Prólogo: El nuevo equipo en la ciudad

261 19 7
                                    

Era de noche en Nueva York, y los Avengers estaban haciendo una conferencia de prensa.

El Capitán América se subió a una plataforma en la que lo esperaba un podio y un micrófono, todos los demás Avengers estaban ahí, Black Widow incluida, parados a espaldas de Steve. Los flashes de las cámaras sonaban al mismo tiempo que las voces de los reporteros y paparazzis que no paraban de hacer preguntas de cuál sería éste "anuncio especial" de los Avengers.

—Prepárense mocosos, ¿posiciones listas?—Tony murmuró hablando a través de su comunicador.

—¡Señor, sí señor!

—Buenas noches a todos, y gracias por venir.—Steve empezó a decir contra el micrófono.—Soy el Capitán América, líder de los Avengers, y hace más de diez años fue que yo, y cinco de mis amigos, nos reunimos para salvar al mundo en el evento que actualmente es conocido como la batalla de Nueva York. Desde ese entonces, esos amigos se han convertido en familia, y ha sido un enorme honor el salvar el mundo una y otra vez con todos ellos, y ver lo mucho que nuestro equipo ha crecido desde que éramos solamente Ironman, Black Widow, Thor, Hulk, Hawkeye y yo. Yo amo a éste equipo, y si pudiera, pasaría el resto de mi vida peleando al lado de todos ellos y salvando el mundo con ellos...

—Ay, pero qué cursi.—Bucky murmuró rodando los ojos. Sam rió.

—... Creo que todos sabemos que personalmente podría hacer esto todo el día.—Steve rió junto con algunos de los paparazzis, reporteros y los otros Avengers.—Pero, si hay algo en lo que mis hijos tienen la razón, es que soy un anciano.—Rió entre dientes.

—¡Por fin lo acepta!—Peter murmuró, observando desde uno de los techos.

—Y mientras más años pasan, más jóvenes héroes con increíbles poderes y potencial salen a la luz, listos para combatir el crimen. Es por eso que mis compañeros y yo hemos tomado la decisión de que es tiempo de prepararnos para pasar la antorcha, y entrenar a la siguiente generación de Avengers. Damas, caballeros, y personas que no se identifican como damas o caballeros de Nueva York, es con un gran placer que anuncio la iniciativa Young Avengers, en donde cualquier joven superhéroe entre las edades de catorce y veintiuno podrá unirse y empezar a entrenar con nosotros, y les presento al nuevo equipo de superhéroes en la ciudad, el cual mis compañeros y yo tomaremos bajo nuestra tutela y entrenaremos para que puedan tomar nuestros lugares algún día: ¡Los Young Avengers!

Todas las personas observando empezaron a exclamar de emoción, mientras que aplaudían y los seis Young Avengers llegaban al escenario: Spider-Man y Ghost-Spider aterrizaban tras balancearse con sus telarañas, IronLad y Aja Adanna descendían con los propulsores en sus pies, White Tiger aterrizaba de pie tras saltar de un poste de luz, y Miss Marvel caminó hacia el escenario con sus piernas estiradas, para luego volver a su tamaño normal. Los demás Avengers estaban aplaudiendo, sonriendo con orgullo. Natasha rápidamente se limpió una lágrima.

—Adelante, niños. Presenten a tu equipo.—Steve les dijo mientras que se alejaba del micrófono e iba hacia donde estaban sus compañeros.

Spider-Man y White Tiger se tomaron de las manos mientras que los jóvenes seis caminaban hacia el micrófono.

—¡Hola Nueva York! Ya me conocen, soy Spider-Man. Pero ahora también soy el co-líder de los Young Avengers.

—¡Y yo soy White Tiger, co-líder de los Young Avengers!

—¡Y es con un gran placer y honor que les presentamos a nuestro equipo!—Los dos dijeron al mismo tiempo.

—¡Yo soy IronLad!

—¡Soy Aja Adanna!

—¡Ghost-Spider aquí!

—¡Un gusto, soy Miss Marvel!

—¡Y somos los Young Avengers!

Más tarde esa noche, en una fiesta en las instalaciones para celebrar al nuevo equipo, los seis miembros de los Young Avengers estaban riendo de alegría mientras que se abrazaban entre sí. Ninguno de ellos podía creer que de verdad acababan de hacer su debut oficial como el nuevo equipo en la ciudad.

Natasha sonrió mientras que veía a Peter tan alegre con sus amigos, tan emocionado, orgulloso de sí mismo, tan vivo... y odiaba pensarlo, pero no había cómo negarlo: a sus dieciocho años, Peter era la viva imagen de Richard. Físicamente, eso era.

—¡Levanten una copa por la libertad, algo que nunca nos quitarán, sin importar lo que ellos digan!—Los seis amigos exclamaron, mientras que hacían un brindis con sus vasos de leche de chocolate.

—Estos son momentos que recordarán durante el resto de sus vidas.—Natasha le dijo a Clint con una sonrisa mientras que los observaban.—Después de todo por lo que esos niños pasaron, es lo que se merecen. Estoy tan orgullosa...

—Peter es idéntico a ti. E hiciste un buen trabajo con él, Nat.—Clint le dijo.—Con Peter, quiero decir. Hiciste un excelente trabajo criándolo.

—Tuve la mejor ayuda que pude haber pedido.

La viuda y el halcón se sonrieron mientras que entrelazaban dedos.

Equipo Catástrofe Donde viven las historias. Descúbrelo ahora