Capítulo 1: Te conocí

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Narra el narrador:

La chica de nombre ______ caminaba hacia su casa a altas horas de la noche, en su camino veía todo tipo de mercancía y comerciales con unas chicas en específico

Las Sailors Guardianas

Nunca entendió que demonios eran esas chicas, ni porque hacía lo que hacían. ¿Porteger el mundo a cambio de qué? Algo que mi madre me enseñó es que nunca se puede dar y dar, en algún momento se tendrá que recibir algo

¿Qué podría ser? No lo sabía, era tampoco le interesaba mucho

Con un suspiro entro en su casa, le daba asco ver a su madre con otro hombre diferente a la vez anterior. Fue a su cuarto lo más desapercibida que pudo, ya que no ha tenía las mejores experiencias con ellos

— Mañana será otro día, ¿verdad, papi? —dijo la joven viendo el retrato de su padre, la última foto que se tomaron juntos

Abrazando la imagen, la chica se quedó profundamente dormida. Al día siguiente se diría a su escuela, gracias que era un nuevo año los cursos cambiarían un poco, lo que significa que un estudiante del curso b iría para la c y así de diferentes formas, a ella le tocó eso, pero no le importo, ya que no tenía amigos en su salón, todos le temían

— Parece que hoy lloverá —una voz a lo lejos veía al cielo, era una chica de cabello y ojos azules, ______ la reconoció de inmediato, era Ami Mizuno, la genio de la escuela

La genio frunció el seño, recordando el desastre que se había formado hace unos días:

Era un desafortunado giro de los hechos, ya que su princesa había decidido quedarse con Seiya Kou, una Sailor que no pertenece a ese sistema solar, todas estuvimos en contra, pero al final tuvimos que aceptar que empiecen un relación a escondidas a Mamoru, según su princesa, cuando esté segura con Seiya terminará con el príncipe. Era algo cruel, pero era nuestra princesa, solo obedecimos

_____ miraba a la chica, era bastante bonita, pero parece haberse perdido en sus pensamientos, ella solo siguió sin darle más importancia a la genio. En el salón, todos miraban serios su llegada

— Un gusto mi nombre es _____ _____ será un gusto ser su compañera —mintió frente a todos, no queria saber de ninguno

Le indicaron sentarse junto a una rubia de peinado extravagante. Al sentarse junto a ella noto como la rubia se puso nerviosa, sentía que la chica de cabello café estaba mirando directamente su alma 

La clase paso en relativa calma, ya que los demás estudiantes temían sin razón a la mujer que acaba de llegar. En la salida la chica de cabellos cafés presenció la cosa que, sin saberlo, cambiaría su vida

La rubia con la que se sentó discutía con el chico que el día anterior se había cruzado de pura casualidad. El chico estaba a punto de llorar, por lo que logró escuchar, le estaban terminando... ¡oh, espera! Terminaban por una infidelidad por parte de la rubia

— ¡Al menos hubieras tenido la decencia de decírmelo! —grito el azabache, haciendo lo posible para no llorar

— Lo siento, solo se dió y yo... yo no pude —la rubia ya estaba llorando, mientras intentaba tomar los hombros de su hombre, bueno, de su ex

El chico solo le dió la espalda y se fue, claramente con el corazón roto, la rubia quedó como una estatua, pero reaccionó al darse cuenta que había hecho: Destruir el futuro de Tokio de Cristal

_____ dió la vuelta y se fue, eso no era de su incumbencia, pero es rubia se ganó un pequeño rencor, ya que ella detestaba hasta morir a las personas infieles, ya que su querido padre murió por una infidelidad, esa pequeña cosita detonó en la muerte de alguien. Volvió a la biblioteca del di anterior, tomo sus libros y fue al segundo piso, con sorpresa vio a aquel hombre de hace rato

Parece que está llorando...

De cierta forma recordaba a su padre, que lloraba casi en la misma posición de aquel muchacho

Escondiendo su rostro

Suspiró y se levantó de esa solitaria mesa, tomo sus cosas y se dirigió al hombre, que solo la miro de reojo

— Oh, eres la de ayer —dijo en un susurro— No debes sentir pena por mi, tranquila

La chica miró el techo con una expresión serena en su cara, para volver al chico

— Hago esto por mi —respondió finalmente, a su padre le hubiera gustado eso, ¿verdad?

El muchacho al darse cuenta que ella no se iría, se reincorporó, tomo un libro que tenía y empezó a leer, todo era un silencio, no era incómodo, solo no entendían porque estaban ambos juntos

¿Destino?

No, solo estaban en el momento y lugar preciso, esa cosa del destino no existe, solo estaban teniendo una casualidad de las tantas que hay en el infinito cosmos

— ¿Necesitas ayuda? —preguntó el varón al darse cuenta que la chica no había pasada de página hace un buen tiempo

— No entiendo esta parte —dijo señalando un párrafo del libro

El mayor se dió el tiempo de explicarle, hasta que ella entendió. Para ser sincero, al principio le quería pedir que se vaya, pero no quiso sonar grosero, no encontraba las palabras para ello, pero de todas formas, la presencia algo intimidante de la mujer tampoco era molesta, además, si le pide que se vaya, no hablaría con nadie más en un buen tiempo, ya que su linda Usako era su única familia

— Gracias —dijo finalmente la chica, volviendo a su libro

¿Era extraño, no? Ese chico tiene algo, no sabía que era, pero siempre que está él el ambiente tiene algo diferente, un olor a lavanda, que la tranquilizaba, era relajante, ideal para dormir bien. Lo miro a los ojos por unos momentos, era azules, como el mar, pero tenían un gran brillo, uno similar al cálido sol

Era innegable que era un chico bastante atractivo, el más atractivo que haya visto en su vida, tenía curiosidad pasar su mano por su cabello, era brillante y parecía que se lo cuidaba bien

No sabía en qué momento paso, pero al volver en sí, noto que ambos se miraban mutuamente, una linda mirada curiosa del chico al notar la constante de ella, como examinaba sus rasgos faciales, todo sin disimuló alguno, ya que hace rato lo miraba fijamente

— Mi nombre es Mamoru Chiba —estiró el la mano, hasta donde ella podría tomarla con facilidad

— Uh... el mío es ______ ______, un gusto, Mamoru —con la cara algo sonrojada, al notar lo que había hecho, tomo la mano del chico

Su rostro se volvió más rojo cuando sintió el calor que emanaba, la mano del joven era muy muy cálida, como si una llama estuviera dentro de su cuerpo y le compartiera su color

— Ya es tarde, deberías ir a casa —menciono levantándose de la silla, quitándole el agradable calor a la mano de la joven

— Sí, es verdad —miro el reloj, no sabía en qué momento se había hecho tan tarde

Ambos se despidieron en la entrada de la biblioteca, ambos se fueron por su lado, aunque la más confundida resultó ser quien había hecho el acercamiento. La chica miraba su mano, con la otra la tocaba, acariciándola

— Aún... siento el calor de su mano... —susurro para si misma

Gracias por leer:
Mu1tiversal

Una... ¿chica normal? (Mamoru x tú)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora