Capitulo 14: La ensoñación de un amor

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Estaba empezando las fechas decembrinas del año, después de aquella noche de tragos con sus amigos siendo plenamente mucho mas consciente de sus propios sentimientos hacia el chico del que se encargaba de cuidar dia a dia, se esmeraba mucho mas en acercarse a el, en cuidarlo, en llenarlo de la atención y cariño que sabia se merecía. Durante esas semanas probaron salir mucho mas haya de las noches en aquel parque, tras la aprobación de la doctora Nemuri claro, y aunque las primeras veces fueron un desastre poco a poco avanzaban un tanto mas.

—Shoto ¿quieres intentar ir a la biblioteca hoy?— pregunto el ojirubi sentándose alado del menor en el sofá llevando su mirada en dirección a la televisión sintiendo el cuerpo ajeno recargarse lentamente sobre él, poco a poco Shoto tomaba mucha mas confianza y seguridad de estar a su lado.

—Si quiero, ¿habra muchas personas en la biblioteca? La última vez hablaban mucho aunque se supone deben estar en silencio — se quejo el mitad pelirrojo manteniendo sus ojos bicolores sobre su programa teniendo su cabeza tranquilamente recargada sobre el brazo del rubio.

—Ah, eso no lo se helado de fresa, pero llevaremos tus audífonos especiales por cualquier cosa — le miro de reojo con cierto nerviosismo recorriéndola de pies a cabeza, se habia vuelto mucho mas manso con el bicolor después de esa platica con sus amigos que aun le insistían en conocer a Shoto, querian ver que clase de chico había adiestrado a la fiera que era su amigo.

Ambos simplemente se encargaron de ver la televisión hasta que el programa terminara para poder empacar las cosas necesarias y salir a la biblioteca. La primera vez que salieron de día, el padre del menor y su doctora habían ido a la casa con cierto entusiasmo de ver aquel acontecimiento que para muchos era cotidiano pero para Shoto era algo sumamente importante y ahora en esos momentos ya mantenían dentro de su rutina una salida a la semana como mínimo al exterior, aveces salían mucho mas por petición del mismo bicolor que quería ver mas haya de las paredes de su casa donde había permanecido desde su infancia encerrado y solo saliendo por sus terapias médicas, la curiosidad podia alentar bastante a Shoto.

Tras tener la mochila del bicolor completamente lista y que el chofer los esperará ya afuera decidieron salir de la casa por fin.

—Hey idiota acomodate la bufanda — le regaño el cenizo deteniéndole antes de adentrarse al interior acomodándole dicha prenda sobre el cuello del menor que hizo un pequeño mohín con sus labios haciéndolo reir — Berrinchudo, no quiero tener que cuidar de tu trasero enfermo— pellizco la nariz ajena empujandolo con suavidad al interior del auto.

—¿Mi trasero puede enfermarse? — cuestiono extrañado tras que Bakugo se acomodara sobre el asiento a su lado.

—No idiota. Eso ah...es un decir. — tras cerrar la puerta se dedicó a explicarle sobre aquella expresión al menor, siempre que era sarcástico o tiraba alguna broma explicaba pacientemente a Shoto lo que significaba sabiendo que el no entendía por si solo muchas cosas que para los demas era simple y normal.

Durante el viaje ambos permanecieron hablando entre ellos hasta llegar al estacionamiento de la enorme biblioteca de la ciudad, Bakugo saco los audífonos antiruido del menor, los cuales fueron recomendados por la Doctora Nemuri, colocándoselos con cuidado para poder salir del vehículo, podia escuchar claramente el ruido de la ciudad expandirse a su alrededor miro a Shoto que mantenía un gesto neutro y sereno ya que no lograba escuchar nada prácticamente. Se sujetaron de las manos, acción que se hizo cotidiana y la cual Shoto era siempre el primero en tomar la del rubio en busca de la seguridad que se le proporcionaba con ese gesto, caminando al interior de la biblioteca donde al estar dentro Shoto apretó su mano aun le costaba acostumbrarse a la variedad de colores de todo allí pero se esforzaba en ello, se esforzaba en no ser una molestia para Katsuki, algo en el le hacia querer impresionarlo, hacerlo sentir un poco orgulloso de el.

—Hola Kacchan, ¿quieren el mismo lugar de siempre?— el chico de cabellos verdes y brillantes ojos esmeralda se acercó a ellos con una sonrisa dulce y amable teniendo cuidado de no ser ruidoso ya que sabia bien del bicolor y que recién se acostumbraba a todo allí.

Bakugo asintió con la cabeza siendo dirigidos por el peliverde hacia un área mucho mas tranquila y menos iluminada ya que la luz excesiva podia ser una molestia para el menor, ambos se sentaron sobre el cómodo sofá y el ojirubi se encargó de bajar con mucho cuidado los audifonos del menor tras recibir su aprobación claro.

—¿que libro quieres hoy Todoroki-kun?— pregunto amablemente Midoriya

Shoto rebuscó en su mochila una lista de libros que quería leer ese dia y se la dio al chico que antes de irse fue detenido por el de ojos rubíes

—No te olvides de ponerles el maldito forro temporal blanco — Izuku asintió con una sonrisa alegre, le alegraba y enternecia ver a su amigo de infancia tan enamorado y esforzándose por cuidar tanto de el chico, finalmente se fue para poder buscar dichos libros.

—Esta bien si no le pone los forros Kats, ya me estoy acostumbrando — exclamo con seguridad mientras se acomodaba sobre el sofá

—Si claro, la semana pasada me lanzaste un libro a la cara por qué no tenia el maldito forro blanco — comento divertido ante la  vergüenza que le era "mostrada", le gustaba ver sentires nuevos en Shoto, le gustaba ser el quien causaba eso, poco a poco y con esfuerzo Shoto expresaba mas aunque fuera solo con palabras o esos ojos bicolores.

—Ya te pedí una disculpa sincera después de eso, además te invite de mi té — murmuro mientras miraba fijamente la mesa de centro del lugar frente suyo

—Tu té es una mierda Shoto— bromeo un poco

—Claro que no es una mierda — se quejo levantando la cabeza hacia el

Ambos comenzaron una minima discusión entre ellos hasta que el carraspeo de Midoriya los saco de su comoda burbuja, el chico dejo los libros sobre la mesa junto un par de galletas y dulces ya que sabia por su novio que al bicolor le gustaban ese tipo de aperitivos ya que Bakugo se los había contado a sus amigos. Mientras el ojiesmeralda se alejaba saco su celular de entre sus pantalones y le tomo una foto a ambos con una sonrisa en sus labios enviando dicha foto al chat con su novio, Kirishima le respondió rápidamente y se enfrascaron en su propia burbuja de enamorados.

—¿Mañana quieres intentar ir al parque de dia entonces?— cuestiono Katsuki comiendo una galleta paseando sus dedos por sus libros de la universidad.

—Si por favor Kats, me gustaria ir a pasear contigo, Touya-niisan dijo algo sobre que seria una buena forma de tener una cita, le conte sobre que saliamos de noche juntos antes pero dijo que era mejor de dia— el rubio se atraganto con la galleta que estaba comiendo tosiendo un poco.

—¿cita?—

—Si, uhm aunque ¿las citas no las tienen solo las parejas?—

—Ah eso...mierda — estaba por responder o mas bien buscaba una respuesta para eso cuando su celular sonó y agradeció a quien sea que fuera que le interrumpía.

Simplemente hizo un gesto con su mano para terminar la conversación y contestar la llamada ante la atenta mirada del bicolor que parecia aun buscar alguna respuesta suya a su cuestionamiento, aunque término por enfrascarse en su lectura ya que estaba tardando en su llamada

Aúnque realmente la llamada había terminado hacia rato pero no había despegado el celular de su oreja solo mirando de reojo al bicolor.

¿quizas deberia declararse al menor?¿deberia? El aun estaba aprendiendo cosas, esforzandose en poder pisar las afueras de su casa o jardín, aprendiendo a entender a las otras personas y sus emociones. Suspiro sacudiendo su cabeza volviendo a su asiento alado del chico acompañándolo con su lectura.

Dulce Inocencia #¹Donde viven las historias. Descúbrelo ahora