CAPÍTULO 24

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ღCHLOEღ

—Espera, tengo que dejarle algo a Nessa para que sepa dónde estaré— Solté mi agarré de su brazo.

—Ya está todo listo— Guiñó su ojo.

—¿Cómo así?— Pregunté creyendo que bromeaba.

—Tengo mis métodos Chloe, así no tendrás que preocuparte de esas cosas— Volvió a poner mi mano sobre su brazo y salimos de casa.

Eso ultimo me había dejado pasmada, este chico es impresionante.


La temperatura fuera estaba solo un poquito más fría que dentro de casa y mis brazos descubiertos sintieron el cambio, aunque nada excesivo.

Un auto aparcaba por fuera, esperándonos.

La ventanilla del vehículo bajó lentamente.

Aaron al volante y de copiloto Marcus. Fue cuando comprendí que ellos habían llamado a Chad para invitarlo.

—Rápido, estamos un poco atrasados— Agitó la mano Marcus.

Una vez dentro, sentados en la parte de atrás saludé a los chicos. Ellos fueron igual de amistosos que la primera vez conmigo.

—Me agrada que hayas venido con nosotros— Aaron llevaba su vista fija en el camino pero sabía que me hablaba a mi.

—Gracias por invitarme— Le sonreí.

—De igual forma si no te invitábamos Chad no habría querido venir, no sé que se traen pero se han hecho inseparables— Bromeó Marcus.

Chad le pegó un suave manotazo por el costado del asiento.

—Broma, broma— Alivianó el aire Marcus para luego soltar una carcajada.

Aaron puso música baja para luego tararear la letra.

En un corto rato el auto se detuvo, habíamos llegado.


Había una larga fila para entrar al lugar. Una especie de sala enorme de eventos.

Hice una mueca de disgusto al ver que tendríamos que esperar tanto para entrar, pero mi mueca desapareció rápidamente al percatarme de que Aaron y Marcus se dirigían al guardia que dejaba pasar a los de la fila.

—Hola, soy Aaron.

El guardia que tenía un gesto duro y distante relajó su ceño fruncido cuando lo escuchó.

—Un gusto Aaron. Adelante— Amablemente nos indicó por dónde entrar.

Wow. que rápido.

Ojala tener amigos con ese tipo de privilegios.


Cuando entramos había una escenario de gran tamaño, cercado con medianas rejas. Las luces cambiaban de color cada cierto rato, parpadeaban y luego volvían a estar fijas.

Música electrónica resonaba fuertemente en el lugar, a pesar de que estaba recién comenzando habían personas que ya bailaban, saltaban y sostenían vasos de tragos en sus manos.

—Listo chicos, ahora a disfrutar— Levantó la voz Aaron para que lográramos escucharlo.

—¿Cómo fue que pudimos entrar tan fácilmente?— Pregunté igual de alto.

—El dj es primo de Aaron— Marcus abrazaba cariñosamente al amigo mencionado y el trataba de apartarlo.

—No me habías contado que estaba en la ciudad— Comentó Chad.

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