Capitulo 3: Problemas

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Narrador:

¿Cómo estaba? Confundida, inquieta, sin saber si creer a su sexto sentido, nunca la ha defraudado, pero ahora estaba haciendo una locura

¿Usagi es Sailor Moon?

Esa mira de Mamoru y la rubia, era una prueba bastante obvia. No confiaba en nada, solo tenía que dejar que todo fluya, es mejor alejarse, no quería volver a ver un monstruo persiguiendola

Llegó el lunes y con eso los estudios, como siempre, no tardaron, pero ella miraba a cierta joven rubia que era bastante mala en... todo. Ya no cabían más dudas, seguramente ella era la heroína. Al final de la clase, fue donde por, lo general, se encontraba Kris, su sensei, ena única persona que confía, pero para su mala suerte, lo único que encuentra es una nota

_____, mi mamá enfermo, no está muy grave, pero aún así tuve que irme de la ciudad, intentaré regresar lo más rápido que pueda, mientras tanto, cuídate de tu mamá. Te dejo las llaves de mi apartamento, si no te sientes segura

Atte: Kris
Posdata: No hagas mucho té

Un escalofrío cruzo toda la médula espinal de la chica, está bien, no había mucho problema, aún tenía su lugar seguro, aunque deseaba que fuera con su sensei. A paso lento camino hasta su casa, ahí estaba su mamá medio borracha, nada nuevo

— Volviste, desgraciada —dijo con una voz de alcohólica

— Hola, mamá —se limitó a responder

La mujer mayor de cabello rizado la tomo de los hombros, con fuerza, provocando que las llaves del apartamento de Kris cayeran al suelo, haciendo un pequeño eco al tocar el suelo

— Oh... —tomo las llaves entre sus manos, impidiendo que di hija las tomé— Vaya vaya, pequeña inútil —una sonrisa se dibujo en su rostro— ¿Cuántas veces te acostaste con él?

La menor puso una cara de asco en respuesta del comentario de su madre, mientras está veía las llaves, que llevaba algo colgando, tenía el nombre y apellido de un hombre, que por milagro la cabeza de la borracha recordó

— ¿Kris? ¿Es tú profesor, verdad? Wow, para que te dé sus llaves de su apartamento tienes que haberle dado una buena mamada —su hija intento como pudo arrebatar las llaves, pero ella no lo permitió— ¿Hace cuánto dejaste de ser virgen? No entiendo, si Kris es tan bonito porque se fijó en una mierda como tú

Con fuerza empujó a su hija, tirandola al suelo

— Ya que no tienes lo único atractivo que tenías, porque sí, tu virginidad era lo único que tenías —le recalcó mientras la escupía— Al menos dile a mamá dónde esta el apartamento de tú profesor, ¿quieres?

La chica se apoyo en unos de sus brazos, dolía, dolía mucho, se fijó que había sangre manchando su camisa blanca escolar, seguramente se había clavado algo que estaba en el suelo, un pedazo de vidrio. Tomo aire, ni loca le diría la dirrección, el sensei confío en ella, no lo iba a decepcionar

— ¿Crees que te lo diré? —mire a su madre con unos ojos desafiantes, intentado ocultar su mueca de dolor

Su madre la miro con enojo, esa niña inútil la estaba desafiando, con un aire de superioridad le dió dos patas a la menor, que volvió al suelo, tocando dónde había sido lastimada

— Como quieras, niña —la mujer fue hasta el baño, tiro las llaves al retrete y tiró de la cadena, las llaves se fueron junto al agua

La joven presenció todo eso, nunca sabrá de donde saco las fuerzas para no llorar. Como pudo se levantó y salió de aquella pequeña casa, aunque cada paso le doliera casi todo el cuerpo

¿Ahora que haría?

Estaba sola, no tenía a donde ir... ni hablar, prefería quedarse dormida al frente de la puerta del apartamento de Kris antes que volver a esa casa

Después de patrullar una buena parte de la noche, el príncipe de la Tierra sacaba la basura, claramente cansado, no había conseguido ninguna pista del nuevo enemigo. Cuando iba dirrección a su casa, escucho una voces de sus vecinas

— ¿Qué pasa? —preguntó una de las señoras, con una gran curiosidad, la que siempre la caracteriza

— Hay una joven acostada sobre la puerta del joven Kris, la pobre está terriblemente lastimada —dijo la otra, viendo la cara de sorpresa de su amiga

— ¿Crees que el profesor lo haya hecho? —la señora negó con la cabeza

— Todos sabemos que Kris no es capaz de hacer ese tipo de atrocidades —la otra señora asintió, pues tenía la misma opinión

El azabache se quedó meditando un momento, había una chica lastimada en el edificio, sentada en la puerta posiblemente con frío. No dudo mucho, intento recordar ese nombre: Kris

Era alguien mencionado en el edificio, ya que era muy conocido por ayudar a quién pudiera, una buena persona, resumiendo, uso el ascensor hasta llegar al último piso, se dirigió hacía el otro extremo, nunca había ido hacía allá, básicamente, no tenía motivos para hacerlo. Fue hacía la derecha y efectivamente, encontró una pequeña mujer

Se quedó boquiabierto al reconocerla, era la chica de la biblioteca, _____

— Hey —susurró para no espantarla, mientras la movía de un lado a otro con delicadeza

La chica no tardó en reaccionar, se encontró con esos ojos azules brillantes, que la miraban con cierta preocupación

— ¿Mamoru? —la voz de la chica saco una ligera carcajada al nombrado, su voz resaltaba que tenía un pie en la Tierra y otro en el mundo de los sueños

Ofreció su mano, ella con desconfianza la tomo, él noto lo fría que estaba, puso su abrigo encima de los hombros de la menor, que se aferró a la calurosa mano del muchacho

— Vamos, te daré algo para que dejes de estar tan fría —dijo y empezó a caminar, pero freno al darse cuenta que ella no hacía lo mismo

— ¿Por qué me ayudas? —su mirada ahora era igual a la de siempre, una sería

— Porque está en mi moral hacerlo, pareces muy herida —dijo finalmente, llevando a la chica a su apartamento

Allí le dió cobijas y un poco de chocolate, para que su cuerpo tome algo de calor y de fuerza

— ¿Mejor? —la chica asintió, saboreando el líquido café

— Muchas gracias, Mamoru —con delicadeza se levantó del sofá— ¿Deseas que haga algo? Soy buena en las tareas domésticas, es lo único que podría hacer por usted

La incomodidad se reflejo en el rostro mayor, ya que parecía como si ella hablara con un señor, cuando solo le lleva unos tres años

— No no no, no tienes que hacer nada, solo... tomamos como un favor que no tienes que devolver, ¿sí? —ella asintió confundida— ¿Quieres que te ayude con eso?

Apunto a uno de sus brazos, un color morado de resaltaba, era una herida de la tantas que le hizo su madre

Acepto la ayuda y cuando menos se dió cuenta, estaba casi dormida en el cómodo sofá del muchacho

Gracias por leer
Mu1tiversal
Espero les haya gustado <3

Una... ¿chica normal? (Mamoru x tú)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora