Los dragones existen, ocultos a plena vista, pero están ahí, rodeándote.
La comunidad de dragones ha vivido pacíficamente por años, pero toda la calma se verá afectada por un acto de traición por parte de uno de sus miembros.
~Historia KyoTan
~Un...
Advertencia: Todo el capítulo es un POV de Kyojuro.
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Se sentía sin fuerzas; el dolor le recorría por todos lados, sus heridas escocían, en especial aquella que Akaza le dejó al atravesarle el abdomen sin ningún escrúpulo. La falta de energía le hacía sentir su cuerpo liviano, como si estuviera flotando. Su mente estaba dispersa entre su deseo de cumplir todas las promesas que le hizo a Tanjiro, y entre caer pesadamente en el suelo por fin. No podía apartar la mirada del cielo despejado, pero sus párpados empezaban a cerrarse.
Antes de que algo pudiera ocurrir, sintió cómo su cuerpo era sostenido por un cuerpo mayor bajo él. Dado su nivel de cansancio y pronta muerte, creyó que los espíritus de sus antepasados le estaban recibiendo en el más allá, y sin pensar nada más, cerró sus ojos con un suspiro derrotado.
Cuando despertó, 5 días después, se encontró en una pequeña pero acogedora habitación. La luz del día se filtraba esporádicamente a través de la ventana, en el aire había una esencia dulce y relajante que calmaba su dolor de cabeza. Intentó levantarse sin mucho éxito, sin embargo, la curiosidad era más fuerte.
Se sentó con dificultad y descubrió que estaba en una cama. Su cuerpo estaba cubierto de vendajes, sentía un dolor punzante en su abdomen que le hizo toser con fuerza. Al parecer ese acto llamó la atención porque de inmediato escuchó pasos acercarse con rapidez, la puerta se abrió y reveló la figura de un hombre mayor con rubia cabellera y mechones rojos, era su viva imagen pero en una versión adulta.
—¿Padre?
—¡Kyojuro!—gritó su padre y corrió hasta él, conteniendo inútilmente sus lágrimas. —Al fin despiertas, estoy aliviado.
—¿Cómo llegué aquí?
—¿No lo recuerdas?—sacudió la cabeza con confusión. Los recuerdos que plagaban su mente estaban difusos, en especial de cuando atacó a Akaza con furia desmedida —Casi mueres. Ese maldito dragón de ónix te arrojó fuera de la comunidad, rozando los extremos de la zona humana. Estuve ahí por temor a lo que transmitieron mediante los cuervos, y agradezco haber ido, pude rescatarte, hijo. Y lo lamento, no debí involucrarte en esto.
—Padre...había que detener a Muzan. Es muy peligroso.
—Los cuervos nos trajeron noticias.
—¿Tengen se comunicó?—preguntó con esperanza.
—Me temo que no está en las condiciones perfectas.—Shinjuro bajó la mirada, ocultando su pesar —Uzui dejó de comunicarse desde que te encontramos. Los cuervos han persistido en la vigilancia, nos han traído noticias de la mayoría de cosas que han ocurrido en la comunidad en estos días. —escuchó el suspiro cansado de su padre —Uzui y los pequeños fueron capturados, los han torturado por estos días, y la noticia más reciente es que los Kamado serán...castigados de manera pública.
Sus instintos le forzaron a apretar las manos hasta convertirlas en puños, el enojo estaba dominando su ser, no pudo evitar que un gruñido se le escapara, alertando a su padre, quien entendía más que nadie su actuar.
