Capitulo 8: Uh...

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Narrador omnisciente:

Una joven abría con lentitud sus ojos, sentía un inmenso calor en el pecho, pero este no la quemaba, de hecho, era una sensación que la tranquilizaba

— ¡Oh! Está despertando, bombón —dice una voz desconocida para la chica, pero su aspecto le era familiar

La chica al abrir sus ojos completamente vio unas tres desconocidas, con trajes negros que dejaban menos a la imaginación, pero le llamó la atención una de ellas, su cabello era negro recogido con una coleta y sus ojos azules, se parecía mucho a Mamoru, cosa que no le gustaba, ya que sentía un ambiente tenso

— ¿Qué... pasa? —su voz mostraba debilidad

— Estabas herida y ahora Sailor Moon te está curando —dijo la Sailor azul, con una voz tranquila

Cuando sintió su cuerpo mejorar, la chica normal se fue alejando

— Gracias —se limitó a contestar

Intentaba buscar una forma de salir, pero rápidamente se cubrió su rostro al inhalar el humo que salía del edificio dónde antes estaba

— Me sorprende que hayas sobrevivido sola —dice una de ellas, quién tenía el uniforme azul con amarillo, alta y rubia

— Esperábamos que estuviera muerta, pero aquí estás, eso es impresionante —menciona otra con una sonrisita, ella era más baja que la otra chica, su uniforme agua marina casi igual que su cabello ondulado

La joven no temía, pero aún así quería irse de allí, andaba para atrás hasta que chocó con el pecho de alguien, antes que ver de quién de trataba, vió una bola brillante acercarse

— ¿¡Olvidan que estoy aquí!? —gritó esa mujer, odiando ser ignorada

Narra ______:

Con quien choque me agarró de los hombros y me llevo a un lugar seguro, mientras saltaba por los escasos edificios que habían dentro del campo de energía, pude ver bien su rostro, me tranquilice al instante, feliz de saber que era Mamoru

— ¿Tuviste miedo? —preguntó con un tono de preocupación en su voz. Desconozco si es la adrenalina o algo, pero se me aceleró el corazón al escucharlo

— Sí, pero ahora me encuentro bien —relaje todo mi cuerpo y, sin darme cuenta, deje salir y una sonrisita tranquila— Gracias a ti

Tape mi boca al escuchar que había salido de allí, dije sin pensar, ¿esos eran mis sentimientos? Su rostro se iluminó un poco, pero luego hizo una cara larga

— Si hubiera sido por mi hubieras muerto, fueron ellas quienes te salvaron —

Sentí como resbalaba sus manos de mis hombros a mis codos. Su rostro era uno de tristeza... tristeza que se me contagiaba; buscaba sus ojos azules, cuando los encuentre parecía derrotados. ¿Por qué? ¿O es por alguien? Más bien, parece derrotado por un sentimiento... un sentimiento que conocía a la perfección

— Mamoru... —él levanto un poco su mirada hasta hallar mis ojos, dónde le di una agradable sonrisa— Gracias. No eres un inútil

Su rostro cambio a uno sorpresa, ya que había descifrado ese lío de emociones que hay en sus ojos

— Yo confío en ti —remate al final. Ver cambiar el tono triste de esos ojos cambio hasta la forma en la cual latía mi corazón, sentir sus brazos rodeando mi cuerpo me dió un segundo respiro y me sentí completa a su lado, invencible

— ¡¡Que lindos los tortolitos!! —gritó el enemigo— ¡Yo, Grucela, los mataré!

Levanto sus brazos con una cara algo siniestra, una gran esfera de luz apareció entre sus garras

— ¡Protejan al pri-! —la sailor de cabello verde fue enviada al suelo con un ataque, sus compañeras también sufrieron daño, incluso Sailor Moon

La mujer del cielo era la responsable, claramente. Ella estaba agitada, no nos quitaba la mirada de encima

— ¡No me quitarán está oportunidad! —

No nos dió tiempo para reaccionar, esa esfera fue increíblemente rápida, tan solo al parpadear, toda esa energía estaba frente a nosotros. Mi primer instinto fue esconderme, eso hice, en el pecho del hombre que me abrazaba con fuerza

De un momento para el otro solo sentía un gran calor en mi pecho, uno que me abrazaba. Al intentar mirar tuve que cerrar los ojos por la gran luz, era una dorada, que salía de un cristal

— El cristal dorado —dijo él, yo me quedé confundida

Mire la bola de energía que amenazaba con matarnos, estaba cerca, pero no podía acercarse más, era ese cristal que se lo impedía

— El príncipe de la Tierra regido por el sol —susurro una voz en mi oído, pero al ver no era nadie

Mire al azabache, su mirada era una decidida. Al ver sus ojos, era como unas llamas que ardían dentro. Ambos nos miramos y solo asentí, dándole la última pizca que le faltaba de confianza

— ¡Rayo fulminador solar! —extendió su mano, de ella salió una gran luz cegadora, que llegó hasta la mujer, que desapareció antes de ser asesinada

Aún así, ese gran rayo siguió su curso, destruyendo el campo de fuerza que nos tenía aprisionados. La luz del sol me dió en la cara, la oscuridad donde estaba había desaparecido

— Increíble —me límite a decir

Voltee a ver al responsable, viendo lentamente como cae al suelo

— ¡¡Mamoru!!

Gracias por leer

Una... ¿chica normal? (Mamoru x tú)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora