La Eterna Solterona

Más de ti

(+18)

Pov Poche

Ambas estábamos acostadas en la cama, intentando dormir, la posición era de cucharita, mi brazo estaba rodeando su cintura, su deliciosa fragancia llegaba a mi naríz y me volvía loca. Acerque mi rostro a su cuello e inhale su embriagante olor.

—¡Hueles…tan bien!—Le susurré al oído mientras que mi mano bajaba lentamente hacia su muslo.

Calle únicamente tenía puesta una camiseta de talla grande para dormir y sus panties, al igual que yo.

—Me estás poniendo nerviosa—Ella me respondió.

—¿Por qué?—Le pregunté besando de bajo de su oreja y siguiendo el ritmo de las caricias con mi mano.

—Por que haces que mi cuerpo empiece a sentir calor—Ella me dijo con un tono de voz ronco.

No pude evitar sonreír ante sus palabras, tomé su cabello con mi mano y lo removí para tener un mejor acceso de su cuello.

—Te deseó…

Le dije clavando mis dientes en su cuello y haciendo que ella soltara un gemido ahogado. Seguí besando, mordiendo y acariciando su cuello con mis labios, mientras mordí mi labio inferior al sentir su redondo trasero. Lo acaricié y luego lo apreté. Ella reposo su cabeza sobre hombro y se aferró a mi cuerpo.

—Me estás haciendo sentir muy caliente—ella me dijo con una voz ronca y sensual.

—Tu ya tienes mi cuerpo ardiendo más que el puto infierno.

Me levanté de la cama, ella miró atenta cada uno de mis movimientos. Me coloqué a horcajadas sobre ella, tomé su mentón con mis manos y la besé de una forma salvaje y pasional, la necesitaba, la deseaba y quería hacerla mía, quería asegurarme que esto no es un sueño y que en verdad ella está acá conmigo y que puedo sentirla.
Nos separamos lentamente del beso, ella me miró traviesa, yo sonreí y suspiré al ver su rostro iluminado únicamente por la luz tenue de la noche.

—Eres tan hermosa—Le dije volviendo a tomar sus labios con los míos.

Me quite la camisa y la aventé al suelo, ella me miró con deseo y mordió su labio inferior haciéndome sentir una corriente eléctrica subir y bajar por mi cuerpo.

Me coloqué en la orilla de la cama, tomé sus pies con mis manos y los masajeé bajo su atenta mirada, los sonidos de placer salían automáticamente de su boca. Besé sus pies y luego pase mi lengua por la planta de ellos, haciendo que arqueara su cuerpo y gimiera de placer. Lentamente fui subiendo con mi cuerpo hasta llegar a sus muslos, me encantaban las piernas de Calle, sus piernas son largas, gruesas y tonificadas, las besaba con mi boca ardiendo del deseo. Poco a poco fui subiendo a su feminidad en donde rosé su centro con mis labios, podía sentir su excitación y su humedad, cerré mis ojos y besé delicadamente su vagina sobre sus panties y luego pase mi lengua haciendo arquear su espalda.

—Mmm…me estás haciendo perder el control, mi amor.

—Lo sé…y eso me encanta.

Quité su camiseta y también la tire al piso, empecé a besar su vientre, esparcía besos húmedos por este mismo, metí mi lengua dentro de su ombligo jugando con el, podía ver su piel erizarse con cada caricia que le daba a su piel, gruñí y sentí mi cara arder al ver sus redondos y duros pechos, sus pezones rosas estaban erectos, la boca se me hacía agua de tan solo verlos, me sentía muy excitada. Con mis manos empecé a masajearlos, yo hacía gestos de placer al sentirnos con mis manos.

—¡Mierda!—Maldecí al sentir sus pezones con mis dedos, los acaricie suavemente con mi dedo pulgar e índice, ella arqueaba su cuerpo disfrutando de mi tacto. Podía sentir su excitación y eso me encantaba.