Capítulo 27: ¿Desde cero? No.

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Narrador omnisciente:

Sí, definitivamente la joven allí era un pequeño problema

(Nota, a partir de aquí el lenguaje utilizado y acciones descritas será +18, pero sé que a todo el mundo le da igual ésto -_-. Así que si quieren omitir está parte, que dudo mucho que lo hagan, salten capítulo  Fin de nota)

La fémina era un gran problema, no uno pequeño, su figura y esa sonrisa pequeña lo desarmaba, tanto así que sus impulsos de tirarse sobre la menor no tardaban en aparecer. Dejo de abrazarla, no quería, no se permitirá llegar tan lejos con ella, obviamente por el momento, o al menos lo intentaría

— Ey, ¿qué pasa? —dijo con cierto desánimo la chica, se sentía algo ignorada por el varón— Si te incómodo o algo, está bi-

— ¡No! —gritó tomando la mano de la joven, asustandola

— Hm. Está bien —desvió la mirada algo sonrojada, sonriendo algo pícara

El varón quedó algo confundido al verla levantarse, pero quedó con un sentimiento peor cuando ella se sentó en la mitad de sus piernas; agradeció que sólo fuera en la mitad. Tomando confianza, ______ se acostó en el pecho, moviéndose para acomodarse de a pocos, se acercaba con peligrosidad a la entrepierna del azabache, que miraba las caderas de la castaña moverse entre sus piernas sin afán y delicadeza.

Tomó a la joven de la cadera para moverla, estaba a punto de sentarse en su miembro algo duro, más bien duro. Por temor no había visto dónde puso sus manos, demaciado cerca de la retaguardia de la menor

— ¿Pa-para e-esto? —empezó a balbucear, sus mejillas rojas mientras miraba las grandes manos del chico la dejaban loca, incluso juro que pudo sentir algo húmedo entre sus piernas

Ella lo asumió, ahí lo harían y ahora, debido a su edad no le molestaba, sus hormonas estaban a flor de piel. Mamoru colapsó, no movió ni un hueso, sólo pido que no siguiera, no podría ni querría acabar con el momento si pasa más; reaccionó al sentir el suave trasero de la chica sobre su virilidad, le dió un chispaso el la espalda. La tomo por el vientre y la acomodo casi por instinto, volviendo a exaltar a la inexperta _______.

Ambos se miraron y ella abrió un poco su boca y cerro sus ojos, esperando sentir al menos un poco de la anatomía del bello varón, el así lo hizo; ahí no hubo vuelta atrás y se maldijo un poco, pero la sensación de la dulce lengua en su boca le hizo motivarse a olvidar ese tipo de pequeñas cosas. Era un sabor diferente al de la rubia, su boca era un poco más grande y su lengua más quieta.

Se tuvieron que separar un momento, ahí el varón aprovecho para ponerla en la cama y encima de ella está él, procurando no aplastarla. Puso los muslos de la castaña alrededor de su cuerpo, éstos lo abrazaban y ahí pudo poner su intimidad sobre la de la chica; ella soltó un suave gemido

— Me dices si no quieres algo, ¿bien? —susurró con la voz apresurada y ronca, impaciente por seguir. Cuando _______ asintió, sonrió

Bajo por su cuello, dejandolo húmedo, pequeños besitos que dejaban sensaciones extrañas en la muchacha. Con una de sus manos subió desde bajo la camisa, viendo la piel un poco más blanca a comparación de su rostro. Decidió quitar la camisa completamente, contempló un momento el pecho de la mujer, aún no estaba desnudo, el sostén escondía la mejor parte de allí, así que no tardó en quitarlo tampoco; ahora sí, los pezones color café de la chica rebotaron un poco, finalmente quedando frente a cada uno de ellos, empezó a besar cerca del lugar, hasta que quiso saborear los pezones, primero el de la izquierda, succionó haciendo que la chica suelte un gemido y mueva sus piernas un involuntariamente.

Siguió con su camino, dejando todo húmedo y uno que otro chupetón. Llego hasta el cierre del pantalón, miro de reojo a la chica y ella estaba mirando hacia arriba, su expresión denotaba nerviosismos, estaba casi temblando mirando fijamente al varón. Sonrió. Puso sus manos en los botones del pantalón y lo quito con rapidez

— ¡Ah! —gritó sorprendida, todo había sido despacio, así que eso la asustó un poco

Su expresión cambio a fruncir un poco las cejas, mirando al varón reírse entre dientes. A punto de decirle algo, sintió una corriente que le recorrió el cuerpo, sentía su clítoris mojarse a través de la tela de su ropa interior, el varón tocaba con su lengua ese delicado lugar. Era extraño, sumamente extraño, sentía su interior moverse, como si sus bajos instintos le pudieran no parar el acto. Sin darse cuenta, empezaba a gemir, tomando las sábanas entre sus manos y abriendo y cerrando involuntariamente las piernas, eran como extrañas cosquillas. Cerro sus piernas con fuerza, apretando el rostro del varón, sintió mojarse mucho y que se contrae su interior

— Oye, no era necesario ser una brusca —su sonrisa pícara llenaba todo su rostro, igual que el líquido que había soltado la chica. La vió ahí, respirando agitada. Le encantó esa vista. Pero tampoco se quedaría ahí sin más, se sentó en el pecho de ella, claro que sin recostarse tanto, esperando que retome la respiración, cuando lo hizo, en esa misma posición, se acercó a ella

— Lo sien—se quedó callada de repente, él se sentía en la nubes sabiendo la razón, ella se ponía de nuevo nerviosa, era la primera vez que veía el miembro de un hombre, mucho menos en su cara

— Ven, abre la boquita —la agarro un poco del cabello, acercándola a su virilidad tan eréctil

— Espera, ¿no deberíamos cuaderno de enfermedades y ese tipo de cosas —preguntó con la voz bajita, temiendo arruinar el momento

— Jum. Ja, ja, preciosa, ser el guardián de la tierra tiene ciertos beneficios. Soy inmune a ese tipo de cosas, pero si te sientes más cómoda no tengo problema en ponerme el preservativo —dijo con una voz más divertida, esa pregunto le recordó que era una mujer responsable, a diferente de Usagi, que se tiró a él sin importar ello

La chica miro el pene detalladamente, media unos 16cm, seguramente un poco más, era algo brillante, le daba curiosidad saber el sabor de eso. Confiaba en él, así que lo agarro con la mano para bajarlo a la altura de su boca y ahí metió un poco la punta, era agrio, pero ver las caras de Mamoru le hizo olvidar eso de inmediato. Movía sus manos y su lengua a más velocidad, era mientras se acostumbraba

— _______ —dijo en un gemido ahogado, sentía su pene contraerse— Ya... Casi

Por impulso, tomo los cabellos cafés de la joven y empujó más adentro en su boca, después lo sacó y de la punta salió un líquido blanco.

— Ponte el condón —susurró tocando la punta húmeda, con una voz que reflejaba lujuria

El varón así lo hizo y se colocó entre sus piernas, justo en la entrada de la chica. Puso la punta el la entrada y empezó a empujar. Miro a la joven detenidamente, su gesto era de dolor, sin embargo ella misma ayudaba a entrar su miembro en ella. Entró todo, para sorpresa de la joven, allí era más grande de lo que suponía

— ¿Estás bien? —la miró preocupado, no le gustaba que no emitiera ningún sonido

— Se... siente extraño. Creo que me gusta —respondió mirando al joven de vuelta, él sólo río y empezó a moverse

Eran suaves sus movimientos, esperando que la joven se acostumbré a él, era progresivo las embestidas, incluso la menor empezaba a soltar pequeños gemido lujuriosos, que apresuraban más sus caderas. Llego un punto que la chica gemía fuerte, sentir su interior moverse por culpa del varón le fascinaba, tanto que no tuvo vergüenza alguna en gemir fuerte. El varón empezaba a besarla, por el movimiento fue difícil, pero aún así lo hizo.

Se encorbó como pudo, llenado de chupetones los pechos de la chica. Ella, sentía la necesidad de ir al baño, pero era diferente, o al menos eso creía; en un momento que se calmo para hablar, como ola llegó al clímax, sin poder evitar mojar las sábanas de Mamoru que había sentido como ella de contraía, llevándolo a él también a terminar. El azabache se acostó al lado de ______, que cerró los ojos, pesados de sueño

Gracias por leer
Mu1tiversal
Pervertidos degenerados culiaos

Una... ¿chica normal? (Mamoru x tú)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora