Capitulo 10: Enji Todoroki

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Cuando llegaron bajaron del auto, Shoto se sujetaba de su playera mientras caminaban al interior de la enorme casa tradicional. En cuanto entraron se encontraron con aquel imponente hombre esperándolos

—Mierda...—

Gruño bajo el ojirubi mientras dedicaba una mirada al heterocromico que se había quedado estático sobre su sitio.

—Shoto, es bueno verte bien...hijo—

La voz imponente del hombre se escucho por todo el lugar, y eso no hizo mas que alterar al bicolor.

El rubio giro su rostro totalmente en dirección al menor en cuanto escuchó su respiración agitada ante aquella voz. Las manos del chico fueron a su cabello jalandoselo ansiosamente y se arrodillo sobre el suelo haciéndose un ovillo mientras todo su cuerpo temblaba. Enji dio un par de pasos al enfrente hacia donde el menor de los Todoroki estaba pero antes de que pudiera acercarse mas Bakugo se interpuso en su camino.

—Por favor alejese, yo me encargó de Shoto— su voz salio molesta y filosa hacia el mayor de ellos, dio vuelta a su cuerpo y se arrodillo frente al menor preocupado por su estado.

—Que se vaya, que se vaya, no quiero que me toque, no quiero que me toque — se quejas entre temblores el menor, sus palabras sonaban en un hilillo de voz temerosa, temblaba y repetía aquellas palabras mientras negaba con la cabeza, paso a golperse y jalar mas sus cabellos, rápidamente las muñecas del bicolor fueron suavemente sujetadas por las manos del de ojos carmín, aun asi el continuaba removiéndose aun mas inquieto cuando los brazos ajenos terminaron por abrazarle para controlarlo y ayudarlo, y finalmente Bakugo comenzó a murmurar de manera calmada y atenta hacia el.

—Respira mierda, respira lentamente maldición ¿si? Lento, lento. Estoy aquí, no dejare que se acerque a ti...— afirmo con seguridad intentando darle calma a Shoto, el par de ojos rubíes se dirigieron al hombre que aun estaba a una considerable corta distancia de ellos solo observándolos con su entrecejo fruncido y una cierta culpa en la mirada por haber causado aquella situación

—Lo siento...yo solo queria ver a Shoto y- — el pelirrojo intento hablar pero fue interrumpido

—Dejenos solos por favor, esta alterando a Shoto— pidió nuevamente el rubio volviendo su atención a la persona que se encontraba entre sus brazos, quien aun temblaba y le costaba respirar, seguía removiéndose de su posición queriendo soltarse.

—Vamos a la habitación Shou...—

Shoto ante aquel apelativo corto y tierno le hizo distraerse unos segundos y concentrarse en sus palabras amables que le pedian respirar y calmarse, Katsuki solamente llamaba al mitad albino así cuando tenía que calmarlo en sus momentos de crisis, el rubio siempre era sumamente amable y dulce cuando pasaban esas situaciones, aun si lo terminaba golpeando o arañando siempre era amable y considerado con su persona. Cuando el rubio logro aquella pequeña pacifidad momentánea por llamarle con aquel apodo, simplemente lo llevo a la habitación con bastante facilidad, cerro la puerta de un fuerte golpe ya que le costaba moverse con el menor entre sus brazos.

El hombre pelirrojo solamente suspiro caminando en dirección a la cocina para prepararse un poco de café, noto un par de cosas distintas por su recorrido a aquella área de la casa. Había un par de chaquetas perfectamente dobladas sobre el sofá de la sala, seguramente su hijo las había ordenado, tambien había una mochila alli y no era de su hijo menor. Al entrar a la cocina vislumbro muchas cosas para preparar postres tanto ingredientes como artefactos distintos para cocinar, habia muchas cosas que no recordaba que estuvieran en ese lugar la última vez. Abrió la nevera para sacar la leche para su café, visualizo varios empaques de cajas de leche de fresa, además había bebidas energizantes y algunos dulces caseros guardados allí mismo. Desconocía un poco él por que había tantas cosas nuevas aunque seguramente se debían al cuidador de su hijo.

Cuando finalmente logro tranquilizar a Shoto lo dejo recostado completamente dormido en el futon, acarició sus cabellos y luego bajo su mano hasta su mejilla dejando caricias con sus dedos en esta, solo de esa manera podía tocarlo un poco mas.

—Realmente eres adorable cuando duermes, Shou

Alejo sus manos del rostro ajeno acomodándose sobre el tatami de la habitación, se quedo un rato mas alli verificando que el otro dormía bien sin pesadillas al menos. Salio de aquella habitación dirigiendose a la cocina por una de esas bebidas energéticas que tenia almacenadas en el refrigerador de la casa, ya que debía estudiar para su siguiente examen dentro de un par de días, no tardo en encontrarse con el padre del menor y solamente le ignoro pasando por su lado sacando aquella bebida para dirigirse a la sala, se dispuso a estudiar tras sacar todos sus libros y apuntes dejándolos por la mesa de centro.

—Llevas solo unos meses y ya sabes como controlar a Shoto — la voz del mayor llegó a sus oídos haciéndole apretar la pluma que sostenía entre sus dedos y solamente se encogio de hombros continuando con lo suyo no sin antes responderle.

—Shoto no es un perro para controlarlo, y ademas es mi trabajo cuidarlo y calmarlo, señor Todoroki— respondido con firmeza

—Lamento haberte dado trabajo de mas, pensé que Shoto ya no...sufría esos ataques por mi culpa...— exclamo mientras pasaba su mano por su cuello

—Es algo normal en un chico con el grado de autismo de Shoto aseñor, usted es una de sus mayores fuentes de ansiedad y estrés. Aun si no esta aquí. Las pesadillas sobre usted son recurrentes — le miro por el rabillo de ojo, aquella mirada azulina llena de culpa podía ser notada muy claramente

—Eso...a mi me gustaría llevarme mejor con mi hijo—

—Deberia asistir a sus terapias, esto no es fácil para Shoto, un cambio en su rutina es estresante para el y su aparición es un claro cambio en su rutina y vida. Como sea solo no le haga tener mas crisis, odio verlo lastimarse, por suerte esta vez no fue demasiado grave y logre dormirlo — queria gritarle el horrible padre que era pero se contuvo, si gritaba seguro despertaría a Shoto y lo alteraria de nuevo, suspiro y tras aquellas palabras termino la conversación, el adulto solamente se quedo callado pensativo y el cenizo se concentro en estudiar.

Dulce Inocencia #¹Donde viven las historias. Descúbrelo ahora