CAPÍTULO 2

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CHLOE

 2 horas y 24 minutos de vuelo , el tiempo se me hizo eterno y tedioso.

Santa Mónica queda lejos de mi hogar pero en otras oportunidades el vuelo se siente menos largo y más agradable estoy segura que en esta oportunidad me siento así por lo preocupada que me dejó Austin, mi mente piensa en mil posibilidades y ninguna es buena, tiene que haber sido algo grave para no abordar el avión conmigo pero solo deseo que se encuentre bien.

Miro la ventana y diviso la profunda oscuridad de la noche, han apagado ya las luces y solo se siente el sonido de las turbinas. A mi alrededor la mayoría de pasajeros duermen plácidamente y no entiendo como es que a mi me ha costado tanto, llevo un largo rato tratando de hacerlo, pero no lo logro. 

Cansada de mis intentos fallidos, enciendo la pantalla táctil que está en la butaca que tengo en frente y decido poner una película.

Al poner la lista disponible no dudo ni un segundo en elegir, y levanto mi mano para seleccionar la película que me llamó la atención "Amor de medianoche".

Una hora y 32 minutos después la película ya había terminado.

—Disculpe, ¿Se encuentra bien?—Siento una dulce voz que se dirige a mi, giro mi cabeza lentamente para ver de donde proviene y es una señora  muy adorable de unos 50 años que está a mi lado derecho en donde se suponía que debía venir sentado mi novio. Y creo que me lo está preguntando por las lagrimas que caen por mis mejillas.

Si, la película me hizo llorar.

—Sí, no se preocupe. Ha sido ésta película que me ha puesto sensible— Le respondo con una leve sonrisa mientras saco un pañuelo de mi bolso de mano para secarme las lagrimas, seguramente debo verme fatal.

Pasando vergüenzas como siempre.

La señora me dedica una sonrisa para luego continuar leyendo su libro, creo que el sonido de mi sollozo había interrumpido su lectura, así que le dedico un gesto de disculpas y cada una continua con lo que hacíamos.

Después de unos minutos siento mis ojos arder y mis parpados pesados, los cierro mientras me tapo con mi manta favorita de un lindo estampado de gatitos. Él sueño me vence poco a poco hasta caer rendida en brazos de Morfeo.


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Me despierta la tibieza que siento en mi rostro, al abrirlos descubro que ya amaneció y por ende debe faltar muy poco para llegar a mi destino, así que tomo mi bolso de mano y me dirijo al baño no sin antes pedirles permiso amablemente a las personas que están sentadas a mi lado.

Mi cara refleja un notable cansancio, a pesar de haber dormido no creo que haya sido lo suficiente para verme radiante como suelo verme. Paso mi mano por el censor de la llave para dejar salir agua así podré lavarme la cara y cepillarme los dientes.

Me giro para salir del baño pero antes de hacerlo dudo en maquillarme un poco pero finalmente decido hacerlo.

Al terminar me miro por ultima vez en el espejo y puedo ver que ya estoy con mejor aspecto, he puesto un poco de corrector en mis ojeras, encrespo mis pestañas y para terminar gloss en los labios.

Uno de los mejores inventos a mi parecer, el gloss. 

De regreso en mi butaca siento una ronca voz que se dirige a los pasajeros -Buenas días, señoras y señores pasajeros, les habla el capitán al mando de este vuelo, del que ya estamos a 3 minutos de aterrizar en el aeropuerto de Santa Mónica, que les pedimos que se preparen para el descenso del avión, abrochen bien sus cinturones y mantengan el orden, gracias por viajar con nosotros.-El capitán termina de dar el mensaje para luego apagar el micrófono.

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