Capítulo 41: Un final

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Narrador omnisciente:

Un juego de luces y sombras cegó a la castaña. Su corazón empezó a latir con fuerza, pero gracias al aire que por fin entraba en sus pulmones, logró estabilizarse. Se sentó algo alterada, girando a ver a la rubia. Abrió levemente su boca de sorpresa al verla, se levantó rápido, casi corriendo hacia ella

— Gracias —se limitó a decir la rubia, tomando una de las manos de la castaña y depositando un beso—

______ se puso bastante nerviosa, sentía su corazón en su boca, pero intento de demostrarlo mucho. Antes que pudiera decir algo, vio a la rubia con un par de alas de ángel, se le quedo viendo maravillada. Sacudió su cabeza para volver a concentrarse, esperando una explicación

— Esas dos se están dirigiendo al caldero estelar, hay que seguirlas —dijo Usagi mirando el cielo

— ¡Claro! —respondió la castaña, bastante segura de sí misma

Sus ojos se abrieron de golpe, ¿ella tendría que ir? La última vez que fue al caldero no resultó muy bien. No tuvo tiempo de protestar, fue tomada delicadamente por Usagi y ambas salieron a una gran velocidad al centro del universo

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Juraría que es la vez que más tuvo que correr, nada ni nadie se presentaba para evitar el paso de ambas mujeres. ______ estaba bastante nerviosa, no sabia que debía hacer en esa situación, no tenía un Cristal o algún cetro para defenderse, lo máximo que tenía era la piedra de Nephrite, la cual ni sabía si funcionaria para eso.

Finalmente llegaron, no pudo evitar sonreír al ver a los dos varones más importantes para ella ahí parados. Encima del caldero, había una única mujer pelirroja, era como si las gemelas se hubieran unido a ser sólo una.

— Laódice, no tenemos que luchar —intento racionar Mamoru, pero sus intentos sólo eran respondidos por risas burlonas

— Preferiste amar al enemigo, Príncipe Endymion, por eso nuestro hogar ya solo es una sombra de lo que fue una vez —la mujer levantó la mano con una sonrisa macabra— Las Sailors no merecen ese poder, ¡nadie lo merece! ¡¡Mataré a todas las Sailors!!—una gran esfera de energía se hizo en su mano

Ambos príncipes reaccionaron rápido, poniéndose en frente. Un gran escudo creado por los dos Cristales fueron capaces de proteger al pecho grupo, pero el costo fue la muerte directa de los príncipes.

La castaña estaba en el suelo, su cabeza se escuchaba una potente estática, no sabía ni entendía que estaba pasando. Abrió levemente los ojos, poniendo su barbilla en el suelo. Unas lágrimas pesadas salieron de sus ojos al ver a su querido Mamoru en el suelo. No tenía fuerza para levantarse, no era capaz de hacer nada aún. Pero una leve esperanza, una pequeña surgió en el terrible momento

— Princesa —dijo una voz, era la de Kunzite. Su piedra salio de las gafas, permitiendo darle un poco de su energía a la chica— Obtenga ambos cristales de los príncipes, por favor, es la única forma

La chica escucho atentamente, mirando el par de cadáver que tenia en frente, los veía claramente el Cristal de Plata y el Cristal Dorado. Trago duro, levantándose levemente

— Pero tengo que advertirle, si lo hace, probablemente nunca pueda volver a reencarnar

Aquellas palabras dejaron seca a la castaña. Mirando algo temerosa el lugar. Sus ojos se detuvieron en Kris, quien ya estaban levantando, de forma bastante torpe, pero de pie al final. El varón le ofreció la mano, él también había escuchado al Kunzite. _____ tomó la mano, con una mirada firme también. Estaba aterrorizada por la posibilidad de morir definitivamente. Se cuestionó en un abrir y cerrar de ojos si ese era el sentimiento de todas las Sailors al pelear. Pensó en segundos, todo lo que había vivido, todas las cosas que ha presenciado. Hay personas crueles, pero también otras llenas de bondad, pero las primeras son más comunes, ¿debería hacerlo? O simplemente morir y volver a reencarnar, no era una Sailor, así que su semilla estelar estaría bien.

Una... ¿chica normal? (Mamoru x tú)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora