The Wedding Date (Harco)

Confirmado señor Malfoy

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Draco sentía que su destino empezaba a dar un giro favorable con esta nueva posibilidad, ahora que Claudia le había facilitado el contacto de Harry 

Al parecer, según dijo la copropietaria de Man Servants, Harry quería trabajar por su cuenta y ellos apoyaron su decisión.

Sin embargo, esta nueva información no le aseguraba a Draco que Harry estaría disponible para la fecha de la boda. Entonces como alguien que sabe que tiene los segundos contados y que no hay que malgastarlos, apenas llegó de la calle fue directo al teléfono inalámbrico y marcó el número que le dio Claudia minutos antes.

Con Daphne frente suyo cruzando los dedos para que Draco consiga su "cita de ensueño", y con los nervios cosquilleando su estómago, marcó los números y esperó mientras en su oído el tono del teléfono confirmaba que ambas líneas conectaron correctamente.

Luego de pocos segundos la contestadora automática respondió:

"Hola, soy Harry y ahora no puedo atenderte, déjame tu nombre; la fecha del evento; un número de teléfono celular y te responderé en caso de estar disponible. Ten un buen día"

A pesar de la decepción de no haber podido hablar directamente con Harry, no hubo algo más excitante (que Draco pudiera recordar en esos momentos) que escuchar la voz de ese hombre al teléfono, no quería imaginarse en vivo, seguramente mojaria su ropa interior como un púber virgen.

—¿Y? —la intriga de Daphne, ponía  peor a Draco.

—No está, me atendió una grabación.

—¿Entonces? ¿Pero es él? ¿Qué dice la grabación? —a veces Daphne podía ser demasiado molesta sobre todo cuando Draco no quería contestar tantas preguntas seguidas, pero era buena amiga y su interés genuino.

—Si es él y te pide ciertos datos para confirmar la disponibilidad, pero yo no quiero hablar con una máquina, voy a esperar y llamar hasta que  atienda. Quiero preguntarle en tiempo real.

—Tienes miedo —dijo la chica con seguridad— de que nunca te llame si rechaza tu propuesta.

Daphne tenía razón, aunque más que miedo era inseguridad, era la primera vez que hacía muchas cosas. Es decir, la primera vez que intentaba contratar los servicios de un hombre, la primera vez que buscaba por su cuenta un acompañante, porque desde que recuerda nunca tuvo que mover un dedo para que alguien lo invitara a salir, siempre dejo que la otra parte se encargue del coqueteo, del cortejo y de todo lo que conlleva un noviazgo «quizá fue eso lo que canso a Theo». Era la primera vez que se encargaba de hacer lo que no hizo en años, decidir por las dos partes. Y ahora que se encontraba del otro lado de la situación, buscando con desesperación a un hombre al que no conocía y que sabía que fingiría ser su compañero por puro profesionalismo lo sacaba de esa zona de confort en la que se mantuvo por años.

«Esto es patético...» dijo en un audible susurro.

—¿A quién quieres impresionar Draco? —Daphne se atrevió a romper la burbuja de pensamientos que lo envolvía.

—¿Perdón? —hablo fingiendo no entender la pregunta de su amiga.

—Que a quién quieres impresionar. Porque quiero ser sincera contigo, tú estás haciendo esto por alguien más, estás atravesando los principios de un colapso nervioso para encajar en la perfecta boda de tu media hermana. Y tú no necesitas llevar a alguien para encajar, tu presencia y personalidad tan auténtica y hermosa es lo único que necesitas Draco. Tienes que liberar estás cadenas de opresión que te atan a las etiquetas de una familia conservadora.