Capítulo 40: Seguir adelante

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Chicas, sin contar el epílogo, el siguiente capítulo es el último. Gracias por haber llegado hasta aquí, intentare subir el último episodio lo antes posible. Al ser el último, será algo más largo de lo usual

Narrador omnisciente:

No tenía idea de cuánto tiempo había estado llorando en el suelo, a pesar de que su madre siempre fue un problema, esa resolución no le era muy satisfactoria, pero por fin había tenido la fuerza para ganar. Tenía que continuar, tenía que encontrar a su antes que fuera muy tarde. Puso su palma contra el suelo, levantándose de forma perezosa, vio sus manos pálidas, el frío del lugar empezaba a hacer su efecto. Debía encontrar a Usagi, era la más cercana.

______ volvió a mirar el cielo, la Tierra era un gran punto blanco ahora, seguramente ya es un planeta muerto. Dio pequeños pasos, sosteniéndose en las paredes de aquel gran laberinto. Sus piernas de a pocos empezaron a moverse con la misma agilidad de siempre. Se quedo quieta por unos segundos, pensando mientras miraba al suelo.

Su cabeza aún era un desastre, memorias vacías intentaban ser llenadas a la fuerza, pero esta vez parecía ser algo natural. Sabía que había olvidado algo, un pequeño fragmento que debía recordar urgentemente. Abrió de golpe los ojos cuando se dio cuenta de qué era

— ¡Kris! —grito a todo pulmón, caminando rápido, pero sus pies se enredaron y terminó cayendo

La mujer intento pensar rápido, intento escapar del pánico que le generaba saber que su sensei estaba ahí, él era una persona tan frágil como ella, así que no podía descuidarse. Golpeó su cabeza varias veces, hasta que se le ocurrió algo, tomó las tres gemas que tenia en el bolsillo, sonriendo al ver a los tres mismo varones

— ¿Pasa algo, princesa? —preguntó el de cabello corto y rubio

— Necesito que dos de ustedes encuentren a... —mordió su dedo, sabiendo que esos varones no reconocían el nombre de Kris. Suspiró aliviado cuando recordó que, en su vida pasada, Kris, o mejor dicho Adán, había tenido que hablar sí o sí con ellos— La reencarnación de Adán, debe de estar por aquí —desvío la mirada con las cejas arqueadas, pensando en qué otra instrucción— Dígale que busque a Mamoru y también que yo estaré con Sailor Moon —ordenó finalmente, su voz más llena de decisión hizo sonreír a los varones

— Lo estas haciendo bien, princesa —dijo el castaño. Los tres varones se miraron entre sí

Zoisite y Jadeite hicieron una reverencia, las gemas de ambos brillaron y salieron disparadas. La chica sonrió con más tranquilidad, ahora tenía otra razón más para encargarse de esto

— Nephrite, tenemos que encontrar a Usagi sea como sea —comentó la chica, el castaño asintió y la dirigió por donde sentía la enorme presencia del Cristal de Plata

La castaña corrió lo más que pudo, el camino cada vez era más oscuro y el sonido del viento era reemplazado por la misma nada. Ahora sólo sentía su propio corazón latir con una fuerza tremenda. Cuando llegó al sitio se quedo impresionada, veía a Usagi en una especie de roca gigante, parecía dormida, con un objeto parecido a una flecha que únicamente tocaba superficialmente su broche

— Princesa, Serenity necesita un impulso mágico para despertar —comentó el castaño en un susurró, la mujer asintió, empezando a acercarse a la rubia

No pudo evitar abrir levemente su boca, parecía tan tranquila ahí, era realmente hermosa aquella rubia dormida. Levantó sus manos suavemente, suponía que primero tenía que quitar esa especie de flecha. Cerró su palma, dispuesta a hacer la fuerza para liberar a la princesa de la Luna.

Se quedo helada cuando sintió algo tomar su pie. Cayó al suelo, siendo arrastrada lejos de la rubia. Escucho su grito hacer un gran eco en el lugar. Pateo con fuerza aquella cosa que la mantenía, liberándose milagrosamente, retrocedió por instinto, chocando contra alguien. Su corazón se detuvo por unos segundos, mientras levantaba la cabeza

— Agmeto —murmuró la chica, mirando con algo de miedo a la pelirroja

— Oh, cosita~ —la mujer tomó de las axilas a la menor, ayudándola a levantarse. La castaña tembló levemente cuando volvió a estar en el suelo— No me interesa hacerte daño, sólo quiero que te unas a mí

Narra Agmeto:

En el Milenio de Plata, todo era felicidad y paz. Yo era la gran sacertidosa del palacio de la Tierra, era la mano derecha de la realeza. Cada movimiento, cada pequeño detalle me lo consultaban, era realmente gratificante el sentimiento de estar en una familia. ¿Las familias se cuidan unas a otras, no? La familia de la Luna era nuestra principal amenaza, ni se nos permitía mezclarnos con esas personas. Así que, como la sacerdotisa di lo mejor de mí para crear nuestra defensa, nuestra arma definitiva

— ¿Es una clase de broma? —preguntó el Príncipe de la Tierra, mirando con una cara de repulsión a la chica— Madre

La mayor ahí, la Sailor de la Tierra, miró a su marido por unos segundos. Cerro los ojos, ignorante de la gran posibilidades que traía mi invento, un destrozador de semillas Sailors

— Lo siento Laódice, ¡pero esto es una locura! Si quiera tenerlo ya es como solicitar la guerra contra la gente de la Luna. Ya no serás una sacerdotisa, lo lamento —dicto la Reina, mandándome a sacar del castillo

Rogué por una segunda oportunidad, no, por la oportunidad que daba demostrar mi invento. Me destrozaron, perdí todo, mi familia, mi poder político, todo por lo que había luchado perdido en unos minutos. La rabia me ganó, iba a matar yo misma a la Reina de la Tierra, conquistar el Cristal Dorado y matar a la familia de la Luna.

No logré mi cometido, me tacharon de traidora cuando era la misma realeza que no tenía el poder para destruir nuestro enemigo. Me decapitaron por traición y para evitar cualquier problema, dividieron mi alma en dos, mandando cada mitad a dos extremos del universo. ¡Pero mis ganas de venganza superaron toda distancia, todo selló! Ahora sólo necesito un poco más de poder para volver mi alma a su estado natural.

Destruiré las Sailors, nadie merece estar encima de los demás. Si hubiera intentado matar a una campesina en vez de a la Reina, no hubiera muerto

Narrador omnisciente:

La castaña se quedo boquiabierta ante aquello que le contó esa morena. Trago duro, decidida, no volvería a permitir que la vuelvan a engañar, no confiaba en esas palabras

— Únete a mí, _______. ¿Las Sailors para ti también ha sido un problema, no? —pregunta, señalando a la guerrera de la Luna. La nombrada se quedo mirando la figura de la rubia reposando

______ conocía los celos y la envía que había en su corazón, pero también su naturaleza, no iba a permitir que esos sentimientos nublan su razón. Miro con convicción a su enemiga, ella al ver que no se uniría, se lanzó contra la castaña, ahorcandola con fuerza

— Como quieras —murmuró con rabia, apretando con sus dos pulgares el centro del cuello de la chica

Sentía como el aire le empezaba a faltar, claro que no tenía ni la mínima fuerza para intentar defenderse. Tomó con fuerza la gema de Nephrite, lanzandola hacia la mujer dormida. Le había dado, Usagi empezaba a abrir los ojos

Gracias por leer
Mu1tiversal
Los amo <3

Una... ¿chica normal? (Mamoru x tú)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora