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Al otro día Nirvana se levantó temprano, le mandó un mensaje a sus amigos para que le dieran la dirección de la casa de Miguel.

Se cambió y tomo un taxi hasta el lugar.

Llega al lugar que era como una especie de vecindad, busca el número de apartamento y toca la puerta.

Una hermosa mujer de tez morena y cabello rizado con una amable sonrisa la recibió.

- Hola linda. ¿Puedo ayudarte en algo? - ella algo insegura le responde

-Hola. Soy Nirvana Mills, amiga de Miguel. ¿Quería saber si podría verlo? - le pregunta jugando con su cabello

- Claro, adelante - se hace a un lado dejándola entrar - ¡Migue! tienes visitas - su amigo se levanta del sofá nervioso mientras arregla su cabello

- Nirvi, no sabía que ibas a venir - le dice acercándose y ella lo saludo como le es costumbre con un beso en la mejilla

-Quería saber cómo estabas - se encoje de hombros

- ¿Quién es esta lindura? - una señora mayor pero que a simple vista se nota muy enérgica entra hablando español y preguntando por la presencia de la rubia

- Mucho gusto, señora. Soy Nirvana, amiga de Miguel - le responde en el mismo idioma sorprendiendo a las mayores

- Eres un encanto. Puedes llamarme Rosa o Nana

Nirvana sonríe ante el cálido y amable trato que recibe.

- Abuela - la regaña Miguel entre dientes sintiéndose avergonzado

- ¿Por qué no dejamos que hablen a solas mientras terminamos el desayuno? - le dice Carmen a Rosa queriendo arrastrarla al otro lado del apartamento para darle privacidad a los menores.

- Ya lo terminamos - responde confundida

- No, claro que no - le dice blanqueando los ojos porque la mujer no entiende la indirecta

Nirvana ríe porque ellos seguían ahí escuchando, pero ellas parecían no caer en cuenta.

- Siento eso - se disculpa avergonzado el morocho

- No te preocupes. Tu familia es genial - ambos se sientan en el sofá - En serio lamento lo que pasó, quise ayudarte, pero cuando llegue era tarde

El morocho toma la mano de su amiga y ella sube la mirada observando sus ojos

- Mejor que me golpeen a mí, no me hubiese perdonado si te hacían daño - la rubia siente como su pecho se calienta ante las palabras de Miguel y le sonríe.

Nadie nunca se había preocupado tanto por ella, excepto su papá...

- ¿Nirvana, te gustaría quedarte a desayunar? - Carmen entra interrumpiendo el momento que ambos amigos tenían

- No quiero molestar, señora.

- No molestas. Y llámame Carmen, por favor

Ella mira a Miguel quién asiente para que se quede.

- De acuerdo

Se sienta todos juntos en la mesa, ella al lado de Miguel. Disfrutan del desayuno entre una cálida conversación y acotaciones que avergüenzan a su amigo.

La rubia nunca se había sentido de aquella manera en su casa, a pesar de que su padre y hermanos intentarán que sintiera la calidez familiar que estaba experimentando en ese momento, la tensión ocasionada por Alison siempre la así sentir fuera de lugar, incómoda y aunque no lo admitiera dolida.

I See Red [Cobra Kai]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora