Capitulo 11: Convivencia Paternal

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Tener a Enji Todoroki allí era una mierda, totalmente una mierda.

Bakugo suspiro mientras estiraba sus brazos echando su cabeza hacia atras observando el cielo azul con el sol rebosante en el cielo, se quedo un largo par de minutos allí afuera intentando no pensar en el caos que habría al entrar a la casa. Realmente comenzaba a detestar que tuviera esa semana libre de clases por el fin del semestre.Había salido a comprar un par de cosas para sentir un poco de aire y un respiro por un momento. Finalmente se decidió a entrar escuchando los gritos venir desde la sala.

—¡DEJA DE CAMBIAR EL CANAL!¡VA A EMPEZAR MI PROGRAMA!— logro escuchar él grito de Shoto desde la entrada haciéndolo suspirar ¡le habia dicho a ese viejo que dejara a Shoto ver sus malditos programas! Solo salio un mínimo momento. Se agacho colocandose las pantuflas para entrar a la casa, desordenó aun mas sus propios cabellos adentrándose a la casa.

Shou...— llamo el rubio en cuanto entre al lugar mirando al bicolor dar vueltas por toda la sala mientras repetía que ya era hora de su programa de televisión, llevo su rojiza mirada al hombre mayor llevando sus dedos a su entrecejo masajeandolo

—Mierda, le he dicho que deje de joder a Shoto, solo los deje 15 malditos minutos solos — gruño con enojo acercándose a arrebatar el control del hombre que simplemente quería "compartir" con el menor de la familia, pero realmente ese tipo no conocia nada de lo que gustaba el bicolor. Se acerco a pasos tranquilos hasta Shoto y con cautela tomo su mano entregandole el control de la TV. —Helado de fresa calmate, puedes ver tu programa de mierda ¿bien? Ignora a tu viejo y sientate, te traeré tu té—

Lo guió hasta el centro de la habitación dejándolo cerca de la enorme TV que fue cambiada de canal rápidamente hasta ese programa que le gustaba tanto al bicolor. Miro de reojo al hombre que se movía nervioso en el sofá, solamente suspiro y se decidió a irse a la cocina para preparar aquel té que tanto le gustaba a Shoto.

















[...]












Enji habia intentado llevarse mejor con su hijo en ese tiempo que se quedo allí, cabe destacar que los primeros días acababan con Shoto llorando en un completo colapso que hacia que Katsuki tuviera que dormirlo con la medicina que la Doctora Nemuri había recetado tras saber de la situacion, y que se usaba para esos casos donde ni siquiera el lograba calmarlo. Después de eso el hombre se decidió a ir a las terapias también para saber mas acerca del autismo de su hijo, de saber como acercarse, como tratarlo sin causarle una crisis.

Finalmente Shoto logro aprender a soportar al mayor con ayuda de sus terapias y de la constante ayuda de Katsuki, logrando mantener una mínima convivencia que consistía en el bicolor ignorando a Enji la mayoría del tiempo, por lo menos no terminaba en crisis y eso era un progreso grato.

—Ese viejo es una puta molestia...parece que cuido a dos niños— Bakugo se recargo contra el sofá revolviendo su cabello, miro hacia Shoto que se encontraba totalmente concentrado leyendo un nuevo libro, que pese a ser regalo de Enji, lo había aceptado solo para leerlo. Se acomodo en el sofá y se acerco al menor con precaución de no distraerlo de su lectura para disponerse a secar su cabello mojado por una reciente ducha y que Shoto habia olvidado secar por ir directamente a leer —Mocoso idiota debes secarte el cabello después del puto baño o enfermarás.—

Refunfuño el rubio sin recibir una respuesta a su regaño, el menor simplemente se acomodo para seguir leyendo y que el contrario secara su cabello como casi siempre hacia tras sus baños.  Desde la entrada a la sala el imponente hombre les observaba en silencio, realmente su hijo se llevaba perfectamente bien con el jovencito que se encargaba de cuidarlo y hacerle compañía. Su hijo había necesitado aquello que el rubio le ofrecía, felicidad,libertad y normalidad en su vida, le alegraba tanto ver que su hijo no era infeliz, se sentía tan culpable por lo que le había echo desde su niñez pero no podía hacer mas que intentar remediar sus errores.

Después de un par de dias el hombre tuvo que salir a su trabajo nuevamente, no solia pasar en casa casi nada de tiempo ya que Fuyumi le había pedido tiempo atrás que no fuese por el bien de su hermano y así lo hizo, Shoto se encontraba tranquilamente leyendo como si nada fuera anormal o diferente ese dia. Bakugo llego corriendo a la casa pues iba tarde para la cita de terapia de Shoto. Abrió la puerta notando al hombre colocandose los zapatos con una maleta en su mano.

—¿Se iba hoy?— pregunto confundido

—Si, mi asistente Keigo me comunicó de unos problemas de la empresa así que debo ir, fue bueno convivir con Shoto — afirmo aunque casi siempre fue ignorado por su hijo era mas de lo que penso obtener.

El ojirubi alzo una ceja divertido, parecía que escapaba con miedo y sin despedirse, rio bajo pasando por su lado para ir hasta el bicolor ante la atenta mirada del pelirrojo, Shoto pareció dudar con lo que el mayor le dijo al oído, haciendo unas muecas para al final cerrar su libro caminando detrás de Katsuki.

—Que te vaya bien padre.— musitó el bicolor sin mirar a ninguno con su atención centrada en las manos unidas de el y el rubio. El hombre se asombro totalmente que casi podía llorar por aquellas minimas palabras de parte del mitad albino.

—Volvere después Shoto— el pelirrojo quiso acercarse a abrazarlo pero Bakugo le detuvo negando con la cabeza recordándole que Shoto no toleraba el contacto físico abrupto.

—Que le vaya bien señor Todoroki —

Después de la sencilla despedida se llevo de regreso al bicolor a la sala comunicandole que esa noche comerían Soba como recompensa por el excelente comportamiento que tuvo con su padre, y Shoto parecia un niño feliz por ello.

Es tan malditamente lindo cuando quiere...

Pensó Katsuki sentandose alado del menor para acompañarlo en su lectura mientras el solamente estudiaba los apuntes que tenia para próximos examenes y clases que tenia en la universidad.

Dulce Inocencia #¹Donde viven las historias. Descúbrelo ahora