos la voz de su profesor explicando la clase de ese dia.

Había intentado dormir después de su baño, pero no había funcionado y el dolor de cabeza en su cuerpo aún persistía un poco. Se acomodo bien en su lugar para prestar atención o intentarlo al menos.

[...]

Ambos chicos llevaban vidas completamente distintas, ajenos el uno del otro y de lo que enfrentaban. Uno viviendo como si fuese un ave en cautiverio y él otro siendo libre de hacer lo que quisiera sin ser irresponsable.

Podían ser diferentes pero eran justo lo que el otro necesitaba en su vida, e iban a descubrirlo pronto.